Solo una noche más.

♡♡♡ 9.- Juegos ♡♡♡

KENDRA…

En algún momento la lluvia empezó a caer del cielo humedeciendo los alrededores poco a poco, ninguno de los dos ha dicho gran cosa y sorprendentemente creo que el señor Jones esta casi igual de nervioso que yo, me da un retortijón en el estómago cuando tenemos que meternos al elevador, nuevamente ambos entramos torpemente, eso casi me hace reír, al menos, creo estamos en igualdad de condiciones, lo que si note fue las miradas de reojo que el daba a mi dirección, ¿estaba ya arrepintiéndose?, ¿si fuese así me iría molesta o feliz?, no lo sabía y no saberlo con exactitud no me gustaba para nada

ELLIOT…

La notaba perfectamente era muy consciente de su presencia a mi lado, su cuerpo estaba justo aquí pero su mente no lo estaba, y tenía la certeza de que eso era debido a que tenía dudas, era… raro, esto era nuevo, no quería sonar como un hipócrita o algo parecido pero no era normal que él o su pareja dudasen mucho antes de ir a la cama, pero justo ahora ambos estábamos con la mente en blanco, necesitaba moverme si no quería que todo se jodiera de un segundo para otro, ¿una idea arriesgada?, desde luego, ¿serviría?, esperaba que sí, sortee las cosas de mi apartamento hasta llegar al pequeño rincón del alcohol, saque uno de los vinos más caros que tenía y lo deje con manos expertas en la mesa central, respire hondo y me acerque con pasos seguros a Kendra, la tome de la manera más suave que me fue posible y la guie hasta los sillones individuales, de repente ella pareció salir de su estupor mirándome con sorpresa, lo único que pude hacer fue sonreírle, notaba que tenía ¿miedo?, si, supongo que esa era la emoción que estaba intentando alejar

—¿Qué haces? —Pregunto con tono bajo pero curioso, intente darle una respuesta pero nada surgió de mis labios, así que solo me limite a sentarla y servirle un poco del vino, cuando me asegure sé que estaba cómoda tome asiento justo frente a ella

—¿Confías en mí? — Justo en ese momento fui consciente de que deseaba que su respuesta fuera si

—¿Qué cosa? —me miro un poco confusa

—¿Confías? —No le die espacio al dudar, su mirada se tornó llena de incertidumbre, pero poco a poco entendió que le estaba pidiendo su confianza, así que ella muy lentamente asintió

—Bien—de nuevo mi lado cavernícola se retorció con felicidad ante el hecho, esta vez era necesario empezar el “juego”, algo como verdad o abstinencia pero claramente inclinado al ámbito sexual, incluso podría llamarlo “caricia/estimulación o abstinencia”

Si bien aún no era el más conocedor de Kendra, sabía que ella sin duda se desenvolvía bien en los ámbito sexuales, no tenía tapujos a la hora de decir lo que quería o hacerlo por ella misma, y esa era una carta que puedo usar a mi favor. Empezamos el juego, me arrodille justo frente a ella deteniéndome en cada punto de su cuerpo, joder es hermosa, poco a poco empecé a jugar con ella empezando con cosas muy sencillas, banales incluso, incluso termine por enterarme de que el padre de ella la abandono cuando solo era una cría, pero tampoco fue una gran perdida

Yo también respondí varias cosas, no podía solo pedirle algo sin dar algo más a cambio, poco a poco el ambiente y la tensión sexual empezaron a elevarse, el ambiente se tornaba más y más íntimos entre ambos, tras una buena hora empecé a dirigir la plática a lo que de verdad me interesaba saber, notaba que estaba cerca y usaría eso como arma de doble filo

—¿Qué sucedió esa noche con ese hombre? —Sus ojos cerrados se abrieron de repente con gran rapidez, me miro con cero gracia e incluso hizo una mueca

—¿Tu como sabes de eso? —Notaba que su mente giraba en torno a los posibles culpables, así que no le daría mucho tiempo para que pensase en ello

—Cierta persona creyó prudente contármelo a grandes rasgos

—¿Quién? — Parecía molesta y un poco dolida, necesitaba dejarle sin margen de tiempo

—¿Abstinencia? —Pregunte, su mente de nuevo giro en torno a la idea, gracias al cielo y a su estado de excitación ella negó y empezó a hablar en voz baja

—Llegué a ca… al apartamento—Sus caderas se alzaban en busca de mi contacto, fui muy cuidadoso de darle solo lo suficiente, no más, no menos —¿No… no se lo iras a— Cerro los ojos con fuerza—Dios, no se lo iras a decir a nadie, no?

—Nada saldrá de mi boca—Murmuro en respuesta depositando un ligero beso en el interior de uno de sus muslos

—Estaba…—Un pequeño gemido la interrumpe—Esta en nuestra casa— Sus manos se dirigieron a  mi melena intentado apegarme más a ella, yo estuve más que feliz de darle lo que buscaba —Escuche ruidos… ruidos en la habitación entonces… camine hasta allá —De repente ella se pone en pie alejándose de mí, con respiración agitada— No… no puedo hacerlo—me levanto de la manera más calmada que puedo acercándome de nuevo a ella —No quiero que me… —Suspira —que me veas así— Deposito un beso en sus labios mirándola a los ojos

—No pasa nada, ¿no crees que es momento de dejar eso atrás?

—Yo…—Su voz se rompe y con eso solo me dan ganas de ir a buscar al idiota ese y romperle lo que tiene por cara —Yo…—La tomo entre mis brazos hasta llevarla a un sofá más grande y por mucho más cómodo, la cubro con mis brazos como protegiéndola

—Sácalo—le murmuro con tranquilidad, ella llora un buen rato gasta que más calmada e hipeando solo me murmura




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