—¡Ya llegué! —aviso Hyunjin siendo recibido por un abrazo de su madre.
—¿Cómo esta Minho?
—Bien, solo que los doctores están sacándole dinero a Jisung.
—Si le dicen que se quede es por algo.
—Ven conmigo mañana y vas a ver que solo son los doctores aprovechando la preocupación de Jisung.
Caminaron a la sala, en cuando entraron Hyunjin corrió emocionado viendo todos los dulces que había; jugos, palomitas, chocolate, cualquier cosa que se le antojara.
—¡Wow! ¿Estoy soñando? —Irene rio feliz de ver a su querido hijo tan emocionado.
—¿Qué película quieres ver?
—¿Podemos ver un musical? Jisung me recomendó uno y me dijo que te gustaría.
—¿Cómo se llama?
—Dear Evan Hansen.
Pusieron el musical y fueron en una montaña rusa de emociones, de tristeza a alegría. La imagen de su hijo dormido le causo ternura a Irene quien lo tapo con una cobija y lo acostó en el sillón.
—Te amo, sueña con los angelitos.
—¡Atrápame!
—¡Te tengo! —lo cargo entre sus manos, ambos reían.
—Ya está la comida —informo su padre desde la cocina.
—Anda a comer, hay te alcanzo.
Antes de que sus padres murieran eran una familia muy unida. Seungmin nunca conoció bien a sus padres, ya que ellos se la pasan trabajando, por lo que él no tiene recuerdos con ellos que no involucren la escuela. En cambio, para Minho es diferente. Antes de que sus papás se mataran trabajando ellos tenían una casa normal, comida normal y eran una familia normal. Minho tuvo una infancia normal, llena de amor.
—Los extraño.
—¿Ah?
—Lo siento, me perdí en mis pensamientos.
—No te preocupes, pero ¿a quién extrañas?
—Esta mañana Hyunjin no vino solo Irene lo acompaño... lo regañaba cuando me hacía bromas. Me hizo recordar a mi familia... —contó triste.
—Todavía esta Seungmin.
—No ha vuelto a visitarme —el ambiente era cada vez más depresivo, Jisung no sabía que hacer o decir para ver sonreír a su novio.
—¡Lee Know! —llamo un Seungmin de 5 años con un osito de peluche en las manos.
—¿Qué paso Minnie?
—¿Dónde están papi y mami? —pregunto viendo alrededor.
—Están trabajando.
—Pero... dijeron que jugarían conmigo hoy.
—No pueden salir del trabajo, hubo un problema y los necesitan ahí —Seungmin bajo la mirada intentando esconder su tristeza, pero una lagrima lo delato—, yo puedo jugar contigo.
—Bueno...
—Seungmin no tiene recuerdos con ellos, antes de que él llegara a nuestras vidas mis papás eran completamente diferente, teníamos una casa pequeña, pero llena de amor. Un tiempo le eché la culpa a Seungmin, creía que por él ellos habían dejado de quererme y que se habían vuelto esclavos del trabajo por algo que les había hecho él, pero esos pensamientos se fueron cuando me di cuenta que él estaba sufriendo más que yo porque yo tenía los recuerdos con ellos, pero él ni siquiera eso —las veces en las que Minho hablaba de sus padres eran muy escasas, por lo que Jisung no sabía qué hacer para que se detuviera porque era obvio que se estaba entristeciendo—, siempre venía corriendo hacia mí y me preguntaba por ellos, no falto un día en que hiciera eso. Cuando le decía que no estaban aquí Seungmin se ponía muy triste, pero intentaba esconderlo.
—¿Hice algo malo? ¿Por qué no me quieren?
—Un día lo escuche hablando solo en su habitación, cuando me acerque para oír que es lo que estaba diciendo, escuche como él lloraba y se preguntaba porque no lo querían. Fue así por muchos años. Siempre que pasaba yo lo interrumpía y jugábamos.
—Mañana hay una junta de padres, pero no pueden ir ¿irías tu? —pregunto un Seungmin triste de ahora 10 años
—Tengo 16 años, no creo que me dejen entrar... pero aun así lo voy a intentar ¿ok?
—No fueron a ni una sola reunión de padres en la escuela de Minnie. No me querían dejar entrar, pero con el tiempo se acostumbraron que fuera yo y no mis papás.
—¡Lee Know!
—¿Mmmm?
—¿Cómo se sabe cuándo te gusta alguien?
—¿Por qué? ¿Te gusta alguien? —pregunto divertido.