Rodeados por un enorme séquito de encapuchados dirigidos por el malvado Tarso, Magnus, Sena y Frank estaban a un paso de verse cara a cara con la muerte, pero también a un paso de decidir todo lo contrario si querían seguir con vida en medio de la terrible crisis estudiantil por la que pasaba el Campus y que se intensificaba cada vez más a consecuencia de los nefastos movimientos ejecutados por el grupo Anarquía y su maquiavélico líder, el temible Rivius.
Con la verdad revelada acerca de los sucesos del pasado, el Portador de Luz había logrado comprender la razón de muchas cosas, desde el porqué de su llegada a este Campus, hasta incluso las motivaciones de sus actuales amigos y algo también sobre su eterno rival, Silfer, quien a su vez estaba lidiando con los mismos enemigos que él pero en otro sector del terreno estudiantil, yendo en dirección hacia Derecho en compañía de Flora, mientras que por otro lado, Julius y Josy, ya recuperados del trance anárquico, fueron testigos al igual que todos los leguleyos del impactante poder del arma divina de los oscuros, Lumine.
— Bueno. Parece ser que ya no les quedan muchas opciones tras escuchar el relato de mi señor. Entonces, solo les queda elegir: O morir o ser uno con la Sombra. —Decía Tarso previo a dar la última orden a sus hombres.
— Pues la verdad, preferiría morir antes que ver la Oscuridad, digo… no es por nada pero soy algo miedoso con ese tema. —Opinaba Frank sin tapujos.
— ¡FRANK! —Exclamaron furiosos Magnus y Sena.
— Bueno, en ese caso… ¡Mátenlo! —Ordenó Tarso.
— ¡¿Qué?! ¡No no! I’m too young to die! —Exclamaba aterrorizado Frank con palabras en inglés.
Y justo cuando los iniciados de Anarquía se disponían a matar a sangre fría al joven, dos brazos bloquearon de súbito los ataques del primer grupo de enemigos. Eran Magnus y Sena, quienes con sus propias fuerzas físicas los neutralizaron, desatando así la ira de Tarso.
— ¡Hasta cuando vas a seguir diciendo tonterías Frank! —Exclamaba Sena enojada con el joven mientras forcejeaba con los encapuchados—. ¿Y qué te dije sobre el inglés?
— ¿Qué quieres que haga? Es inevitable no decirlo. —Se justificaba Frank.
— ¡Chicos, después discuten, hay que salir de aquí! —Recordaba Magnus a ambos.
Los encapuchados seguían insistiendo con ataques grupales entre golpes y poderes oscuros, intentando neutralizar al trío de héroes leguleyos, pero Magnus era muy listo y siempre buscaba la forma de adivinar los movimientos de sus rivales debido a la agudeza de su mente y al gran desarrollo de sus poderes de Luz, los cuales le permitían predecir al instante los distintos ataques del séquito de Tarso.
Sin embargo, el mayor peligro para los tres era precisamente el susodicho líder de aquel peligroso ejército, ya que sus fuerzas oscuras eran por lejos superiores a las de los propios encapuchados, por lo que en una demostración de rabia decidió intervenir, lanzando fuertes ráfagas de oscuridad contra Magnus, a fin de complicarle más las cosas.
— Oh my God! ¡Ese desgraciado intenta neutralizar a Magnus! —Exclamó asustado Frank.
— ¿Qué sucede Portador de Luz? Si continúas defendiendote, nunca podrás derrotarme. —Lo provocaba Tarso.
— ¡Deja tranquilo a mi pololo, infeliz! —Reaccionó furiosa Sena.
En cosa de segundos, la joven se lanzó al ataque con una lluvia de puños contra el malvado ser, pero este se protegió rápidamente con los suyos propios, bloqueando cada uno de los golpes de su rival, para después lanzarla por los aires con una mortal ráfaga de poder, haciendo que ella impactara contra la muralla de un edificio aledaño.
— ¡Sena! —Exclamaron al mismo tiempo Magnus y Frank.
El Portador de Luz, furioso por la acción de Tarso, lo atacó con todas sus fuerzas usando sus explosiones luminosas, pero el susodicho fue más astuto y aprovechando el impulso de frenesí por parte del joven, lo agarró del cuello y lo derribó contra el suelo, a fin de matarlo de un solo golpe.
— Muere… —Dijo Tarso.
Pero justo cuando se disponía a ultimar al joven héroe, unos peñascos aparecieron de la nada y golpearon duramente a Tarso, quedando este con el rostro lastimado. Era Frank, quien no se sabe cómo, obtuvo algunas piedras de los escombros causados por la pelea anterior y los lanzó contra el secuaz de Rivius a modo de distracción. Este, furioso, le disparó un rayo de Sombra, electrocutando intencionalmente al joven, quien cayó de bruces contra el suelo, agonizando por el shock recibido.
Tarso se fue contra él, pero en cosa de segundos Magnus se recuperó y le lanzó una poderosa esfera de Luz para neutralizarlo, pero al instante un grupo de encapuchados se colocó en medio de la trayectoria, recibiendo estos el impacto del ataque ejecutado por el joven héroe en lugar de su líder.
— “Nuestro señor Tarso debe vivir, para que la oscuridad reine sobre este mundo.” —Dijo uno de los encapuchados.
— ¿Qué? ¿Acaso piensan sacrificarse solo para ver destruido el Campus? ¡Se supone que ustedes también son estudiantes de aquí! —Exclamó Magnus desconcertado.
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Editado: 28.06.2020