Soy solo una muñeca de trapo

CAPITULO 2: ENCUENTRO

Comencé a limpiar como dijo la señora. Primero fui por las mesas y luego el piso, realmente no sé si lo hice bien, pero comencé a imitar lo que hacían las empleadas cuando la mamá de Lucy era una niña y jugaba conmigo en la hora de la cena y derramaba jugo en la mesa y el piso. La señora que me dio el uniforme llego nuevamente y me dijo que limpiara afuera en el jardín recogiendo la gran cantidad de las hojas caidas de los árboles , de pronto veo a un joven mirando hacia lo alto del segundo piso, mire hacia la dirección en la que miraba para saber qué era lo que veía con tato interés, era una ventana cuando de pronto me miro a mí y dijo.

-Eres nueva aquí ¿Verdad?

- ¿He? S-Si-respondí, me había descubierto mirándolo.

- ¿Podrías llamar a Lucy por mí? Necesito hablar con ella

- ¿He? ¿Lucy?

- ¿No la conoces? Es la hija del dueño de esta mansión.

Así que la chicha que vi antes si era Lucy, pero ¡¿Cómo era posible eso?! si la última vez que la vi era una niña como su madre en aquel entonces, pensé…

 Otra vez cambiaste sin darme cuenta al igual que tu madre.

-Me parece que hace un momento salió-dije

- ¡Oh! ya veo, la llamare por su celular.

¿Celular? Pensé mientras el joven se iba y luego volteo como si se le olvidase algo.

-Es verdad ¿Cuál es tu nombre?

-E-Emely-dije sorprendida

-Nos vemos después Emely dile Lucy que hoy también la vine a buscar.

-S-Si no te preocupes -le respondí, era difícil parar mi mantener una conversación ya que nunca había mantenido una conversación larga, pero me estaba comenzando acostumbrar al igual que caminar y mover mis manos una y otra vez para limpiar y recoger hojas.

-El tiempo pasa rápido -me dije a mi misma ya se estaba oscureciendo cuando de pronto algo me asusto, un sonido que no sabía de dónde provenía y volvía a sonar entonces me di cuenta que provenía de mi… ¿cómo lo llaman? ¿Estomago? ¿barriga? eso era de donde provenía el sonido. Volvía a escuchar la voz horrible de la señora diciéndome que pasara adentro que mi turno ya acabo me dio una llave unas cuantas ropas y me dijo;

- Ve a cambiarte y luego vienes a la cocina para comer mañana será otro día duro.

- ¿Cambiarme? ¿En dónde? -respondí automáticamente sin pensar, cada vez me acostumbraba más.

-A tu habitación ¿Dónde más? Esta por allí es el número cuatro.

Abrí la habitación recordando como lo hacía Lucy cuando yo era una muñeca, había una cama, una mesa y una silla. Por lo menos podía recordar el nombre de aquellos objetos, hice lo que la señora me dijo, me cambié con mi ropa habitual y luego fui a la cocina.

-Aquí estoy señora-le dije

- ¿Con eso vas a dormir?

- ¿Dormir? -le respondí

-Por eso te di un piyama, jabón, champo y una tolla ¡para que la utilizaras!

-Lo siento no lo sabía -dije

-Siéntate y come- cuando dijo eso mi estomago comenzó a emitir ese sonido otra vez era como si me estuviera ¡hablando!

-Se nota que tienes hambre jovencita ¿No has desayunado o almorzado?

- ¿Desayunar? ¿Almorzar? -pregunte con la boca llena de comida.

-Veo que no, por esta vez comerás doble no quiero que te enfermes y aquí las chicas enfermas no sirven para limpiar -Pensé que, aunque la señora parecía malvada como las historias que leía Lucy de niña tenía su lado amable.

Cuando terminé me fui a mi habitación y me recosté en la cama y mi nuevo cuerpo que ya no era de una muñeca de trapo si no el de un humano y estaba realmente cansado, pero a pesar de eso no podía dormir como lo hacían ellos. Salí de la habitación y fui al jardín de flores donde estuve antes limpiando, el viento emitía un aroma dulce y agradable, el cielo aunque estaba un poco nublado aún se podían ver algunas estrellas, de pronto escuché una voz que cantaba y esa canción la conocía mucho antes de conocer a Lucy fui corriendo en busca de esa canción y allí estaba era Lucy arrodillada mirando un pequeño brote de una flor que comenzaba abrirse, me miro se paro y luego dijo:

- ¿Que no la servidumbre debería estar encerrada en su habitación? le brindamos todas las comodidades y ¿así se comportan?

Ella no era la Lucy que conocía tenía el mismo rostro, aunque un poco maduro y su altura no era la misma, su voz, su actitud y esa mirada llena de desprecio ocultado tristeza dentro de ellos me miraban de frente.

Ella estaba aquí

¿Qué es lo que paso?

¿Por qué crecen sin estar a su lado?

Comencé a limpiar como dijo la señora. Primero fui por las mesas y luego el piso, realmente no sé si lo hice bien, pero comencé a imitar lo que hacían las empleadas cuando la mamá de Lucy era una niña y jugaba conmigo en la hora de la cena y derramaba jugo en la mesa y el piso. La señora que me dio el uniforme llego nuevamente y me dijo que limpiara afuera en el jardín recogiendo las hojas de los árboles que habían caído en gran cantidad, de pronto veo a un joven mirando hacia lo alto del segundo piso, mire hacia la dirección en la que miraba para saber qué era lo que miraba con tato interés, era una ventana cuando de pronto me miro a mí y dijo.

-Eres nueva aquí ¿Verdad?

- ¿He? S-Si-respondí, me había descubierto mirándolo.

- ¿Podrías llamar a Lucy por mí? Necesito hablar con ella

- ¿He? ¿Lucy?

- ¿No la conoces? Es la hija del dueño de esta mansión.

Así que la chicha que vi antes si era Lucy, pero ¡¿Cómo era posible eso?! si la última vez que la vi era una niña como su madre en aquel entonces, pensé…

 Otra vez cambiaste sin darme cuenta al igual que tu madre.

-Me parece que hace un momento salió-dije

- ¡Oh! ya veo, la llamare por su celular.

¿Celular? Pensé mientras el joven se iba y luego volteo como si se le olvidase algo.

-Es verdad ¿Cuál es tu nombre?




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