¡son tus hijos! Nueva versión (editando)

Al día siguiente

Los rayos del sol comenzaban a filtrarse por las rendijas que dejaban las cortinas de la ventana, estaba comenzando el amanecer y Freddy permanecía acostado en el sofá de su amigo Rubén. No había podido dormir en toda la noche recordando el día anterior, justo en aquel momento donde había llegado el sobre con los resultados de las pruebas de ADN. Recordó como su corazón se aceleraba a medida que abría el sobre, todavía albergaba la esperanza que las primeras pruebas estuviesen erradas, esas primeras pruebas que llegaron a sus manos sin pedirlas. Aterrorizado mientras abría el sobre, y con la piel casi erizada por el miedo, sacó las cinco hojas y leyó en ellas la más cruel de las verdades: él no era el padre biológico de sus hijos. En aquel momento Las fuerzas abandonaron su cuerpo para casi desplomarse al piso, a medida que el dolor se intensificaba en su pecho y circulaba por todo su cuerpo. No había duda, su esposa le había ocultado que él era infértil, y se acostó con otros hombres para embarazarse, ¿Qué otra razón podía haber? Las hojas comenzaron a caer al suelo cuando leyó la última prueba, los chicos eran hijos del mismo padre. Estaba más que claro que su esposa tuvo un romance por años con algún otro hombre, y decidió darle hijos a él en vez de decir la verdad sobre su infertilidad.

Sus recuerdos fueron más atrás aun, su mente regresó al día que tuvo que ir a la escuela de su hijo Junior por una tarea escolar de Biología, donde padres e hijos recibirían ese día los resultados de unas pruebas de ADN. La profesora de Biología buscaba explicar con eso como los genes se trasmitían de padres a hijos.

Junior, con apenas 8 años, estaba muy emocionado por el tema, él había escuchado que la mitad de los genes eran del padre y la otra mitad eran de la madre, pero él estaba seguro que tenía más de su padre que de su madre, él se parecía físicamente más a su papá que a su mamá, y la prueba de ADN lo confirmaría. La profesora de Biología comenzó a entregar los resultados a los padres con sus hijos, y en el momento de entregárselos a Freddy, ella le pidió hablar en privado.

—Disculpe la pregunta señor Freddy, ¿usted es el padrastro de Junior?, ¿Él lo sabe?

—No comprendo su pregunta, yo no soy su padrastro, soy su padre.

—Lo que pasa es que los resultados de las pruebas dicen que usted no es el padre.

Freddy le arrancó las hojas de las manos y las leyó detenidamente, y efectivamente Raíza era la madre de Junior, pero él no era el padre biológico. Levantó su mirada de asombro y dijo:

—Debe haber un error, usted misma puede ver lo mucho que se parece mi hijo a mí.

—Es posible, quizás estas pruebas de farmacia no son confiables, o el laboratorio confundió las muestras, eso debe ser.

Freddy bajó las manos con los resultados en ellas, y sin darse cuenta, Junior se las quitó suavemente. De pronto el salón se llenó con un fuerte llanto, Junior lloraba con fuerza diciendo que era mentira, que Freddy era su padre. La profesora se acercó a él e intentó calmarlo explicándole que las pruebas no eran correctas, que el laboratorio había confundido las muestras, pero eso no bastó para el niño, Junior seguía llorando desconsoladamente. Su padre se acercó a él tranquilo, se puso en cuclillas delante de él y le pidió que se calmara, y le dijo que las pruebas de farmacia no eran exactas, y esa era la razón de los resultados.

—Pero aquí dice que no eres mi papá, mira –dijo Junior mostrando el resultado de la prueba de ADN.

—Ya te expliqué, esas pruebas fallan a veces, no le hagas caso a eso.

—Entonces, quiero que hagamos otra prueba, pero no una de farmacia, una de las que sirva.

—Junior, eso no hace falta, somos dos gotas de agua ¿no lo ves?

—No me importa, mis compañeros tienen un papel que dice que su papá es su papá, y aquí dice que no tengo papá, –Junior reventó nuevamente a llorar.

Freddy miró a los ojos a la profesora por un momento, puso sus manos sobre los hombros de su hijo y dijo:

—Está bien, buscaremos un laboratorio de confianza y repetiremos la prueba, ya verás que todo saldrá bien.

—Me lo prometes.

—Pues claro, ¿cuándo te he mentido?

Junior saltó sobre su padre abrazándolo con fuerza, dándole las gracias mientras Freddy le acariciaba la cabeza. El chico se separó de su padre y dijo:

—También se la haces a mi hermano, sabes cómo se pone celoso cuando le digo que él no se parece a ti.

—Te he dicho miles de veces que no le digas esas cosas a tu hermano.

—No me importa, quiero saber si tú eres su papá, ¡Ah! Y si realmente es mi hermano.

—¡Junior!

—No es por mí, es para que no me diga que soy un adoptado.

—Ya hablaré con tu hermano.

La profesora de biología lo interrumpió para continuar con la clase, y padre e hijo regresaron a sus asientos para escuchar toda la explicación sobre el ADN y como se trasmitía de padres a hijos.



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En el texto hay: divorcio, famila, adn

Editado: 15.11.2019

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