Capítulo 14

Hanna

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Los días pasaron y llegó el viernes sin ningún rastro de Joshua, pregunté a sus amigos pero no me dieron respuesta, quería preguntarle a sus profesores pero no sé cuales son sus clases.

Estoy preocupada por Joshua y también un poco enojada.

Él sigue sin responderme los mensajes o llamadas, lo mismo Matthew, he ido a su casa seis veces en está semana y, o me abre la señora Vivian o simplemente nadie me abre.

Esto es tan frustrante...

—¿Por qué no vamos a la cafetería? Tal vez comer algo te anime. —dice Rubí tomándome de la mano.

—No gracias, no tengo ganas de ir a ese zoológico. —aparto mi mano y observo por la ventana.

—Hanna no es bueno–

—Rubí. —digo su nombre en tono de advertencia. 

El silencio se hace presente en el aula, no escucho nada por unos segundos, luego escucho pasos alejándose de mí. 

Suspiro cansada. 

Se que ellas solo intentan animarme pero en verdad no sé qué pensar. La persona que me gusta y mi mejor amigo me están ignorando. 

Pero no es justo que yo haga lo mismo con mis dos mejores amigas.

Me levanto de mi asiento para ir en busca de mis mejores amigas y pedirles disculpas por como las traté, en especial a Rubí. 

—Hola.

Me quedo congelada al ver a Joshua de pie frente a mí. 

¿El es de verdad? No es una alucinación ¿Verdad?

Me paso la mano por los ojos para comprobar que no estoy alucinando. Pero él sigue aquí, de pie frente a mí, con esa bonita sonrisa que hace que mis piernas tiemblen.

—Tú... ¿En verdad estás aquí? —susurro mirándole a los ojos, él solo comienza a reír. 

Dios... Hasta su risa es tan hermosa como él...

—Hanna... —me toma de la cintura poniéndome nerviosa.—Eres muy linda... —dice acercándose peligrosamente a mis labios.

¡Concéntrate Hanna!

Volteo la cara haciendo que Joshua me bese la mejilla. Mentiría si dijera que no quería un beso de Joshua, pero primero quiero saber es el porque me ha estado ignorando está semana.

—¿Por qué... Por qué me dejaste plantada en la cafetería?—me atrevo a preguntar con voz temblorosa.

Joshua esconde su rostro en mi cuello poniéndome más nerviosa de lo que estaba, paso saliva.

—Lo siento bonita... —susurra muy cerca de mi oído. —Tuve que ir a cuidar a mi abuelita, por eso no había venido al instituto y no pude ir a nuestra cita. 

Nuestra cita...

El corazón se me encoge al escuchar sus palabras, no puedo enojarme con él por eso.

—Está bien Josh... Pero podrías avisarme antes... Te esperé por mucho tiempo... —digo abrazándolo. 

El saca su rostro de mi cuello y me mira directo a los ojos, me sonríe y asiente para luego darme un beso en la frente.

—¿Sabes que hoy por la noche tengo una fiesta? —afirmo con la cabeza. —Me gustaría verte ahí Hanna ¿Iras? —pregunta acariciando mi labio inferior. 

Su acción me pone nerviosa, siento mis mejillas arder, oculto mi rostro en su pecho.

—¿Rubí y Violeta pueden ir?

—Si eso te hace feliz, claro que sí bonita.

—Entonces estaré ahí. —lo veo a los ojos y le sonrío. 

—Te veo a las 8 bonita.

Joshua me toma delicadamente del mentón y me roba un beso, solo un toque de sus labios con los míos, me toma por sorpresa su acción, él me sonríe antes de apartarse e irse dejándome embobada en el aula.

La campana que anuncia el final del receso suena sacándome de mi trance, veo llegar a Rubi y a Violeta, les sonrío. 

—Tengo algo que decirles cuando terminen las clases. 

Rubí y Violeta se miran desconcertadas pero no hacen preguntas, pues la profesora de matemáticas llega a dar clases.

Las horas finales de clases se me hicieron rápidas, pues estuve todo el tiempo pensando en Joshua e ignorando la clase de matemáticas. Cuando la campana suena anunciando el final de las clases guardo mis cosas rápidamente y tomo a Rubí y a Violeta de las manos sacándolas del aula. 

—¿Algo bueno sucedió? —pregunta Violeta. 

—Sí, primero me quiero disculpar por tratarlas mal ¿Me perdonan? —pregunto haciendo ojitos.

—Está bien Hanna, no te preocupes. —dice Rubí sonriéndome, la abrazo feliz. —¿Qué es lo que nos quieres decir?

—Aclaré las cosas con Joshua y... Nos invitó a la fiesta de hoy, es a las 8 así que tenemos mucho tiempo para decidir qué nos pondremos.

Las tres gritamos felices, comenzamos a hablar sobre qué nos pondremos y lo que queremos lograr en la fiesta, Rubí dice que quiere besarse con por lo menos a 4 personas en la fiesta y Violeta quiere tener relaciones o por lo menos intentarlo con alguien.

Me despido de las chicas al ver a mi madre esperándome en la salida, le doy un beso en la mejilla como saludo.

—¿Qué tal la escuela?

—Estuvo fantástica. —sonrió. —Me invitaron a una fiesta ¿Puedo ir?

Mamà hace una mueca y no responde.

ugh, supongo que me dirá que no... Pero Joshua quiere que esté allí...

—Mamà por favor, Rubi y Violeta iran... —junto mis manos y le comienzo a  suplicar.

—Hanna. —se detiene ante un semáforo y me mira. —Lo hablaremos más tarde ¿Bien? Ahora hay que ir a apoyar a Jackson. —sonríe.

Asiento, por lo menos tengo una pequeña esperanza en que me deje ir a la fiesta de Joshua. Llegamos a casa, dejé mis cosas en mi habitación, me cambié el uniforme por ropa más cómoda y volví a bajar para ir a ver el partido de fútbol de Jackson.

Cuando llegamos a la universidad mamà va en busca de Jackson y yo voy en busca de asientos en las gradas, logro encontrar dos lugares vacíos, rápidamente los ocupo y le envió un mensaje a mamà con mi ubicación para que le sea más fácil encontrarme; no pasan muchos minutos antes de que me mamà llegue conmigo, me da una bolsa de frituras y se sienta junto a mi.