Era de mañana y los rayos del sol entraban sutilmente por la ventana de la habitación de Violeta, ella parpadeaba sus ojos hasta despertar, normalmente sus mañanas eran felices, pero ahora no, no sabiendo que pronto se iba a casar con alguien que no quería, se levanto, se baño y se vistió, desanimada se fue a la preparatoria, sin duda seria una mañana terrible con Suzaku acosándola todo el tiempo, él la esperaba en la puerta de la preparatoria, Violeta molesta se acerca lentamente, para su desagrado Suzaku la toma sorpresivamente de la cintura, llevándosela así al salón de clases, al llegar Violeta se suelta bruscamente para así sentarse en su puesto, así las clases pasaron, ella se fue a la mansión, hizo sus tareas y fue recorrer el centro de la ciudad, se sentía encerrada en la mansión, se sentó en una banca del parque, pensando en todo lo que le había pasado hasta ahora, su felicidad se había acabado cuando su padre la comprometió con Suzaku, por sus ojos comenzaron a salir lagrimas, ya no podía soportarlo mas.
-ya no puedo mas...¿porque?...¿porque tengo que sufrir de esta manera?...no quiero...no quiero casarme con el...-
Cerro sus ojos sintiendo que sus lagrimas no paraban de salir, se sentía miserable, y no solamente por que se iba a casar, si no porque ella estaba enamorada de otra persona, Max, un chico humilde, quien no le importo que fuera rica y le regalo una dulce sonrisa, como le gustaría que estuviera a su lado.
-¿Violeta?-
levanto su rostro sorprendiéndose a quien estaba viendo, era Max que la había llamado, estaba en frente de ella.
-Max...-
-veo que todavía estas triste, por tu matrimonio-
Violeta bajo su rostro, Max acercándose y sentándose al lado de ella, la consuela de nuevo, ella se abraza a él llorando.
-¿te ha hecho algo?-
-...no...pero...ya falta poco...para que me case con él...y no quiero...-
-es que es injusto, estas enamorada de otra persona ¿no?-
Violeta se separo y lo miro sorprendida, sus mejillas estaban muy sonrojadas, Max sonríe.
-tu silencio me dice que si-
Violeta bajo su rostro, Max levanto su mano para tocar el rostro de ella y subirlo lentamente, estaban los dos mirándose fijamente, Max comenzó a acercarse al rostro de Violeta, mientras sus ojos se cerraban, pero el celular de Violeta sonó, interrumpiéndolos y haciendo que ellos se separaran rápidamente, ella contesto, de nuevo era su padre.
-hola hija, ¿donde estas cuando te necesito?-
-...papá...solo daba una vuelta...¿que necesitas?-
-bien, te necesito en la mansión lo mas rápido posible, esta noche vendrá Suzaku con sus padres a cenar con nosotros-
-¿que?-
-si, ven para que puedas alistarte y estar bien presentada para tu futuro esposo-
-...de acuerdo...estaré allá en un momento...-
Violeta cuelga su celular, voltea a ver a Max, quien le dice.
-tienes que irte, ¿no es así?-
-...así es...nos veremos...después...-
-adiós-
-...adiós...-
Violeta se aleja y se va a su mansión, Max suspiro ya lo sabia, sabia que sentía por ella, se había enamorado perdidamente de ella, pero ¿Violeta sentiría lo mismo por él?, eso no lo sabrá, no por ahora, pero lo descubriría pronto.
Violeta acababa de llegar a la mansión, su padre la mando a su habitación con un par de sirvientas, que la ayudarían a escoger el vestido para la cena, ya lista y vestida con un hermoso vestido blanco hasta las rodillas, una cinta blanca en el cabello y zapatillas negras, todos se situaban en la gran mesa del salón, ella se sentó en una de las sillas, al rato de esperar, los padres de Suzaku aparecen y detrás de ellos aparece Suzaku con una sonrisa dominante, se sienta al lado de Violeta, quien permanece quieta y callada, ya todos presentes en la mesa, empieza a hablar el padre de Violeta.
-es un honor tenerlos a ustedes, señor y señora Satoshi y por supuesto a usted joven Suzaku esta noche-
-para nosotros es un placer y ya que vamos a unir a nuestros hijos en matrimonio, porque no acercarnos mas-
Los meseros empezaron a servir la cena, todos comieron y enseguida sirvieron el postre y el vino, Suzaku aprovecho para decir unas palabras.
-bueno, primero quiero agradecer a mis futuros yernos por esta grata invitación segundo...-
Tomo la mano de Violeta y la hizo levantar de la silla.
-quiero decir que el destino me ha puesto a la chica mas hermosa del mundo, para vivir el resto de mi vida con ella-
seguido de estas palabras, acerco la mano de Violeta a sus labios y la beso, ella se sobresalto temerosa, la había tomado por sorpresa, Suzaku soltó su mano y se sentó en la silla, con una sonrisa triunfadora, Violeta aun sin hablar también se sentó, finalizando asi la cena, los Satoshi y Suzaku se estaban despidiendo.
-estuvo deliciosa la cena, muchas gracias por la invitación-
-con gusto, espero que se pueda repetir-
-claro, Suzaku hijo ¿porque no te despides de Violeta?-
-claro-
Suzaku se acerca a Violeta, ella estaba un poco nerviosa, él acerca lentamente su rostro hasta llegar a la mejilla y besarla, se separo y susurro en su oído.
-nos vemos, mi querida Violeta-
Suzaku se separa de ella y se va con una sonrisa, dejando a Violeta fastidiada, a lo que ellos se fueron, Violeta no aguanto mas, salio corriendo fuera de la mansión con lagrimas en sus ojos, sus padres trataron de detenerla pero ella se fue, Violeta corría lo mas rápido sin rumbo alguno, sin darse cuenta que estaba por pasar una carretera que estaba en verde para los autos, cuando se dio cuenta venia un auto a toda velocidad, la iba a atropellar.