Darío.
"Debby Viennet, ganadora del premio Oscar a la Mejor Actriz junto a su protagonista Duval Carreño, ganador del Premio Oscar al Mejor Actor"
Observo la foto de las dos personas que se ven tan felices. Sin más cierro la portátil, soltando un extraño suspiro de mi parte. No sé como sentirme. Hace unos días cumplí los veinticinco años, y puedo decir con total seguridad que ya están planeando la boda. Disuelvo mis pensamientos sobre mi compromiso, poniéndome de pie, tengo una operación, no debería de estar pensando en la boda.
Debby.
Mis mejillas se llenan de lágrimas mientras él sostiene tiernamente mi rostro, mientras sus ojos se humedecen ante mi lamentoso llanto. Me mira con resignación causando una gran negación en mí.
—Lo siento —su voz se distorsiona en el dolor.
—No. No es el momento. No me dejes. Yo te amo.
—No puedo quedarme. Soy tu destino, pero aquí nos separa el camino. Lo siento… Te amo, Beatriz.
—¡No! No me hagas esto… —sus labios se acercan a los míos dejando un beso doloroso.
—Adiós…
Y así como algunas vez llegó a su vida, frente a sus ojos dándole un último besó, Derian desaparece. Dejando el corazón de Beatriz roto. Mi cuerpo cae al suelo soltando ese grito de sufrimiento de mis entrañas, sintiendo el dolor de este personaje.
—Adiós…
Susurro, despidiéndome de Derian y Beatriz.
—¡¡Corte!!
Limpio mis lagrimas, y recupero la compostura. Haciendo unos delicados movimientos para salir de mi personaje.
—¡Excelente trabajo Debby! —Me dice mi compañero protagonista.
—Gracias. Tú también has hecho un fantástico trabajo.
Sonrió con emoción de haber culminado la penúltima escena. Recibo feliz los buenos comentarios de mis compañeros. Dirigiéndome hacia el director, pues todavía queda una escena que hay que grabar y esta es la última. Necesito sus recomendaciones. No puedo esperar a que sea mañana.
Me despido cordialmente del director. Dirigiéndome al camerino. Tengo otros pendientes que cumplir. Ser una celebridad puede llegar a ser muy agotador. No es tan fácil como se lo hace ver en la cámaras. Ingreso al camerino.
—¡Debby! —Me llama mi manager.
—Dime —cierro la puerta.
—Tu mamá está llamando —me entrega el celular.
—¿Sabes que quieres?
Sinceramente no tengo animos de hablar con ella.
—No lo sé. Pero te aseguro que debe ser urgente. Te ha llamado más de cincuenta veces.
Suelto un suspiro agotador. Cada vez que mamá me llama es para algo malo para mi, pero algo bueno para ella. Me dirijo al tocador con pasos lentos y pesados. Al sentarme en la cómoda silla llamo a mi madre, poniendo el celular en alta voz mientras comienzo a quitarme el maquillaje.
—¡¡Debby!! ¡¡Soy tu madre y la primera llamada debes contestar!!
Ruedo los ojos, no me está viendo.
—Estaba grabando, mamá.
—¡Ya deberías dejar la actuación! —su voz suena enojada.
Aquí vamos de nuevo con la misma cantaleta de siempre. Ya hasta perdí la cuenta de las veces que le he dicho que no dejaré la actuación.
—No lo haré, yo disfruto de mi trabajo.
—No voy a enfocarme en ese tema. Te llamaba para comunicarte que Darío ya cumplió los veinticinco años.
Hago memoria. Ese nombre me sueña, pero no recuerdo a donde los escuché.
—¿Quién es Darío? —Pregunto, con desinterés.
—¡¡Debby!! —Chilla.
—No te enojes, mamá. Pero yo no recuerdo conocer a alguien con ese nombre.
—¡¡Darío es tu prometido!!
Los recuerdos llegan a mi cabeza. Nena me mira confundida, ya que no sabe nada de mi arreglo matrimonial, y yo también, ¡¿cómo me voy a olvidar del nombre de mi prometido?! Me molesta ser tan despistada.
—Ya me acordé, ¿qué ocurre con eso? —pregunto sin ánimo.
—Que el matrimonio se acerca, así que agarras tus maletas y te regresas. Tenemos una cena para ponerle fecha a la boda.
Cierro los ojos recordando aquel día. Mamá se aprovechó de mi sueño de ser actriz para hacerme jurar que yo me casaría con Darío. Si no cumplo mi juramento, ella morirá, ya que eso fue lo que ella me hizo jurar.
—Mamá, podemos romper...
—Nada impedirá que te cases con Darío. ¡¡¿Acaso quieres ver a tu madre muerta?!! —se pone en su modo más dramático. Creo que mi talento en la actuación lo heredé de ella.
Amo a mi madre, pero cuando se pone tediosa es muy estresante. Hice un juramento y no puedo fallar. Además, es un matrimonio arreglado, con que llegue a un acuerdo con Darío, todo saldrá bien.
—Mamá, mañana termino las grabaciones. Resuelvo algunos pendientes y regreso para el matrimonio.
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Editado: 20.06.2023