Sombra Escarlata [liebestraum - 1]

Capítulo 2.

15:08; Apartamento de RJ.

 

Golpeé la puerta con mucha brusquedad por tercera vez. No obtuve ninguna respuesta y aquello me enfureció. ¿Dónde cojones estaba ese imbécil?, pensé y como si fuese por voluntad divina, alguien a quien reconocí como RJ soltó una cadena de maldiciones antes de aparecer por la misma puerta que muchas veces cuando era joven había pasado.

 Inspeccioné la melena rubia opaca y los ojos verdes que aparecieron frente a mí, podía jurar que verlo otra vez fue igual que ver un fantasma de la vida de Alessandro como también ver el mismo color de pelo que una vez tuvo (Ahora lo llevaba teñido), también creo que él estaría molesto por haberme involucrado con su padre.

—Jesús, ¿eres el chico pelirrojo que usaba los frenos?, quiero decir el amigo de Ale, mi hijo—El hombre o más bien el joven me miró con una expresión entre confusa y emocionada.

  Sin detenerme a saludarlo respondí con dureza—Sí. Soy ese chico y mi nombre es Florian, ¿puedo pasar?, quiero discutir unas cosas contigo.

  RJ me sonrió con cierta hipocresía y se hizo a un lado para dejarme pasar.

—Adelante, ¡Margarita, ven aquí y tráeme un tabaco!—Gritó el mayor justo cuando pasé delante de él.

  Cuando entré, mis ojos se desviaron hacia el desorden que había en la mesa de té; había pastillas, cervezas, botanas abiertas y el empaque de un preservativo abierto, a lo último no pude evitar sentir asco por tener una idea de lo que estaba haciendo el padre de mí amigo antes de que apareciese en su apartamento.

   Una mujer con cabellos decolorado y despeinado pasó frente a mí, no la conocía pero por su poca ropa y aspecto deduje que era un ligue de RJ.

  Maldita sea, ¿este era el ambiente en que Alessandro tenía que soportar vivir?

—Margarita, cúbrete por dios. Sé que eres una prostituta pero ten algo decencia, él es un amigo de Ale—Escuché al hombre de cabello ondulado quejarse y una vez la mujer desertó, me aproximé hacia el hombre que calaba el humo de su tabaco.

—Me dirás que es lo que quieres de mí o me harás perder el tiempo, no estoy de ánimos como para esperarte hasta que tengas ganas de hablar.

—No será mucho tiempo RJ, quería saber, ¿a dónde ha ido Ale?

  El padre de Alessandro ni siquiera se molestó en mirarme mientras le preguntaba del paradero de su hijo púes, tenía su atención puesta en su celular.

  Exhalo y caló nuevamente el humo dañino—No tengo idea de donde podría estar ese idiota—Afirmó como si nada.

—RJ, es tu hijo, se trata de tu hijo no de una mujer o ligue de una noche. Deberías de estar buscándolo como loco o tratando de hallarlo—Respondí con exasperación ante la indiferencia de Reece que demostraba hacia su propia sangre.

—Mira frenos, ¿puedes detener tu discurso barato de cómo-ser-un-buen-padre?, creo que ya estoy cansado de escuchar cada día la misma mierda de todos los que conozco, me van a sangrar los oídos la próxima vez que oiga esa porquería. Para tu información Alessandro fue quien voluntariamente me pidió que no me metiera en su vida unas quince veces, estoy cansado de tratar de mantener una relación que desde hace dos años ya no existe, ¿entiendes?, él vive aquí pero eso no quiere decir que seamos cercanos. A lo mejor está enrollado con alguna chica en algún lugar y tú estás haciendo un drama porque no lo viste una noche. ¿Lo ves?, ahora vete, tengo asuntos con verdadera relevancia que atender.

Tiré de mi cabellera entrelazándole entre mis dedos—Él fue a hacer un mandado suyo anoche, estoy seguro que mencionó que avisaría cuando estuviese cerca. Nunca recibí el aviso habitual que siempre escribe cuando no puede ir a un lugar, RJ te digo que esto no es normal—Presioné tratando de hacer entrar en razón al supuesto padre de mi mejor amigo.—¡Ya sé que le has estado haciendo la vida cuadritos a Alessandro!, no soy ciego ni un idiota para no ver que está fingiendo que todo va bien en casa, todas esas veces que se queda demasiado tiempo en el baño tratando de ocultar los moretones con maquillaje, ya sé toda esa jugada que hace cuando está tan mal que no puede ocultarlo y se esconde de nosotros, sus amigos, con él único propósito de evitar esa conversación—Florian clamó sin miramientos, cansado de saber tanto de lo mal que la estaba pasando su mejor amigo y quedarse viendo o no hacer algo para cambiarlo.

  El pelirrojo vio las fosas nasales de RJ abrirse y cerrarse, el tabaco ya se hallaba en el cenicero de la mesa, su ceño estaba tan fruncido que pensó que le daría dolor de cabeza. Margarita apareció por segunda vez—sin estar en ropa interior—con su rostro manchado con total confusión marcando sus rasgos.

— ¿Todo bien muchachos?

  Florian notó un tinte de nerviosismo en la voz de Margarita al notar la tensión en el lugar.

  Sin romper el contacto visual el rubio se acercó de manera peligrosa a Florian no obstante aquello no le hizo retroceder, dejó que el hombre tirara de su camisa en un puño. —No sabes cuándo echar atrás, ¿verdad, Flores?—Dijo el hombre más alto.

—Guao, deténganse ustedes dos, lo que sea que ustedes tengan manténgalo abajo.

—Margarita, gracias. Puedes irte.

—Estoy sorprendido, no esperaba que un animal como tu supiese dar las gracias—Escupí mordaz.



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En el texto hay: misterio, asesinato, boylove

Editado: 12.09.2021

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