Regresó nuevamente hacia la estación y fue en búsqueda de Athan.
—¿Será que puedes hacerme el favor de buscar a los dueños de las siguientes matrículas?
—Enseguida.
Athan nuevamente comenzó a teclear en el computador y los perfiles de varias personas comenzaron a aparecer.
—Hazme el favor de imprimirlos— pidió Lain.
Athan asintió y rápidamente envió los archivos hacia la impresora. Quedaron a la espera de los archivos en formato de papel.
—¿Dónde se encuentran Bownie y Tormen?
—En la cafetería.
—Bien, gracias por tu ayuda, Athan.
Lain tomó los archivos y se dirigió hasta la cafetería.
Tanto Jay como Dan se encontraban sentados mientras bebían un café.
Se acercó hacia ellos y apoyó los archivos sobre la mesa. Ambos se sobresaltaron y rápidamente se levantaron.
—No hace falta que se levanten, solo venía a pedir su ayuda.
Ambos asintieron y volvieron a tomar asiento.
—Los perfiles de las personas en los archivos, son agentes de la estación. Necesito que se comuniquen con ellos y pidan copias de las grabaciones de las cámaras dvr de sus vehículos. Puede que alguna haya captado a la persona que realizó la llamada.
Ambos lo observaron atónitos.
—¿Quiere decir que alguna pudo haber captado al asesino?— interrogó Jay.
Lain asintió.
—Exactamente, es por eso que debemos hacerlo lo más rápido posible.
Ambos volvieron a levantarse de sus asientos.
—¡No quise decir exactamente ahora mismo!— Lain soltó una risita— Terminen su bebida y luego pueden comenzar con lo pedido, ¿de acuerdo?
Dan y Jay asintieron, mientras que Lain tomó una parte de los archivos para llevárselos consigo.
—Me encargaré de esta parte. Nos vemos más tarde.
Ambos realizaron una reverencia y Lain se retiró de la cafetería para regresar al estacionamiento trasero.
Lain tomó su teléfono y marcó el primer número de los archivos.
—Agente Avia— se oyó del otro lado.
—Buenos días, agente Avia. Soy el agente Lain Boyle, del Equipo de Crímenes Violentos. Hay algo que necesito pedirle.
—Buenos días, agente. ¿En qué puedo ayudarlo?
—¿La cámara de su vehículo graba durante todo el día?
—¿La cámara?. Oh, si, incluso durante la noche. ¿Por qué?
—¿Puede brindarme una copia de las grabaciones del día doce de julio?. Es para un caso en el que estamos trabajando.
—Regresaré a la estación en una hora, para entonces puedo brindarte la tarjeta de almacenamiento.
—Bien, te lo agradezco. Dejaré que continúes con tu trabajo.
Lain finalizó la llamada y prosiguió con los siguientes llamados.
...
Callen se encontraba en el sanitario del centro comercial en conjunto con la policía científica.
—¿Qué hay de las cámaras de seguridad?— interrogó a un subordinado.
—Según los empleados del lugar, hubo un apagón y al intentar regresarla, descubrieron que los cables de la caja habían sido cortados.
—¿Dices que los atrajo hasta el sanitario?— interrogó Callen a la doctora Allan.
—Es probable, aún no se encontraron los teléfonos celulares, pero estoy segura de que se las ingenio para atraerlos.
—¿Por qué dejaría con vida al pequeño?
—Por la misma razón por la que dejó con vida al pequeño Jayden.
—Aún no sabemos por qué dejo con vida a Jayden.
—Es lo que debes descubrir, pero estoy segura de que están relacionados.
Callen asintió y se adentró en uno de los compartimientos, en el cual se encontraba los elementos de limpieza.
—¿Dices que puede que los haya mantenido aquí?
—Es lo que los rastros de sangre sugieren.
—¿Cómo puede ser tan astuto?
Callen fregó su rostro con una de sus manos en señal de fastidio.
—¿No se supone que es un agente policial?— le recordó la doctora Allan.
Callen asintió acompañado de un suspiro.
—Lo había olvidado.
—¿Han investigado a los agentes de la estación?
—Es lo que el equipo está haciendo actualmente, nuestra prioridad es poder rastrear a la persona que dio la orden de deshacerse de la prueba y el agente Klein.
—¿Qué hay de los involucrados en el antiguo caso?
Callen soltó un suspiro de molestia.
—No hay forma de involucrar a ninguno de ellos con los asesinatos recientes.
—¿Has conseguido investigar a todos ellos?
Callen asintió.
—Incluso a los que solían habitar la vecindad en aquel entonces.
De pronto, Callen recordó a Keb y la escultura que había visto el día que hablaron con él por primera vez, la cual le resultaba extrañamente familiar.
—Debo ir a un lado, ¿puedo encargarle el resto?— pidió Callen.
—Claro, no te preocupes. Nos encargaremos de limpiar la escena y comenzaremos con el análisis de pruebas en cuanto lleguemos al laboratorio.
Callen apoyó una de sus manos sobre el hombro de la doctora.
—Se lo agradezco— y seguidamente formó una sonrisa de gratitud antes de salir de lugar.
Se adentró en su vehículo y condujo hacia el museo en búsqueda de Keb.
Al arribar al museo, rápidamente se adentró en el interior para ir en busca de Keb, no sin antes dar una rápida mirada al rincón en el solía estar la escultura.
Un sonido proveniente de su teléfono, irrumpió su búsqueda. Era un mensaje de su madre.
"Ven a verme cuando tengas tiempo, hay algo que debo decirte"
Callen hizo caso omiso al mensaje y prosiguió con su búsqueda, Keb se encontraba en el segundo piso.
—Callen, que gusto verte de nuevo— saludó Keb al encontrarse con él.
Callen lo observó con una mirada inquieta.
—Hay algo que debo preguntarte, Keb.
Keb asintió con desconcierto.
—Claro, ¿en qué puedo ayudarte?
—¿Recuerdas la escultura del niño pequeño que se encontraba en el primer piso?. Estaba allí cuando vine por primera vez.
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Editado: 21.08.2022