Solo un poco enfermizo ❃ Hyunin

♡ :  EPÍLOGO

La puerta de su despacho se abrió y se cerró de golpe.

—Quiero que lo despidas.

Hyunjin levantó los ojos de su computadora. Yang Seungmin le estaba frunciendo el ceño, su rostro no expresaba nada de su habitual optimismo fácil y dulzura.

—¿Qué estás haciendo aquí? —dijo Hyunjin— ¿Todavía te duele al caminar?

—Sí, pero…

—Entonces se supone que debes estar descansando. —dijo Hyunjin— La regla general del pulgar es que si una actividad te trae algún tipo de dolor o molestia, dejes de hacerla inmediatamente.

—Eso es lo que dijo él también. —Seungmin se quejó— Quiero que te deshagas de él.

Reclinándose hacia atrás, Hyunjin le dedicó una mirada paciente.

—Asumo que estás hablando sobre tu nuevo fisioterapeuta.

—¿Quien más? Quiero que lo despidas.

—¿Por qué?

Seungmin se metió las manos en los bolsillos, sus ojos color aguamarina cayendo por un momento.

—No me gusta.

—Me temo que esa no es una razón lo suficientemente buena. —Hyunjin dijo con calma— Sabes lo cortos que estamos de personal…

—Soy la estrella de éste equipo. —Seungmin dijo con una agradable sonrisa— Es para tu mejor interés hacerme volver a estar en forma tan pronto como sea posible. ¿No es ese tu trabajo, Hyunjin?

Hyunjin entrecerró los ojos.

—Soy muy consciente de cuál es mi trabajo. Soy responsable de la rehabilitación de todos los jugadores de este club, y no hay nadie con derecho a un trato preferencial. Debido a la avalancha de lesiones en el equipo de primera, el equipo de la reserva y el equipo del Sub 18, nuestros fisioterapeutas están con exceso de trabajo.

—Pero…

—Seungmin, —Hyunjin lo interrumpió, nivelándolo con una mirada— le pedí a Seo Changbin que trabajara contigo como un favor personal para mí. Es uno de los mejores fisioterapeutas y preparadores físicos en Europa. Fuiste increíblemente afortunado de que haya aceptado hacerlo con tan poca antelación. Normalmente sería imposible. Él es muy demandado.

Seungmin se burló.

—Eso explica por qué es un idiota mandón.

Hyunjin se apretó el puente de la nariz. Había esperado que Seungmin estuviera insatisfecho con su elección. Changbin era un gran tipo, pero sus tercos modos dejaban mucho que desear. Changbin no tenía paciencia para las mierdas. No era del tipo que Seungmin podría envolver alrededor de su dedo meñique.

Hyunjin dijo:

—Si quieres volver a la cancha antes del final de la temporada y ser convocado para la Selección Nacional Inglesa, vas a hacer lo que él dice. Y no, no puedes contratar a otro fisioterapeuta. No te voy a dar el alta si Changbin no confirma que estás totalmente recuperado y listo para jugar. Después de todos los problemas que pasé para conseguirte al mejor fisioterapeuta, no conseguirás que lo despida sólo porque no te gusta.

La expresión testaruda en el rostro de Seungmin le era muy familiar. Hyunjin se preguntó si Seungmin y Jeongin se darían cuenta de lo similares que algunos de sus manierismos eran. Ellos podrían no estar relacionados por sangre y podrían no parecerse en nada físicamente, pero Seungmin tenía mucho en común con Jeongin.

La voz de Hyunjin se suavizó.

—Es por tu propio bien, Seungmin.

La expresión obstinada de Seungmin no cambió.Detrás de Seungmin, la puerta se abrió en silencio, admitiendo al hombre del que estaban hablando. Antes de que Hyunjin pudiera decir nada, Seungmin dijo, ajeno de su audiencia:

—Si no lo despides, alguien podría accidentalmente averiguar que te estás follando a mi hermano. Eso sería una pena. Su carrera estaría arruinada.

La sangre de Hyunjin se le heló. Seungmin le dio una mirada curiosa, expectante. Como una araña viendo a una mosca atrapada en su red. Por primera vez, Hyunjin realmente vió lo que Jeongin quería decir cuando decía que Seungmin era una mierdita con dos caras. ¿Cómo podía alguien ser tan hermoso por fuera y tan feo y calculador por dentro?

—Agradable. —dijo Changbin, entrando en la habitación y caminando hacia Seungmin, que se congeló ante el sonido de su voz— ¿Chantaje, Mocoso?

Frunciendo los labios, Seungmin volteó la cabeza y lo fulminó con la mirada. Changbin se veía poco impresionado, sus ojos grises acerados midiendo a Seungmin con una mirada dura.

—¿Por qué no estás en la cama? Te dí instrucciones claras.

Seungmin frunció el ceño.

—¿Quieres decir órdenes?

—Precisamente. —dijo Changbin, sin inmutarse— Necesito hablar con Hyunjin. Ve a esperarme afuera.

Seungmin le dio una mirada rebelde, pero, para sorpresa de Hyunjin, en realidad obedeció. Bueno, intentó salir como una tormenta de la habitación, pero gimió, agarrándose la cara interna del muslo, y ralentizando sus movimientos.

—Cállate. —Seungmin gruñó por sobre su hombro.

—No dije nada. —dijo Changbin, torciendo los labios— Pero si dejas de actuar como un bebé y empiezas a escucharme a mí, te recuperarás el doble de rápido.

—Te odio. —Seungmin dijo y cerró la puerta ruidosamente detrás suyo.

—No te preocupes acerca de sus amenazas. —dijo Changbin, alejándose de la puerta para mirar a Hyunjin— Voy a asegurarme de que no propague esa mierda.

Hyunjin se preguntó cómo iba a lograr eso, pero no lo cuestionó; Changbin no era de hacer promesas vacías.

—¿Querías hablar conmigo? —preguntó en cambio— ¿Vienes a quejarte también?

Changbin resopló.

—Si empezara, estaríamos aquí toda la noche. —Changbin sacó algo de su chaqueta, algo que se parecía sospechosamente a invitaciones para una boda, y las puso sobre el escritorio— Somin me pidió que entregara éstas. Ella no tiene tu nueva dirección. Dale a Jeongin la suya, ¿quieres?

Hyunjin sonrió.

—Ya era hora. —Somin y Changbin habían estado en una relación “estamos-cortamos” por años— Felicitaciones, hombre.

Taehyungasintió antes de levantar las cejas ligeramente.



#3909 en Novela romántica
#255 en Fanfic

En el texto hay: hyunjin, jeongin, hyunin

Editado: 03.06.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.