Solsticio

CAPITULO IV "SI ERES INTELIGENTE TODO SALDRÁ BIEN..."

 

CAPITULO IV

 

SI ERES INTELIGENTE TODO SALDRA BIEN…

 

 

 

Cuando abrí los ojos, un sentimiento de frustración me colmo por completo, como era posible que siempre terminara así, atada y amordazada. Bueno quizás no sepan otra manera de detenerme que haciendo que pierda el conocimiento, me reí por dentro. Todo estaba sumergido en la oscuridad, tan así que creí que era mi imaginación y que aún estaba inmersa en la penumbra de mi inconsciente por el golpe.
Maldije al sentir el terrible dolor de nuca, la próxima vez no les será fácil detenerme. _les prometo, que la próxima no podrán agarrarme desprevenida. Le grite a la oscuridad.

Tengo que ir al siguiente nivel con todo esto. Ver hasta donde soy capaz de llegar con lo que me sucede, sea lo que sea que es.
 ¿Qué me están administrando? Me pregunte ya que me dolía terriblemente el brazo, sabía que me habían conectado nuevamente al suero, ya que no me sentía con fuerzas y todo se me daba vueltas. _esto no puede detenerme. Esto no puede detenerme, me repetía una y otra vez. Pero lo que me habían inyectado en  esta ocasión vaya sí que era fuerte.
Levante la vista y ya no me encontraba en el reclusorio, ¿que era este lugar?, nunca había estado aquí. Estaba sentada en un sillón en una gran biblioteca muy antigua por lo visto, un gran libro estaba abierto en un pedestal, me pare y me acerque para leerlo, pero la vos de una joven me saco de rumbo. Intenté buscarla, pero no la encontré. Solo se escuchaba su vos que me decía _si eres inteligente todo saldrá bien…
Un balde de agua helada, me fue lanzado para que despertara. Sacudí mi cabeza evitando ahogarme, escupí el agua de mi boca cuando logré ver a Strauss, estaba parado frente a mi sonriendo de oreja a oreja.
_ves…si eres una chica problema después de todo.
_suéltame. Le exigí

_de verdad, me crees tan idiota.

_no, todo lo contrario, sé que si eres inteligente me dejaras ir. La risa de Strauss hizo eco en el lugar donde estábamos
_dejarte ir, no lo creo. Aun no me he quitado las ganas contigo.

_acaso no sabes lo que le hice a mis compañeras. Le pregunte mirándolo con desprecio

_solo demostraste que necesitas manejar tu ira. Solo eso, podría decirse que actuaste en defensa propia. Nada más -Se acomodó cruzándose de brazos-

_me estas bromeando. Casi las mato –grite-

_eso sucede muy a menudo aquí y no por eso libero a las muchachas que lo hacen.
_creo que lo tendrías que considerar conmigo. Le dije entono brusco, mirando fijo a sus ojos, Intenté mover mis muñecas entre las ataduras, pero me fue imposible, quise moverme en la silla, pero no podía, tenía una desesperación por querer salir y liberarme. Como era posible si antes había podido hacer cosas que jamás hubiera imaginado, como es que ahora no podía liberarme de unas simples ataduras

_puedes intentar todo lo que quieras, pero no podrás zafarte. El sedante que te coloque podría dormir a medio pueblo de Illinois
_cómo? Porque?
_como dice tu madre…una joven incapaz de contener la ira, claro eso ya lo he visto. Que más dice a ver. Que de pequeña comenzaron a medicarte porque alucinabas. Se acercó a donde estaba y me hablo al oído _te medicaban porque movías cosas-susurro-

_mis padres lo sabían.

_claro, por eso tomabas medicación, además atacaste a ese muchacho. Por eso te encerraron aquí, para que no dañaras a nadie más.
_jamás lastime a nadie. Luca quiso abusar de mi hermana y luego lo quiso hacer conmigo. Yo solo me defendí.

_claro, seguro. Tú no te preocupes. Que a partir de ahora tendrás un tratamiento especial. Se alejó de mí y acomodo su chaqueta _sédenla de nuevo la quiero bien dormida.

_no, otra vez no. Y sus ayudantes volvieron a sedarme.
 

 

Las palabras de Strauss, me daban vueltas y vueltas por la cabeza, como era posible que no recordara los incidentes que mi madre dijo. Recuerdo las citas al doctor, los medicamentos que me causaban náuseas y dolor de cabeza, pero jamás lastime a nadie. Podría tener apariencia de una muchacha ruda pero soy incapaz de matar a una mosca
A qué se refería la vos de esa muchacha con que debía ser inteligente. Por lo visto estaban bien informados sobre mí, incluso más que yo.
Escapar, despertar y ya no perderé el tiempo, como me lo habían advertido debía actuar con inteligencia. Mi respiración era pesada, estaba sola, perdida en la oscuridad. Vi una pequeña luz casi al final, muy lejos donde me encontraba, caminé hacia ella y allí la vi, triste, pero bien. Había retomado su vida, vivía con mi padre, al parecer Clara ya no formaba parte de la ecuación, mi padre ya no era el mismo, su angustia era evidente, sabía que era por mi ausencia o quizás porque en el fondo seguía amando a la mujer con la que se casó, note como el brillo de sus ojos había desaparecido, ya no trabajaba todo el  día ya que ahora debía de cuidar a Israel, anhelaba volver con ellos, retomar mi vida y mis sueños, pero luego observe mis manos y entendí que con esto que me pasaba no podía volver con ellos, no si los amaba lo suficiente y quería su seguridad me hubiera gustado decirles que estaba bien, que los extrañaba con toda mi alma, pero eso les daría esperanzas y no podía jugar con sus sentimientos de esa manera, era mejor que sufrieran mi perdida ahora y no sufrir por mi dos veces. Pude notar que lloraba al sentir mis mejillas se humedecían, al tocarlas desperté exaltada con mi respiración agitada, como si todo ese tiempo me hubiera aguantado el respirar.
 Me encontraba acostada, tenía una bata de hospital y estaba atada con grandes cintos de cueros en manos y piernas ¿Qué me harían ahora?, ¿sería otro método de tortura? Me sentía realmente agotada, quizás debía dejar que me matara de una vez, yo no había elegido esto, solo quería ser normal, volver a caminar por las calles, andar en bicicleta, volver a ver a mi hermana, quiero sí, quiero tantas cosas.  
El ingreso de Strauss a la sala hizo que dejara de pensar. _que intentas hacerme le pregunte con la voz áspera, pero no me contesto. Solo caminaba alrededor de la habitación acomodando o buscando algo. Eso me inquietaba, me retorcía de alguna forma inútil, intentando de alguna manera zafarme. _ ¿qué vas hacer conmigo? Volví a preguntar, pero ya de forma angustiada.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.