ERIK
Ser víctima de tus propias acciones, tus decisiones, buscando hundirte más en la mierda en la que te encuentras.
Comprendí a que se refería cuando lo vi regresar por su propia cuenta a su destrucción, entendí que tenía razón cuando dijo
que no podría protegerlo de sí mismo.
Suspire y cerré los ojos buscando alguna respuesta a este problema como si se tratará de un simple examen pero sabía que
esto era más difícil y cualquier decisión que tomará conllevaba una gran responsabilidad.
Pague la cuenta del hospital con la tarjeta que me había dado mi madre y regresé a casa después de tres días con un dilema.
Sabia que debía detenerlo pero no lo hice.
Conduje mi auto por la carretera mas larga esperando retrasar mi llegada a casa no queriendo encontrar al chico de enfrente por
ahora pero al llegar no pude evitar observar su casa viendo como se encontraba sentado en el suelo recargando su espalda en
la pared cerca a su puerta viendo el cielo con lo que parecía ser la ráfaga de una emoción inexistente con la que yo quería soñar.
—Estúpido iluso.
Expresé bajando me del auto para ingresar a casa pero unos pasos atrás de mi me hicieron mantener la mano en el pomo porunos segundos antes de sentir que unos dedos tocaba mi hombro de manera sutil.
—Sabes lo preocupada que estaba por ti.
Muy estúpido en realidad y aunque resultaba muy realista aceptarlo el nunca escaparía de ése infierno sin importar cuánto tratará de tomar su mano.
—Lo siento.
Me disculpe buscándolo con la mirada pero el ya no estaba ahí y sólo se encontraba mi madre viéndome molesta con unas
bolsas de supermercado en sus manos.
Me di la vuelta y gire el pomo ingresando a mi casa tratando de ignorar los gritos que se escuchaban.
—Hijo se que esto no a sido nada fácil para nadie pero comprende que si te desapareces por 3 días sin darme una explicación de donde estas y sólo me mandas mensajes avisándome que estas bien y que no llamé a la policía no se que hacer.
Ella se encontraba frente a mi pero yo me encontraba divagando recordando las heridas que llevaba en el costado.
¿Que debía hacer?, ¿como lo hacía?.
Tenía miles de preguntas sin respuestas llegando a una conclusión en un desesperado intento de ser racional.
No es mi problema.
Apreté las manos en un puño y camine hasta mi habitación con la tensión estrujando mi pecho.
Camine por la habitación como un león enjaulado naufragando en el video que le destruyó la vida a mi hermanareproduciéndose en mi cabeza.
Cada grito, cada súplica y ese llanto desesperado.
Saque el arma que había guardado sin que mi madre se enterara y salí bajando las escaleras seguido de mi madre que sehabía comenzado a alterar.
—¿Que estas haciendo Erik?, ¿Erik a dónde vas con esa arma? —Veía la casa de enfrente caminando hasta ahí con una solacosa en mente.
Si sus padres son el problema debía desaparecer los.
Una patada fue suficiente para hacer ceder esas viejas bisagras hallando la sorpresa de todos siendo reemplazada por el pánico de los dos adultos al tener un arma apuntando su cabeza.
Todo se volvía lejano dejando mi respiración agitada y las fuertes palpitaciones de mi pecho como único sonido por unoseternos segundos que fueron interrumpidos por mi madre me tomaba del brazo intentando detenerme mientras el se paraba frente a mi tomando el arma entre sus manos para dirigirla hacia si mismo como si me pidiera que lo maté ahora.
Sus indescifrables ojos oscuros me amenazaban retandome a continuar.
Tome su muñeca con mi mano libre saliendo de aquella casa entre forcejeos por parte de el y el miedo de mi madre —¿Que te ocurre Erik?.
Ingrese a casa junto a mi madre y el chico de enfrente totalmente molesto azotando la puerta tan fuerte que se cayó un adorno
de un mueble.
El chico de enfrente me veía molesto tratando de liberarse de mi agarre mientras mi mente se encontraba echo un caos
recordando lo que acababa de hacer en cámara lenta.
—!!Déjame en paz¡¡ —ordenó liberando su muñeca mientras me hacía aún lado viendo como abría la puerta dispuesto a regresar a ese sitio.
—Quieres que regrese por ti otra vez y dispare —vi como se detuvo de inmediato —Tal vez termine matando a tu madrepor accidente.
Se quedo callado y en silencio por unos minutos volviendo a entrar con evidente frustración.
Sus ojos acusadores hostigantes me hicieron voltear.
—Erik.
La ignore caminando a mi habitación sin poder enfrentarla ahora.
¿Porqué todo me hacía sentir como si fuera el malo de la historia si lo único que quería era ayudarlo?.
Me encerré sin poder creer lo que acababa de pasar tratando de recuperar la compostura.
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Editado: 07.11.2023