Entre a la habitación y pude ver como un delgado rayo de sol entraba por la ventana de enfrente y se deslizaba por el bello rostro de Daniela. Ella estaba mirando hacia esa dirección. Llena de cables, tubos de oxigeno y una mascara para que pudiera respirar mejor. Golpes, rasguños y muchas heridas, bajo muchas vendas para que no se le infectara. Olía a sangre todavía.
-Suspiro-
Me fui acercando lentamente y ella fue volteando para encontrarse conmigo. Su mirada estaba un poco perdida y casi no podía formar una palabra por el remedio que la doctora le había dado, un poco estaba dopada pero también sabia quien era yo, que era lo que hacia en este lugar. Me acerque lo mas que pude y ella fue levantando su brazo hacia mi pecho para terminar apoyando su mano completa en el. Estaba temblando, parecía que era la primera vez que me tocaba pero ella causaba eso y mas en mi interior.
Se podía escuchar en el silencio del lugar, en el silencio entre nosotros dos, su respiración en esa mascara de oxigeno pero eso no le quitaba la belleza que llevaba desde que la vi directo a los ojos. Tome su mano para entrelazar mis dedos con los suyos. Ella todavía no podía hablar pero con solo mirarme y acariciarme sabia que estaba diciendo mas que mil palabras.
-Creí que iba a perderte
-Hizo una media sonrisa-
-Yo.. te juro que..
-Me miro-
-Daniela... yo...
En eso, la puerta se abrió y voltee. Sus padres estaba en la habitación. Ellos se acercaron rápidamente a su hija y me aleje un poco. Ellos abrazaron a su niña entre lagrimas y sonrisas. Ella estaba bien donde estaba y con quien estaba. Creo que debería renunciar a esto, a ella, debo decir que no aunque me duela. Daniela debe estar alejada de mi si no quiere mas problemas.
-Es mejor que me vaya -Dije y voltee-
Estaba acercándome a la puerta cuando escuche un chillido, un ruido que no era normal, creí que estaba pasando algo malo pero no era así, me di cuenta que no era un ruido cualquiera. Ese sonido, era ella, ella me estaba llamando. Voltee y pude ver su brazo estirado hacia mi, y como podía intentaba alcanzarme de alguna manera. Me quede paralizado por la fuerza que tenia aun sin tener tanta fuerza a la vez.
-Daniela..
Ella hizo una sonrisa completa y me quedo mirando fijamente a los ojos. Una pequeña lagrima se deslizo por su rostro y sin pensarlo dos veces supe que era lo que realmente murmuraba en ese chillido.
-Te amo..
Lagrimas y alegría llenaron mi cuerpo, corazón y alma. Sus padres me quedaron mirando asombrados por lo que había dicho. Sonriendo y entre lagrimas de felicidad.
-Te amo también, linda
Sin mas que decir, apoyo todo su cuerpo de nuevo en la cama y cerro los ojos para volver a descansar con una enorme sonrisa en su rostro.
Salí de la habitación y me encontré que las chicas estaban afuera hablando. Me acerque a ellas y me encontré con la persona que menos esperaba encontrarme en este momento. Kelly estaba cabizbaja, sentada en el cordón de la calle con todas las demás pero a la vez sola, fumando un cigarrillo. Me vieron llegar y todas se pusieron de pie, incluyendo Kelly.
-¿¡Como esta?!
-¿Podemos verla?
-Sus padres están aquí y ahora esta descansando, es mejor dejarla ahí
Kelly me quedo mirando y todo se hizo silencio.
-Quiero hablar con Kelly a solas por favor, chicas
Todas se fueron para dejarme frente a frente con ella.