CAPITULO 3

- ¿Todo esta bien? - Pregunté en voz baja. Mia parecía un poco preocupada. Finalmente conocí a la chica adecuada, en el momento equivocado. Nunca antes había sentido una conexión como esta con nadie. Algo en esta chica me hizo volver a actuar como una adolescente enamorado.

- Sí, Liam está bien, - dijo, acurrucándose en el asiento junto a mí y cubriéndose con la manta. Bostezó, levantando cortésmente una mano para cubrirse la cara. - Su compañero de asiento intercambiaba bocadillos con él para que tuviera algo seguro para comer. -

Su expresión era de disculpa mientras me mostraba su teléfono. Fue un mensaje grupal con más de una docena de destinatarios. Leí rápidamente los mensajes y me di cuenta de por qué parecía preocupada. Desafortunadamente, Liam estaba tan emocionado por conocerme que ya les había dicho a sus compañeros de clase que yo estaba aquí y ahora todos querían conocerme también.

- Me las arreglé para convencerlos de que no pueden simplemente venir aquí. Tomó algo de trabajo, pero prometieron dejarte en paz si te preguntaba si estabas dispuesto a tomar un par de fotos con el grupo cuando aterricemos. - Su expresión era de disculpa. - Lo siento, Sebastian. No lo supe hasta hace poco y estoy segura de que tus fans te lo han dicho mucho. -

- Lo haré, siempre y cuando te lleves al menos uno solo conmigo primero, Mia. - Dije, sonriendo de nuevo y entregándole un trago.

Dejó su teléfono y lo tomó, resoplando con diversión. - No necesitas una foto mía, Sebastian. Me olvidarás cuando llegues a tu hotel. ¿Por qué, de las miles de chicas que has conocido, te molestarías en recordarme? -

- ¡Ay! - Dije frunciendo el ceño. Normalmente podría ser cierto, pero no fue con ella. No creo que pudiera olvidarla si lo intentara. - Eso es duro, Mia. Además, recuerdo que alguien prometió mostrarme los alrededores de Dakota del Sur si lograba encontrar mi camino allí con suficiente antelación para que pudieras tener tiempo libre. -

- Sí, lo hice. De lo contrario, serías un pez normal fuera del agua. Hablando de pesca, vivimos en un lago, así que incluso podrías ir a pescar si quisieras. ¿Alguna vez has pescado antes? -

- Quizás una vez en el campamento de verano el año después de que mi mamá se volviera a casar. -

- ¿Fue difícil acostumbrarse a un nuevo padrastro? ¿O no eras muy cercano a tu papá? -

- Tenía 12 años cuando mi mamá conoció a Anthony. No habíamos estado en Estados Unidos por mucho tiempo y él era el director de mi escuela. Habíamos sido solo yo y mamá durante tanto tiempo que era un poco extraño tener otro hombre cuidando a mi mamá, ayudándola y haciendo cosas agradables por ella. -

- ¿La hizo feliz? -

- Sí, lo hizo. Fue como si un peso se le quitara de los hombros que ni siquiera sabía que estaba allí. Sé que no fue fácil, criarme solo, moverse para que ella pudiera dar sus espectáculos. Ella es concertista de piano, así que solo vivíamos en grandes ciudades, como Viena. ¿Sabías que eres la primera persona en preguntar eso? -

Ella sacudió su cabeza. - No, no lo hice. -

- ¿Qué te hizo decirlo? -

- Mi papá se volverá a casar este verano. Me gusta muy bien, no me malinterpretes, pero ella no es mi mamá. -

- ¿Tus padres están divorciados? -

- No, somos católicos, mi familia no cree en el divorcio. Mi madre falleció cuando yo estaba en la universidad. Tenía un cáncer realmente agresivo y se fue en menos de un año después de descubrir que lo tenía. -

- Lo siento, Mia. -

- Ella se ha ido por la mitad de mi vida, pero todavía no es fácil hablar de eso. -

- Pero quieres que tu papá sea feliz. ¿Ella lo hará feliz? -

- Creo que sí. Parece que está más feliz desde que la conoció. Todos mis hermanos son adultos ahora, así que él ha estado solo por un tiempo. Ella es una viuda con dos hijos adultos. - Se quedó callada un rato antes de cambiar de tema. - ¿Estás seguro de que puedes manejar espacios abiertos amplios? Escuché que es intimidante si no estás acostumbrado a ver absolutamente nada en millas. -

- Estoy listo para el desafío, muñeca. Dame tu teléfono y te daré mi número. Me encantaría verlo todo y conocer al resto de tu familia. -

Desconoció lo suficiente como para entregar su teléfono después de pensarlo un momento. - Nadie me había llamado muñeca antes, Sebastian. Tu Bucky se está mostrando de nuevo. -

- Dices eso como si fuera algo malo, muñeca - bromeé, mirándola sonrojarse. Entonces ella sí tenía algo por Bucky. Ella había jugado tan bien antes, realmente no estaba seguro. Mi sonrisa se ensanchó y levanté las cejas.

- Es una gran cosa, - dijo, mordiéndose el labio. - Bucky es una de mis personas imaginarias favoritas. Pero en serio, está bien si cambias de opinión, Sebastian. No te estoy obligando a nada. -

- Deberías, - repliqué mientras desbloqueaba mi teléfono y se lo entregaba, mis dedos cerrando los suyos alrededor del teléfono, su desgana era obvia para mí. - ¿En qué se diferencia mi visita a ti de la tuya? -

Suspiró y cerró los ojos brevemente antes de concentrarse en mí de nuevo. - Simplemente lo es. Vivo en el medio de la nada. Tenemos exactamente un periódico con un puñado de reporteros y para cuando alguien les diga que estás allí, te habrás ido de nuevo. Cuando estés fuera de casa Nueva York, te siguen paparazzi, fanáticos, lo que sea, ¿verdad? -

- Viene con el territorio. No fue tan malo hasta que salió Civil War - dije.

- Veo los tabloides todas las semanas en la tienda, Sebastian. Cualquier mujer con la que te vean, se especula. La gente ve lo que haces. Si me seguiste en Instagram, se preguntarán por qué. -

- Mia, no me importa nada de eso. Si dejo que lo que la gente piensa de mí gobierne mi vida, no estaría donde estoy hoy. -

- ¿Así que no crees que si tú, el famoso Sebastian Stan, eres visto escoltando a gente desconocida por la ciudad, nadie se va a dar cuenta? - Ella negó levemente con la cabeza. - Preferiría no ser notada, Sebastian. Me gusta ser una don nadie. -