Ahora que la va a volver a ver
para regalarle unas letras
que ella quizá
nunca vaya a leer.
Ahora que puede ser
cuando lo haga por última vez
solo desea justificarse
y desquitarse de todos los errores
que cometió
y que ella sufrió en el ayer.
Porque entiende que
los vasos de cristal
cuando se rompen
no se pueden volver arreglar.
Porque sueña con ponerle tiritas
y beber de él
hasta emborrachar.
Porque no sabe
si dejar a la duda la oportunidad
o dejarlo pasar.
Que el tiempo se le agota
las lágrimas le brotan
noches oscuras
de sábanas no santas
sábados sin pena ni gloria
y domingos
en los que ya no llama ni resaca.
La órbita elíptica
por la que ella transitaba
hace tiempo que
no se acerca a él.
Ni tan si quiera con el pensamiento.
Pero hay veces
en las que es inevitable
no recurrir al pasado y los sentimientos
a la exaltación de las noches de sudor
piel carne y huesos que chocan
torpes e intensos.
Cuando las manos se daban
al calor de chaquetas
y el azúcar corría
por cada poro de sus bocas.
Hay historias que no acaban
que ni si quiera empiezan.
Que no se olvidan
y solo requieren tiempo.
El momento perfecto.
No es necesario ni preguntar
así que no es necesario ni arriesgar.
Sácate del medio los miedos
que ella al beso
con un beso responderá.
Sin embargo hay otras veces
en las que piensa que el dolor
los años
y el paso de los días de invierno
han hecho demasiada
mella en ambos.
Como si no fueran aquellos niños
que se saludaban con sonrisas
deseo e incertidumbre
por los pasillos que hoy mismo
siguen recorriendo quienes tienen su sangre.
Que otros ojos han sido y son
el fruto del actual líquido vidrioso.
Que están lejos y dispersos.
Que no se puede volver a ser
lo una vez se fue
teniendo en cuenta que el perdón
solo está para perdonar
no para olvidar.
Que no se puede recuperar
lo que dejaste atrás
por macharte hacia dónde
quién sabe qué demonios
del más allá te señaló.
Y tienes que saber que es verdad
que fuiste el culpable
y ya no hay remedios para tus miedos
que te comerán entero.
A pedazos el corazón volverás a sentirlo
si hay alguna opción.
Ella se querrá vengar
si es que quiere verte
porque no lo hará.
No te engañes
estás perdiendo tu tiempo.
Deja de soñar.
Si tú quieres su beso adelante
será un beso traicionero.
Volverás al lodo
y los caminos de barro.
Al pozo.
Ahora que quiere el asunto zanjar
no sabe a cuál de sus hombros mirar.
A quién hacerle caso
por quién dejarse aconsejar.
Agacha la mirada y entiende:
nada se resolverá.
Todo seguirá igual.
Ninguno de los dos se va a explicar.
Todo quedará en agua de borrajas.
Y ni sí ni no.
Ni beso ni no quiero.
Ni te tengo ni no sé qué hacer
o tengo miedo.
Y que pase el tiempo.
Y vuelta a las risas
y al qué hubiera pasado
de haber sido certero.