CAPÍTULO XXIII

El Filo De La Traición.

Lo recordaba. Aquel pitido insoportable, de la caldera en el fuego con el agua hirviendo, del café que preparaba.

 Fue en aquel momento...

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No hay medicación que trate específicamente mi enfermedad, ni duerma mis personalidades, debía encontrar una manera de coexistir sin dejar del todo mi mente, sin dejar que suene tanto el eco de sus voces en mi cráneo. Por eso habíamos arreglado seguir con la psicoterapia. Según el Dr. Miller eso me ayudaría más que nada, a asimilar mi trastorno y aprender a vivir con el. 

Pues el T.I.D no tiene cura y se sabe muy poco de este trastorno. 

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UNAS HORAS ANTES. 

__ La psicoterapia es el principal tratamiento para los trastornos disociativos, Sophi. Esta forma de terapia, es como un asesoramiento psicológico que consiste en hablar sobre tu trastorno y los problemas que estén relacionados. También ayuda a asimilar, que vivirás con esta enfermedad el resto de tu vida. Puesto que no hay cura ni medicamento que trate exclusivamente el trastorno. ¿Entiendes? 

Asentí. Y el Psiquiatra siguió hablando. 

__ Trabajaras conmigo y te ayudaré a entender la causa de tu trastorno y aprenderás a desarrollar nuevas formas de afrontar aquellas situaciones estresantes del día a día. Con el tiempo, la terapia puede ayudarte a hablar más sobre el trauma que sufriste, y hacerle frente a desafíos y situaciones que vendrán en un futuro. A partir de hoy tus consultas serán cien por ciento  bajo el acuerdo de compromiso y confidencialidad. Por ok tanto ya no compartiré información con la policía. Ya que todo está dicho. 

__  ¿Deberá recetarle alguna cosa? - Pegunto el Sr. Clain, interesado en cada palabra que salía de la boca de psiquiatra.-

__ Aunque no hay medicamentos que traten específicamente este trastorno, podría recetarte antidepresivos, medicamentos para la ansiedad o antipsicóticos para ayudarte a controlar los síntomas, y frenar las voces. Pero estos medicamentos no garantizan una cura Sophi. Necesito que entiendas que no te curarán, solo ayudarán a sobrellevarlo. 

Asentí nuevamente. 

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El Sr. Clain no dejaba de verme como si esperara a que algo -Yo- cambie. 

__No aparecerán ahora. -Dije.-

__Lo siento.

El señor Clain bajó la mirada apenado por su disimulo mal logrado. 

Sonreí.

Yo de hecho ya me había acostumbrado a la idea y solo planeaba cómo lograr un balance. 

__ ¿Sr Clain? -Levantó su mirada alejando de su boca el, ya característico cigarrillo.- ¿Que pasará conmigo ahora?

__ Hablas por lo de tus padres y tus tíos... -Asentí.-...Bueno, el caso irá a juicio y la sentencia será decidida por el juez, pero eres menor, hubieron actos contra ti, y el asesinato fue en defensa propia. Yo estaría tranquilo.

__ ¿Tranquilo? Va por el cuarto cigarrillo y tan solo han pasado tres minutos.

El señor Clain sonrió leve mirando la nada y volvió a subir su mirada a mi. 

__ Eres lista. - Soltó con todo y humo.- 

__ Lo soy.

__ ¿Por que huiste Sophi ?

Sabia que lo preguntaría en algún momento. 

__ No lo se. Quería una respuesta. Quería que todo parara, que  dejara de atormentarme. No tiene idea lo difícil que es que cada cosa que te rodea te recuerde algo que olvidaste. Pero lo más difícil es decidir en qué creer. Mi mente no dejaba de mostrarme horribles cosas de mi vida, que me negaba a ver. ¿Pero como confiar? ¿Como podría pensar que todo aquello fuera real? 

__ Lamento que pasarás por todo sola.

__ Me dio una casa, comida, y me enseñó buenas cosas. Hizo más por mí de lo que mis padres hicieron ... Nunca estuve sola, siempre estuvo allí para mi.

__ Haré todo lo que esté a mi alcance, Sophi ¿Entiendes ?.

__ Lo se. Sabe, se que es reacio ante la posibilidad de formar una familia, pero sería un gran padre, Sr. Clain. 

Él sonrió.

__ Quizá te adopte. -Sonreímos ambos.- 

El Sr Clain apagó el cigarrillo en el cenicero desbordante, y con un leve toque en mi cabeza, comenzó a tomar cosas de la nevera para cocinar. 

El pensamiento inundó mi mente. No sería un mal plan. Él Sr.Clain había sido más padre, que el que se pudría en estos momentos en la tierra fértil, llena de gusanos en el cementerio. 

Sin una sola persona que le llevara una flor.

 Ni a él ni a su esposa que un día fue miel de madre y dejó de serlo. 

Y el leve recuerdo de mis pies a prisa dando un paso tras otro hasta llegar allí vino a mi mente. ¿Estaba bien no visitarles ya nunca más?. ¿Ni llevarles flores?.

No fueron buenas personas por largo tiempo, y no se merecían ni un pétalo de mi compasiva margarita palpitante. Pero un dia  Fueron padres, fueron familia , fueron personas . Un tiempo atrás me cuidaban, me amaron y estuvieron ahí para mi. Ellos, esos padres que fueron en algún momento merecían al menos despedirse de mi.  O yo de ellos. 

Ya la línea era tenue y ligera, y quizá mi cerebro no comprendía del todo mi pensamiento que dividía en dos a mis padres cómo dividía en varias partes mi persona. Si yo puedo ser ambas o todas y aún así tener la compasión y el cariño de el Sr. Clain, quizá ellos podrían tener el mío. 

Miré al policía, aún armado, con un delantal de hilo color caqui,  bailotear mientras tarareaba una canción que no reconocía y mover sus manos con rapidez al cocinar. 

Sonreí al verle actuar de tal manera entre tanta nube gris y mala noticia.

__ ¿Sr. Clain?¿ Podría llevarle unas flores a mis padres ?.