Capítulo 2

Darío

—¡¡Y este amor, entre los dos nunca acabará aunque este mundo...!! 

—Haz silencio, por favor. Hoy es un día lindo y puede que el invierno llegue más rápido por culpa de tu voz de tarro —digo cerrando el libro.

—¿Por qué eres así conmigo? ¿Qué te cuesta amarme cubo de hielo? —Se sienta, frente a mí.

—No soy un “cubo de hielo" —digo con poca paciencia. 

—Eres un cubo de hielo... Eres apuesto amigo mío, pero con esa cara de perro de pocas pulgas alejas a todo el mundo, especialmente a las chicas. 

—¿No tienes operaciones?

No es un buen momento para lidiar con mi mejor amigo. 

—No. Estoy libre —me da una sonrisa ladina.

—¿No tienes paciente?

—Tenía, pero terminé mi trabajo —se cruza de brazo con satisfacción.

—¿No tienes turnos? 

—Me toca mañana —cierro mis ojos por unos milisegundos.

—¿Cómo hago para que me dejes en paz? 

—¡Tsk! No lo sé... Molestarte es mi pasión. Es algo que nace de mi corazón, y si no lo hago me siento mal.

Ruedo los ojos, Rafael es igual o peor que Dave. Se escuchan varias notificaciones, así que revisa su celular.

—¡Oh, Debby! —aclaro un poco mi garganta. 

—¿Qué ves? 

—No creo que te interese. Tú no eres amante del mundo del espectáculo.

—Déjame ver —pido con amabilidad. 

—Toma, pero no te enamores de ella, es mi novia, solo falta que ella me diga que sí. 

Veo la foto que no tiene mucho tiempo de publicada y ya tiene miles de me encanta. Ella está sonriendo, y tiene una gabardina roja con una boina del mismo color. Mientras en sus manos contiene un ramo de flores, comunicando que ha terminado las grabaciones. No puedo ver más porque Rafel me quita el celular.

—Te quedaste mucho tiempo mirándola —me mira con los ojos entrecerrados.

—¿Qué tiene de malo? —Cuestiono, mostrando desinterés.

—Que te puedes enamorar de ella, y es lo que menos quiero, ya que algún día será mi novia... ‘ ¿Me imaginas yo al lado de ella? Definitivamente nos veríamos perfectos. 

—No puedes asegurar nada, ella puede tener novio —refuto enseguida.

—Igual van a terminar. 

—Bueno, puede que sí... ¿Te gusta ella realmente? —estoy atento a su respuesta. 

—No... Es solo que la admiro desde que soy niño. Ella participó en varios programas que veía y eran mis favoritos. Desde pequeña siempre fue tan hermosa.

—Que bueno... —aclaro mi garganta—. Que bueno que no estás enamorado de ella, ya que es una celebridad y es raro que se enamore de un fan.

Argumento esperando que no se percate de mi interés.

—Lo sé. Debby es inalcanzable. Solo alguien con una suerte increíble puede estar al lado de ella. 

Me quedo en silencio. Si él supiera que es mi prometida.

—Tal vez. Nadie sabe —Agarro nuevamente el libro.

—¿Es que no viste lo bella que es? —Dejo el libro en la mesa. 

—Se me hace tarde, tengo que revisar a un paciente —me pongo de pie y agarro los materiales que necesito. 

—Darío... 

Salgo del consultorio. Sacando mi celular para ingresar a mis redes sociales. 

Debby

—Fue un placer haber trabajado contigo, has hecho un magnífico trabajo, Debby —me entrega las rosas. 

—El placer fue mío, señor Donoso —manifiesto, dichosa de haber trabajado con él, y sobre todo de haber culminado el proyecto.

—Debby, nos volveremos a ver, porque seguiremos trabajando juntos. 

—Le agradezco mucho su confianza. Será un gusto volver a trabajar con usted. 

Él me da su mano y la estrechamos. Dándonos una mutua y agradable sonrisa. Me despido también de todo el equipo de grabación y compañeros de rodaje, yéndome feliz de haber culminado un proyecto más. 

«Esto es para ti, mi amada Mica.»

Abro mis ojos al oír mi nombre. Miro por la ventana, observo a muchas personas, algunas de esas personas son mis fans. Tengo una trasmisión en vivo con varias celebridades más, este evento será dado desde una de la agencia de entretenimiento más importante del país, por esa razón hay demasiada personas.

—¡¡Debby!! ¡¡Debby!! ¡¡Debby!! 

Muchos de mis fans reconocen mi auto. Así que bajo un poco la ventana, saludando, recibiendo algunos presentes por parte de ellos. Mi interacción con ellos, se corta por los guardias de seguridad. Quienes abren espacio para que mi auto pueda ingresar al parqueadero de la agencia.

—Se llenó bastante este lugar —expreso.

—Son las  siete celebridades del momento. Es normal que haya bastantes personas.