Crecí con la perspectiva de la relación perfecta de mis padres, apoyándose el uno al otro, lleno de amor, una familia que a mi parecer es perfecta, soy la segunda hija de tres, mi hermana mayo siempre ha sido mi mayor ejemplo y motivación en muchas cosas y de distintas formas, hay cosas que sin duda quisiera tener yo y otras que por supuesto agradezco no poseer, pero bueno, no estoy aquí para hablar de mis padres o de mi hermana, siempre he creído que desahogarte y poder expresar lo que piensas o sientes es esencial para una buena comunicación, pero sobre todo para lograr un equilibrio en tu vida. He intentado hacer esto alrededor de tres veces y con esto me refiero a intentar plasmar en una hoja por todo lo que he vivido o mejor dicho, por todo lo que en un momento llegué a vivir o sentir hace ya algún tiempo, ¿objetivo? No, realmente no tengo ninguno más que lograr desprenderme por completo de ello, si bien, a estas alturas, a ya casi dos años de todo eso puedo decir y presumir orgullosamente que me encontró por completo feliz, libre y llena de paz, lidiando con la universidad, emocionada por la boda de mi hermana, porque sí, se casa, estoy a un poco más de un mes de soltar a mi compañera de vida, a mi mejor amiga, también suelto un poco más a mi hermano menor, a ese niño que me hace reír y enojar tanto, ese niño al que cuidaba de pequeño está a punto de entrar a la universidad y yo, bueno a pocos meses de haber cumplido 20 años, en mi tercer semestre de carrera, en cuanto situaciones sentimentales me considero al margen, abierta y con disposición de conocer personas, pero sin prisa alguna y para nada dispuesta a aceptar cualquier cosa bajando mis estándares (de nuevo), si, si, ya sabrán la razón de todo esto.