Los pecados, son 7 como; La pereza, Ira, Soberbia, Envidia, Gula , Avaricia y La lujuria, todas nos rodean e incluso a veces pienso que son tan Físicos como todos nosotros, que los podemos tocar e interactuar, ¿Por qué lo creó?
Por qué yo tengo uno que me inspira a que lo siga y por más que dé, la resistencia se quebranta con fuerza y sin cesar, no lo puedo controlar!
Y ese pecado lo tiene alguien, lo propaga a su alrededor y no soy capas de la resistirme a ese pecado...La lujuria embarga en Seth Simmon's, la propaga y controla teniendo a cualquiera a sus pies.
...
La noche se me hizo larga, el reloj transcurría con lentitud, apenas eran las 2 de la mañana y mi cuerpo estaba recostada en las sábanas de mi cama, mi vista se perdía en mi techo, recorriendo las constelaciones que había pintado ahí junto con mi padre antes de su ida, mi vista recorría desde Caseopea hasta Cygnus, era atrayente como en esas pequeñas estrellas que en realidad eran gigantes, se podría esconder tantas cosas secretos, era como un cerebro, las celulas, los átomos como Seth, una simple persona escondía muchas cosas lo sabia, desde su aparición en mi casa ya no podía estar tranquila y las horas se hacían largas y pesadas.
Me levanté de la cama asomandome por mi balcón y ahí estaba la ventana de él ya no sabía a donde podría asomarme sin que me topé con su casa, era asfixiante.
Me senté en mi balcón mirando hacia el cielo, la melancolía llegó a mi el cielo era el único recuerdo que tenía de mi padre, las fotos se habían ido de los marcos, su ropa había terminado en bolsas de basura, todo había cambiado tan abruptamente que no me había tomado tiempo o un respiro, como para comenzarlo a superar, papá se había ido y mamá comenzó a atrabajar, ahí empezó el verdadero desastre, sola en casa, intentando comenzar una nuevo vida sin mi padre.
Las lágrimas recorrían por mis mejillas y el frio me erizaba la piel, todo estaba tan silenciosos solo por el sonido de las hojas de los árboles moviéndose lo único que alumbraba eran unos pocas luces en las calles pero nada más.
— ¿Si sabes que las niñas se ven feas cuando lloran ?¿Verdad? —di un respingo ante esa voz
¿De donde provenía?
– emm, bueno estoy aquí abajo — otra esa voz
Me levanto y azomo un poco mi cabeza, ahí estaba la silueta de una persona, que se me hacía un poco conocida.
—¿Ed? ¿Eres tú?
— sí pasaba por aquí y me pregunta por qué pasar a verte y te encontre.
¿Si sabes que las niñas se ven feas cuando lloran?
Esa frase siempre la decía cuando lloraba de niña y eso me obligaba a dejar de llorar.
—Que bien!, Emm bueno ¿Quieres subir?— le pregunto ¿qué más me queda hacer ?
— Oh, si claro—
— Te espero en la puerta de enfrente —le aviso y corro hasta llegar a esta, la abro, ahí está el con su típica sonrisa dulce con una chaquena negra y una franela blanca por debajo y una mochila negra a sus espaldas.
Se seguía pareciendo al niño del que me había enamorado durante toda mi niñez y parte de mi adolescencia pero no, algo en el había cambiado, podría ser que su físico siguiera ahí con algunos cambios en la adolescencia pero yo sabía que había algo más.
Di algunos pasos hacia atrás dejándole espacio para que el pasará y el pisos dos en mi casa, su mirada fue hacia los costados de la casa y la miró con admiración.
— Sigue casi igual que antes, bueno la verdad no — burló— taparon el agujero del techo —señalo hacia este y tenía en sus labios una sonrisa burlona
Sonreír al recordarlo; todos en un momento de niñez hicimos travesuras, con tan solo 8 años no sabíamos muy bien los peligros en los que nos podíamos meter, Tatia, Ed y Sara, éramos inseparables, un fuego artificial en casa no siempre es una buena idea.
Le habían regalado un mini cañón en donde podía lanzar un disparate de cosas a lo que se nos ocurrió ¿Por qué no ponerle un fuego artifial ? Y Bum!! En agujero en el techo apareció, mi mamá nos dio la plática de que eso estaba mal y nos PROHIBIÓ totalmente volver a jugar en la casa.
Me eché a reír ante su pequeño recordatorio, — Te gustaría ir a algún lugar, hay una Autocine que lo tiene funcionan toda la noche— dice de forma tímida — y tengo un carro —muestra sus llaves del auto.
!!Crack!!!
—S.i..— El algun cristal quebrándose interrumpe mi respuesta— ¿Pero ?¿Que?
El lado bueno de esto era que estaba Ed y el malo era que había alguien en mi cocina.
—¿Seth? —pregunto incrédula— tú...— interrumpe
— Hola, Sarita, bien solo por un bocadillo, disculpa por si te desperté — dice con voz fingida ¿El que hace aquí?
— Hola soy Ed, ¿Tú quién eres? — pregunta encargando una ceja.
— ¿ No te a dicho ? —pregunta mirándome incrédulo — soy s.....uuuu—dije arrastrando la "u" y balbucea — emm niñero, !Aja! Soy niñero, su mamá trabaja mucho y no puedo dejar de ayudar a ninguna persona tengo un corazón muy noble.
Aja sí, ¿Mi niñero ? Esa estúpida ni se la creera Ed, no es estúpido
—¿ Niñero? —pregunta Ed viendome— !Que bien! Tu mamá trabaja mucho y es increíble que te deje a cargo de alguien
!¿Que mierda!? Encerio se lo creyó
En la cara de Seth aparece una sonrisa inocente.
— Bueno, Sara mejor me voy, me quedo tranquilo, hasta luego Seth— se despide de mí y se va y solo queda el sonido de la puerta siendo cerrada
Camino amenazante mente hacia Seth, mientras que se prepara de lo más tranquilo un pan tostado con jalea.
Lo señaló— tú, ¿Que haces en mi casa?¿Por qué has entrado ? —le pregunto molesta
—mmm... delicioso— lleva un dedo con jalea a la boca y lo saborea— bueno, pasaba por mi hermana y escuche como platicabas con ese chico ¿Sabes que no debes invitar a nadie a tu casa y menos noche?
— sí, lo se —respondo
— Entonces ¿ Por qué lo invitas —
— El no es ningún desconocido, es un amigo —
— !JA!! Un amigo que te quiere follar —sisea con burla — ¿Vas a dejar que te folle?