Capítulo 3

Al llegar a la salida detuvimos nuestros pasos y nos miramos.

-bueno, ya me voy, gracias de nuevo.

-no hay de que espero verte pronto - sonrió y me miró como esperando una respuesta de mi parte.

-claro nos veremos - le dije para seguir con mi camino.

 Cuando tenía recorrido unos 5  metros, mire atras y allí seguía ese chico, me sonrió y sin más se dio la vuelta para perderse entre las calles.

Yo tomé mi camino luego de perderlo de vista. Cuando ya iba llegando a la para de bus, mire mi reloj para ver si no iba tarde a mi primera clase del día, con alivio descubrí que aun tenía 30 minutos para llegar al llegar me sente en los asientos de la parada esperando a que llegara, mientras le echaba un ojo a mis redes sociales, realmente no tenía nada de importancia que tuviera urgencia de ver solo mataba el tiempo para hacer menos aburrida mi espera.

El bus llego luego de 3 minutos y solo me tomo 15 minutos llegar a la universidad.

Aún tenía tiempo de sobra, así que opté por ir al patio de la faculta a pasar el rato. Una vez llegue me deje caer en el pasto para admirar las nubes, de solo verlas una sonrisa nostálgica adorno mi rostro, no me gustaban los días soleados, traía a mi memoria el día de la muerte de mis padres, sacudi mi cabeza alejando los malos recuerdos, en eso la campana sono anunciando el comienzo de mi jornada, me sorprendí no pensé que los minutos se pasarían tan rápido.

Sin perder mas tiempo me sumergi en la marea de estudiantes que se dirigían a sus clases, y asi paso toda mi mañana y tarde, entre clase y clase, nada interesante y todo aburrido, no estaba en el mejor de mis días, lo unico que quería era llegar a casa y fundirme con la cama si era posible.

Pero no, aun me quedaban cosas por hacer luego de clases, ¿y eso que era?... bueno nada mas y nada menos que.....  trabajo. Muero!!! Solo quería dormir.

Luego del termino de las clases como a eso de la 1 de la tarde, tomé rumbo a mi trabajo de medio tiempo, una cafetería propiedad de un señor de cuarenta y tanto, y por supuesto mi jefe. No había mucho personal solo una chica y yo que nos encargabamos de las mesas y un chico que era el encargado de la cocina. Lo único qus conocia de mis compañeros de trabajo era sus nombres, y no era porque eran antipáticos, en realidad eran muy buenas personas, pero yo reuia de todo intento de familiaridad con ellos y por más que se esforsaban,no conseguian nada de mi parte.

A pesar de que en ocasiones me sentía sola, prefería eso a tener que sufrir la perdida de alguien mas en mi vida.

Ese dia mi jornada laboral  estuvo tranquila y sin ningún percance, ya luego de haber cerrado el local, tome un taxi para llegar a mi departamento, no tenia nada de ganas de esperar el bus, cuando llegue me sentí que caminaba en modo automático de lo cansada que me sentía, ya que solo me basto tocar la cama para caer en un profundo sueño...