capítulo 3 : Encantando a mi hermanito

Narrador

El mismo día en el que llegaría Mhandiel, la madre de kathita tuvo que viajar a visitar a sus padres porque su madre estaba enferma. Mientras tanto Ferdinal Drearllethi<<el padre de kathita>> recogió a Mhandiel de la posada donde lo había dejado y estaban camino a la mansión.

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°°° Mientras tanto en la habitación de Mhandiel °°°

—Aah, me levante tarde, tengo que ir a recibir a mi hermanito Drella ¿porque no me despertó?

— Kathita sama ¿ya despertó? El joven maestro llego a la mansión <<Mhandiel>> es un niño lindo fufu*

— Drella ¿porque no me despertaste antes? ¡Es tardeé!

Salto de la cama cual coneja tambaleante a punto de entrar en pánico.

— Lo siento tanto kathita sama, la busque por todas partes y la encontré aquí... creí que estaba muy cansada así que la deje dormir...

— De cualquier modo, ayúdame a vestirme debo lucir hermosa, hoy soy un ejemplo a seguir después de todo.

Asintiendo mi cabeza tantas veces que me sentí algo estúpida.

— Si de inmediato kathita sama.

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°°° En el salón de la mansión Drearllethi °°°

Mhandiel estaba en el salón vestido con ropas viejas y sucias, con algunos moretones en el cuerpo. Su anterior familia lo maltrataba porque poseía magia de alto nivel, así que al venderlo no lo extrañarían, es más, se habían deshecho de un hijo "peligroso''.

Mhandiel se sentía ansioso por conocer a la que sería su nueva hermana mayor. Él pensaba que no sería bien aceptado ya que la razón por la que fue adoptado era para heredar la fortuna.

Entonces Mhandiel al mirar hacia las escaleras de la sala vio al mismísimo ángel bajando por las escaleras con un aura angelical, cabellos relucientes de color rosa y unos labios rosas hermosos. Él se puso un poco sonrojado y nervioso, muy nervioso. La hermosa niña con ojos rojizos lo miraba a él y al acercarse le pregunto con una dulce voz;

— ¿Acaso tu eres mi hermanito? —Lo abrazo fuertemente sin dejarle responder. — ¿Sabes? he estado esperando por tu llegada. No sabes lo feliz que soy—dijo kathita con ojos sollozos.

Mhandiel no respondió, quedo impactado por la bienvenida de su hermosa hermana mayor.

—Mi preciosa hija, él se llama Mhandiel a partir de hoy cuidaras de él y él también cuidara de nosotros cuando crezca y sea todo un hombre.

— Descuida padre lo cuidare y siempre estaremos juntos —respondió con determinación y una sonrisa dulce.

— Esa es mi hija —dijo Ferdinal, con una mirada orgullosa. —Bueno, ahora es tiempo de volver al trabajo. Adiós mis queridos hijos —se despidió con un abrazo y beso a ambos.

Mhandiel no se esperaba tal bienvenida, aun sorprendido y sonrojado contenía las lágrimas. Nunca antes alguien lo había abrazado o siquiera dicho cosas como; "He esperado por tu llegada"

En su anterior familia era tratado como a un esclavo a sus cortos 14 años nunca había sido tan feliz.

— Uhmm Mhandiel eh, es un nombre largo ¿no crees?

Kathita pensó en su nombre y se vinieron ideas a la cabeza.

— Eh? si, eso creo —respondió Mhandiel avergonzado bajando levemente su cabeza mirando el suelo.

— ¡oh, ya se! Te llamare "Mandi " ¿no crees que es adorable?

''En mi cabeza Mandi sonó muy lindo pero en voz alta suena a un apodo se le daría a un perro pequeño, espero ser la única que piensa así, ya que él podría pensar que lo trato como a un perrito que mi padre compro para mí, definitivamente no quiero que el piense así de mí. '' Pensó kathita para sus adentros.

— Para mí está bien —respondió Mandi, asintió con la cabeza para que no pudiera ver su rostro pero sus orejas están rojas.

— Me alegro fufu* oh, sabes he preparado una habitación para ti espero te guste, lo hice pero no sabía si te gustaría, ah y también, prepare un baño debes estar cansado por el viaje.

''Después de todo es solo un niño se cansa debido a que su cuerpo esta desnutrido. ''

— Gra-gracias —Respondió sonrojado.

— Descuida somos hermanos y ya que soy la mayor cuidare de ti.

— Yo... yo también cuidare de ti her-hermana <<onee san>>

— oh, eso está bien. Vamos Mandi.

Al llegar en la habitación Mandi estaba asombrado era la habitación más hermosa y lujosa que había visto se sintió fuera de lugar, era inmenso, con cuadros de paisajes y hadas. Había oro decorando en todas partes, su armario lleno de ropa que kathita había escogido en persona, todos trajes costosos y adornados por la propia kathita. En la habitación también había peluches enormes color azul con forma de osos enormes y muchos otros juguetes, era todo como un sueño.

Entonces la joven kathita se le acerco y con una dulce voz le dijo:

— ¿Te agrada? —pregunto avergonzada y con las mejillas rojas esperando su aprobación.

Mandi estaba contento no por la habitación que había recibido, si no por el esfuerzo que había hecho su hermana por él. Una desconocida se mostraba amable con él por primera vez en toda su corta vida.

Nadie, ni su familia biológica se había molestado tanto en hacer algún esfuerzo por él estaba más que contento.

Entonces se echó a llorar en silencio y le agradeció;

— Mu... Muchas... Gracias, yo sniff**

— Eh ¿por qué lloras? ¿Podría ser que no te gusto?

— No...No es eso, yo te lo agradezco en vedad.