(Advertencia: Este capítulo tendrá ecenas +18 u contenido sexual , si eres menor de edad Lee bajo tu responsabilidad)
Embestida tras embestida, una cada ves más fuerte que la otra, estaba en una cama desconocida teniendo sexo con un desconocido, claro ahora estaba cociente y había salido de mi trance o mejor dicho me había percatado que estaba en celo, si no fuera por las feromonas que hacían que me exitace más y deseara aun más, ya hubiera pateado a este desgraciado, pero no tengo idea de cómo llegué a esta situación así que no puedo culpar a lo idiota.
Me voltea para quedar cara a cara, haciendo que me sonroje pero esto se siente demasiado bien, como entra y sale de mi, tocando hasta lo más profundo de mi sin si quiera poder parar, mi gemidos remtumban por toda la habitación, estoy a punto de venirme por el trasero esto es lo suficientemente vergonzoso pero se siente tan bien que es difícil respirar como si estuviera a punto de morir de placer.
Estábamos a punto de llegar al climax y entre mis jadeos, con mis torpes manos agarré su mejilla para mirarlo tenía unos ojos azules que me cautivaron en cuanto los vi. Este me mira con lujuria y sonríe y me penetra más fuerte haciendo que lo abrazara del cuello y siento como se llena mi vientre con un líquido caliente, haciendome venirme igual. Y se hace más grande dentro mío, el dolor se mezcla con el placer haciendo que grite—¡No lo saques!—mi compañero gruñe y nos acostamos quedando de lado yo sin poder verlo y me abraza respirando con dificultad, con el todavía dentro mío esperando que se le pase lo que sea que fuera eso. Esto es cansado y agotador pero no había vuelta atrás era hora de aceptar mi destino del que tanto ya me había olvidado, por que hoy bajo estás circunstancias oficialmente soy un omega totalmente desarrollado.
Me desperté por los rayos del sol que entraban por la cortina, y recorde todo lo que había pasado no hace mucho—mierda, lo que me faltaba—murmuré y trate de voltearme pero sentí algo dentro de mi.
—¿Que?—efectivamente su miembro seguía dentro de mi.
Escuché un leve quejido de la persona que tenía su maldito pene dentro de mi, era un hombre corpulento y apuesto que dormía tranquilamente como un ángel.
—al menos no fue con un vagabundo—rei levemente para no despertarlo, bueno mejor me voy antes de que despierte, odiaria explicar que es un omega y por qué lo soy.
Lentamente me saque el miembro y salí de sus brazos para pararme pero senti un horrible dolor en la espalda y la cadera—¿Que tanto hice ayer pues?—me queje y me levanté con dificultad tratando de no hacer ningún ruido.
Vi mis pantalones tirados en una silla, los tome y busque mi ropa interior la cual estaba en el suelo, la recogí y me la puse, busque mi celular que estaba igual tirado lo recogí después de vestirme trate de abrir la puerta sin hacer ruido salí de la habitación y aparentemente estaba un apartamento normal cocina normal sala ordinaria, algo acogedora tenía que admitir, decidí poner una nota por si acaso diciendo que "me surgió un problema, gracias por todo" aunque no sabía que agradecerle.
Salí del apartamento y llame a quien iba a ser mi salvador a mi mejor amigo Marc.
(Nota: lo capitulos son cortos por qué la historia va ser corta, y si hay faltas de autógrafia es por qué no me dió tiempo de editarla)