" ¿cómo puede el diablo empujarte a alguien que se parece... tanto a un ángel cuando te sonríe? "
-taylor swift
Capitulo 16
Agito mi cabeza para Salir un poco de ese flash back que tenia, escucho unos fuertes golpes abajo me levanto para bajar las escaleras temerosa al finalizar de bajar me encuentro con Malory, Axel, Kara y Roman en el piso, a pasos desesperados y con el pulso enloquecido camino hasta donde ellos para ver si tienen pulso, le reviso a cada uno de ellos y respiro un poco aliviada al sentir el pulso de cada uno y respiro un poco <<que les hizo a hora?, ¿que trama ahora? son mas las preguntas que tenemos Lexi >>, siento nerviosismo siento como mi piel se eriza al escuchar unos fuertes pasos detrás de mi y su perfume inunda mis fosas nasales , me levanto despacio y volteo mi cabeza lentamente hasta observar de reojo a aquel chico alto y misterioso con su pasamontañas negro y sus ojos azules como el cielo, mi pecho se agita por el miedo
—¿tienes miedo?— dice el desconocido con voz ronca y de manera sutil pero aun asi me sobre salto un poco y niego aunque para ser sincera estoy que me muero del miedo, siento los pasos y queda atras de mi
—si cooperas, linda no te haré daño, pero si intentas hacer algo tendrás que atenerte a las consecuencias — dice quitando mi cabello de mi cuello y dejándolo libre y deja un pequeño beso en mi cuello —dulces sueños, linda— dice el chico y siento como algo se hunde en mi cuello, con un líquido y pego un pequeño grito al sentir que me ha inyectado algo y lo saca volteo, lo observo, todavía con su pasamontañas y muevo mi cabeza de lado mientras lo observo y siento que todo da vueltas para caer de rodillas y ver al desconocido de una forma borrosa y se quita el pasamontañas no logro ver su rostro,mis ojos pesan mas de lo normal parpadeo pesadamente y lentamente se cierran completamente
Al despertar me muevo y observo árboles y debajo de mi tierra, me levantó rápidamente viendo a todos lados, conozco este lugar esta cerca de la ciudad donde vivimos venia con mis padres de niña me levanto, me sostengo de un árbol y veo a los chicos a un lado y camino hasta donde ellos un poco mareada y los muevo y Axel se mueve lentamente y me observa y toma mi cara en sus manos
—¿estas bien?, ¿te hizo algo?— dice en tono de preocupación, su rostro se le nota cansado y esta sucio por la tierra, sonrió un poco y asiento, lo abrazo inmediatamente
—estoy bien, ¿tu estas bien?— digo preocupada y el asiente nos volvemos a observar frente a frente y se inclina rápidamente hacia mi y me besa, el beso me toma por sorpresa al principio pero después de unos segundos se lo sigo inmediatamente y llevo mis brazos tras su cuello y sentimos como los chicos se mueven y nos separamos inmediatamente a ayudarlos, se levantan con nosotros y miran a su alrededor
—¿Dónde estamos ahora?— dice malory tratando de reconocer el lugar
—estamos cerca de la ciudad, síganme chicos— empezamos a caminar por unos veinte minutos aproximadamente y mi casa fue la mas cerca y entramos a ella toco el timbre y no demora ni medio minuto cuando la puerta se abre dejando ver a mi madre con su rostro preocupado, y sin descanso alguno, rápidamente me abraza y se lo devuelvo mientras empiezo a llorar y me separo, entramos todos rápidamente y los chicos hablan con sus padres y los oficiales toman nuestras declaraciones pero lo que yo pienso es ¿realidad nos libero así de fácil? O ¿solo es el comienzo?
Narrador omnisciente
Allí se encontraba aquel chico alto de ojos azules sin su pasamontañas mirándola atreves de aquel ventanal que tienen en la sala de la casa de la chica, parecía cualquier chico normal nada misterioso
—estas loco, por que hiciste eso — dijo una voz femenina, el la volteo a ver con una pequeña sonrisa de lado, mientras miraba a su hermana menor
—no te interesa por que, deja de meterte en mis asuntos, ¿no deberías estar de compras o algo así?— dijo sacando de su bolsillo una cajita de cigarros mientras se llevaba uno a su boca y sacaba el encendedor
—¿Qué piensas hacer ahora?— dijo la chica de ojos grises verdosos mientras observaba a su alto hermano
—no te incumbe— dijo exhalando el humo y echándole otra vista rápida hacia la casa, para mirar su muñeca y ver su reloj —hora de irme tengo una de esas cosas llamadas cita— dijo caminando tranquilamente como cualquier chico
Editado: 17.09.2020