Solsticio

CAPITUL VIII "MUCHACHA DE OJOS DE CRISTAL"

CAPITULO VIII

 

LA MUCHACHA DE OJOS DE CRISTAL

 

 

 

 

Todos se fueron a sus respectivos cuartos, los hombres se encerraron en la biblioteca y las mujeres se fueron a la cocina. Luego de un momento me percate que me encontraba completamente sola, alrededor de personas totalmente desconocidas, casi me habían sorteado a la suerte para saber dónde me quedaría y a decir verdad ¿Dónde rayo me encontraba? ¿estaba lejos del que había sido una vez mi hogar? ¿estaba lo suficientemente alejada del reclusorio? Quizás tarde o temprano me encontrarían y todo se descubriría, pero peor aún, estas personas que querían ayudarme estarían en problemas por mi culpa. 

Por un momento me sentí perdida, vaya a donde vaya podrían encontrarme, ya ningún sitio era seguro y cualquier persona que intentara ayudarme estaría en peligro.
Camine por la sala hasta el ventanal principal, apoye mi mano en el vidrio y se abrió electrónicamente,  observe el bosque espeso intentando que la naturaleza me dijera que hacer o quizás esperaba una señal del mas allá para no cometer un error garrafal al quedarme

 

_aquí estas? Sucede algo? La vos de la muchacha hizo que me volteara a verla _aquí tienes, espero que sea de tu agrado. - extendió hacia mi unos jeans y zapatillas.
_gracias. No era necesario. Le dije simulando una sonrisa

_porque de seguro, aun piensas en irte. ¿Verdad? O acaso me equivoco.
_no, aun delibero si todo esto es un error

_error, o no. Vas a quedarte, ningún otro lugar es más seguro que con nosotros.
la observe ya con miedo, como podía saber lo que pensaba, acoso podía leer la mente _no me temas, porque yo no te temo. La muchacha intentaba darme seguridad, pero lo único que lograba era que más me asustara lo que hacía. _mira, quédate tranquila. Así como a tu tiempo sabremos de ti, así sucederá con nosotros, a su tiempo se aclararán tus dudas.

_porque me hablas como si me conocieras… le pregunte sin rodeos.
_quizás en otra vida fue así. Dijo y sonrío.
_muchachas, ya está lista la cena. Vamos al comedor. Carla apareció en la sala para cambiar de golpe el tema.

_la verdad, no tengo apetito. Le dije a la mujer que se encontraba esperando a que la siguiéramos al comedor, frunció su entrecejo por lo que tuve que explicarme _solo quisiera quedarme aquí sentada. Señale el cómodo sillón de cuero blanco.

_jovencita, no morirás de hambre. Así que vendrás con nosotras y comerás.
_Carla no acepta no por respuestas. Dennis se acercó a mí y me llevo con ella hasta el comedor
todos se encontraban ya sentados, Sean sonrió al vernos llegar pero Jared ni siquiera levanto la mirada en nuestra dirección, ¿qué le pasaba? Antes había sido tan amigable y ahora estaba tan frio como un tempano. Mire a los demás y Marcus se sentaba en la cabecera con Connus y Fabio de ambos lados, Melanie serbia la cena junto a la servidumbre, Faith tomo la mano de su esposo y ambos me miraron llegar, sus miradas eran cálidas, podría decir que hasta paternales, hacía tiempo no me miraban con tanta calidez, eso me dio tristeza, pensar en mi padre e Israel, ¿cómo se encontrarían?, ¿pensaran en mí?,¿siquiera me extrañarían un poco? Carla me indico mi asiento que estaba justo frente de Jared, me acomode en la silla y opte por también serle indiferente, quizás era lo mejor. No, me corrijo, es lo mejor.
Dennis y Sean bromeaban intentando de alguna manera romper el hielo, integrarme o de alguna forma intentar que me relajara y emitiera alguna palabra, pero era energía perdida, solo comí lo necesario ya que tenía completamente muerto mi apetito. Intente acomodarme en la silla de nuevo ya que mis nervios hacían que mi cuerpo estuviera rígido, fue cuando una puntada profunda hizo que me tomara rápidamente el abdomen haciendo que me encogiera, quejándome de dolor.
Casi instintivo, Jared se puso de pie abalanzándose sobre la mesa para asegurarse que yo estuviera bien, trague amargo simulando el terrible dolor que sentía, cuando levante la mirada sus ojos se conectaron con los míos, fue como si el universo mismo se detuviera en ese instante, no escuchaba nada solo el latir de mi corazón que iba al ritmo de mi respiración acelerada.  No sé si el sintió lo mismo, pero no saco su mirada fija de mis ojos celestes cristalinos. Fue hasta que otra puntada me saco del trance en el que me encontraba, esta vez fue Connus quien se puso de pie y corrió a ver cómo me encontraba.

_debes descansar, será mejor que vayamos a casa. 
Jared tomo su mano y la apretó con fuerza _no te aflijas ella está en buenas manos. Con cuidado Connus me tomo de los hombros y ayudo a que me pusiera de pie. Todo bajo la mirada exhaustiva de Marcus que no dejo de cenar en ningún momento, como si no hubiera pasado nada. Solo observaba.
 Dennis le entrego un bolso con cosas a Faith quien le agradeció con un beso en la frente.
_si, necesita más, solo pídelo tía. Dijo la joven acariciando el brazo de la mujer. Sean y Fabio fueron hasta el auto, para ayudar a Connus a subirme. Cuando ya estábamos listos para partir, observe a Jared que aparecía en la puerta y miraba como echaba andar el automóvil.

 

 

El camino que tomamos al salir se notaba que era interno ya que en ningún momento salimos del bosque, cruzamos un pequeño puente de cemento y llegamos a la que sería mi casa por el momento, una enorme reja se interponía ante nosotros. Comenzó abrirse e ingresamos despacio, el camino seguía rodeado de árboles hasta una pequeña colina donde se encontraba la casa. Casi me quede sin aliento al verla, tenía unas escaleras ubicadas en ambos lados para subir hasta la puerta principal, al ser de noche tenía un parque todo iluminado que daba a un lago propio.
 Faith y Connus me acompañaron hasta la que sería mi habitación, me sentaron en la cama y solo tendí a suspirar con profundidad debido al agotamiento que sentía.
_las dejare para que puedan acomodarse.  Dijo Connus acariciando el hombro de su esposa y regalándome una sonrisa cordial.
Faith observo como se retiraba del cuarto y me miro con ternura, coloco sobre la cama el bolso que le había entregado Dennis y se acercó sentándose luego a mi lado. Guardo silencio sin saber cómo empezar la conversación, la entendí ya que era demasiado incomodo recibir en tu casa a una desconocida.
_gracias por recibirme en su casa. Le dije timidamente




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.