Solo Un Fantasma

Capìtulo 21

Miércoles — Matthew.

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Saqué mi frustración golpeando el saco de arena hasta que me canse, estudie, mantuve mi cabeza ocupada en un intento de dejar de pensar en Hanna, me fui a dormir y cuando desperte y fui a la universidad mantuve mi cabeza en los libros junto a Kate quien no me pregunto nada, solo me sonrio y me ayudo a estudiar.

Tenía unas horas libres para ir por Hanna antes de que vuelva a tener clases, haciendo a un lado los recuerdos de lo sucedido ayer fui por Hanna a su instituto, me quedé de pie frente a la entrada esperando a que Hanna saliera, pasaron los minutos y no la veia por ningun lado.

Saqué mi teléfono dispuesto a llamar a Hanna pero sentí un suave toque en mi espalda, me gire con una sonrisa en mi rostro, listo para abrir mis brazos y abrazar a Hanna, pero no, las ganas de verla se deshicieron cuando vi a la amiga de Hanna con la que me encontré ayer, me sonrió apenada, mi sonrisa desapareció al ver eso.

–No está aquí ¿Verdad? –dije apretando los puños, ella negó.

–Uhm… Yo… No debería decir esto pero en realidad ella se saltó las clases que teníamos luego del receso. –dijo jugando con sus dedos y viendo el suelo.

–¿No entro a clases? –pregunte incrédulo, ella nunca se había saltado nunca las clases, no hasta ahora.

–Por favor no le digas que yo te dije, pero solo lleva tres días como novia de Joshua y está actuando de manera muy diferente a como lo hace habitualmente.

–¿Diferente? ¿Diferente como?

–Lo sabrás cuando la veas. –dijo girando su cabeza. –Debo irme.

–Esta bi, gracias por decirme esto uhm… –me quedé en silencio, no sabía su nombre, se que las mejores amigas de Hanna se llaman Rubí y Violeta, pero no se quien es quien.

–Rubi, mi nombre es Rubi. –dijo sonriendo, se dio media vuelta y se fue no sin antes girar a verme y despedirse con la mano, hice lo mismo.

Volví a la universidad, tome las clases que me quedaban y luego volví a casa, en donde me duche y me deje caer en el sofá de la sala, mirando el techo blanco me secaba el cabello, estaba cansado, tenía mucha cosas en la cabeza y las palabras de Rubí seguían en mi cabeza. ¿Qué tanto pudo haber cambiado en tres días?

El sonido del timbre y los golpes a la puerta me hizo volver a la realidad, suspiré, me levanté del sofá y abrí la puerta, Jackson entró en mi casa y se sentó en el sofá en el que me encontraba segundos antes, cerré la puerta y lo vi confundido. ¿Qué es lo que pasa?

–¿Sabías que Hanna está saliendo con alguien?

Oh, era eso.

–Si, el lunes cuando fui por ella me lo dijo. –suspire pasándome la mano por el cabello húmedo. –¿Ella te lo dijo?

–No, no nos dijo nada ni a mamá ni a mí. –dijo frunciendo el ceño. –Si no la hubiese visto llegar con ese idiota no hubiese dicho nada. –se cruzó de brazos, se recostó en el sofá y suspiró, luego reaccionó y me miró. –¿No fuiste por ella hoy? Yo llegué hace unos minutos.

Suspire frustrado, me deje caer en el sofá.

–Ayer se fue con él, no me avisó y hoy hizo lo mismo, Rubi, una de sus amigas, me dijo que se saltó las últimas clases.

–¿Qué ella hizo que? –dijo levantándose del sofá abruptamente, yo solo asentí confirmando mis palabras. –Hablamos luego.

Dijo y se fue, fruncí el ceño sin entender bien qué mierda era lo que había pasado, tal vez no debì de decir esas palabras, mi intención no era meter a Hanna en problemas, pero tampoco quería mentirle sobre eso a Jackson.

Si con eso la amiga de Hanna quiso decir que se comportaba diferente pues debo de darle la razón.

Suspiré y subí a mi habitación, en donde me quedé estudiando hasta que el timbre de la casa sonó, bajè las escaleras, mire por la ventana quién era, no pude evitar sonreír cuando vi a Hanna de pie frente a la puerta, volvió a tocar el timbre y esta vez no la hice esperar, le abrí la puerta con una sonrisa que fue borrada en cuanto sentí el golpe en mi mejilla.

Me quedé congelado por unos segundos asimilando lo que acababa de suceder.

¿Cómo es que Hanna…?

–¡Eres un maldito imbécil! –grito y volvió a cachetearme, me tense.

No me importa lo que haga conmigo pero… ¿Qué mierda es lo que pasa?

–¿Q…? ¿Qué sucede? –pregunte confundido, ella se rió sin gracia.

–¿Enserio preguntas? –se pasó la mano por el cabello mientras murmuraba algunas cosas. –¿Es verdad? –pregunta dejándome confundido.

–¿Es verdad que? ¿Qué es lo que sucede Hanna? –intente acercarme a ella pero me evito. Eso me dolió.

Yo. Quien siempre está ahí para ella… Ahora ella me evita.

–¿Es por lo que sucedió el sábado en…? –nuevamente fui cacheteado.

–Callate. –amenazó algo nerviosa.

¿Por qué? Mire por encima de su hombro, él estaba ahí, de pie junto a un poste de luz viendo su teléfono. Apreté los dientes, enojado, inhale y exhale para no perder los estribos.

–¿Qué sucede Hanna?

–¿Te gusto?

–¿Qué…? –dije sorprendido por su pregunta.

–¿Es verdad que te gusto? –me quedé en silencio, ella me miró fijamente esperando mi respuesta, pase saliva y asentí.

–Si… Es verdad –murmuré.

Hanna giró su cabeza evitando verme, apretó sus dientes y sus manos.

–No me vuelvas a buscar a la escuela. –dijo y se fue dejándome de pie frente a la puerta de mi casa.

Apreté mis manos viendo como se alejaba de mí junto a él. En mi tonta imaginación creí que ella iba a aceptar mis sentimientos, creía que de lo contrario seguirìamos siendo mejores amigos, creí tantas cosas y todas ellas fueron inútiles.

Me pasé las manos por el cabello, desordenándolo más de lo que ya estaba, pase mis manos por la cara, estaba frustrado y no asimilaba bien lo ocurrido.

–¿Qué haces de pie ahí cariño? 

La voz de mamá me sacó de mis pensamientos, ella estaba junto a Kate quien la estaba ayudando a cargar algunas bolsas, me regaló una sonrisa y me saludó con la mano a la par que se acercaba a mi junto a mi madre.




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