Capitulo 7: La manada

Llevo unas semanas aquí después de lo sucedido con Andrew no lo e podido ver a los ojos por la vergüenza a lo que a él le causa gracia. 

Hoy en el desayuno me dijo que me presentaría a la manada así que después de desayunar subí a cambiarme de ropa por algo más presentable.

Me puse unos jeans y un jersey roja, hacía demasiado frío así que me puse unos guantes y una bufanda.

–¡HOLIS CUÑISSSSSSSS!

–Hola Melissa

–Me enteré por ahí que mi hermanito y tú se besaron

Movió sus cejas de arriba para abajo y me vio con picardía a lo cual yo me puse roja.

{Que rápido corren los chismes aquí} me dijo la voz femenina que solo me habla de vez en cuando. 

–E-eh s-si este amm n-nos besamos pero...

Empecé a divagar demasiado nerviosa.

–Hay cuñis no te pongas así en algún momento sabía que iba a pasar era inevitable, a demás no tiene nada de malo son mates y los mates son novios como dicen los humanos.

–¿Novios?

–Si novios cuñis, desde el momento en el que los dos se encontraron y supieron que eran mates, bueno al menos mi hermano por qué me dijo que tú no tenía ni idea de esto.—. Asentí con la cabeza.—. Bueno en lo que estaba, cundo los mates se encuentran y ven la el brillo en los ojos de el otra en cundo se vuelven novios y así.

–¿Brillo? Entonces ¿No lo aluciné?

Melissa negó con la cabeza—. No cuñis no lo alucinaste, es normal, bueno es hora de irnos mi queridísimo hermano nos está esperando abajo.

Cundo bajamos efectivamente Andrew no estaba esperando junto a un chico, a lo que entendí era el mate de Melissa pero ninguno de los dos lo quería reconocer.

Andrew se veía tan guapo con su cabello negro revuelto como si se hubiera pasado la mano muchas veces, sus pantalones de jeans negros y su camiseta negra de manga corta que dejaba a ver sus trabajados brazos Dios se veía tan sexy.

–Hola bonita, te presento a Julián el mate de Melissa

–No somos mates y lo sabes

Respondió a la defensiva Melissa y el Julián asintió con la cabeza.

–Si ajá lo que ustedes digan, ¿Nos vamos bonita?

Asentí con la cabeza y Andrew me tomo de la mano y caminamos hasta llegar a una capilla donde avía muchas mujeres, niños y hombres, a lo que deduzco que son la manada de Andrew. Cundo íbamos pasando muchas personas hacían una reverencia hacia Andrew y hacia mi, lo que fue muy incómodo siempre e estado acostumbrada a que la gente me ignore.

—Hallo, wie ist es dir in meiner Abwesenheit ergangen?—. Pregunto Andrew a las personas a los que todas respondieron con un Brunnen Alpha, a lo que supongo es un bien—. Ich bin froh, dass es ihnen gut ging, na ja, wie Sie wissen, reiste ich eine Weile nach Mexiko und traf meinen Kumpel während meines Aufenthalts in Mexiko. Ich habe unseren Mond gefunden, Ich präsentiere dir Samanta García, den Mond unserer HerdeIch präsentiere dir Samanta García, den Mond unserer Herde.

«Hola ¿como han estado en mi ausencia?. Me alegro que estuvieran bien, bueno, como saben, viajé un tiempo a México y encontré a mi mate durante mi estadía en México. He encontrado nuestra Luna, les presento a Samanta García, la Luna de nuestra manada» 

Todos empezaron a aplaudir—. Sie können unsere Sprache nicht sprechen, also sprechen Sie Englisch oder Spanisch, bis Sie ein wenig Deutsch lernen, verstanden? 

« No puedes hablar nuestro idioma, así que habla inglés o español hasta que hayas aprendido un poco de alemán, ¿entendido?» 

La verdad no entendí ni una palabra de lo que dijo solo veía que los demás asentían con la cabeza

–¿Que le dijiste?

–Te presente y les dije que te hablarán en Inglés o español por qué no sabes el nuestro.

–Oh es cierto—. Me reí y el se me acercó y me robó un beso fugas a lo que las chicas de 15 en adelante suspiraron y hicieron un sonido con la boca.

Varias personas se me acercaron y hablando me en inglés o en español, se presentaron ante mi, me dijeron cómo se llamaban y en que trabajaban a lo que yo gustosa les respondía y escuchaba. Varios se me acercaron a decir que para cundo el cachorro a lo que no entendí pero Andrew que estuvo en todo momento a un lado de mi si a lo que les respondía que pronto.

Cundo llegamos a la casa o mejor dicho mansión por qué era muy grande mínimo tenía cinco pisos y le pregunté a Andrew cuántas habitaciones había a lo que me respondió que Cincuenta, si escucharon bien, CINCUENTA HABITACIONES con sus respectivos baños, más aparte la sala de estar y el comedor y cocina, y otras habitaciones como sala de juegos y así.

–¿Andrew?

–¿Si?

–Que es un ¿Cachorro? Lo preguntaron varía veces por no tenía la más mínima idea de lo que era—. El soltó una carcajada–. Hey no te burles de mi yo no sabía nada de esto hasta hace menos de unas semanas.

–Perdón bonita, perdón, es que un cachorro es un bebé nuestro un hijo mío y tuyo.

No pues ya sabrán me puse roja.

–No puede ser y tú diciéndoles que muy pronto, oye no te aproveches así de mi ingenuidad en este mundo.

–Perdón pero ¿Tu no quieres un cachorro mío? Por qué yo si quiero que seas la mamá de mis cachorros.

–Pues si me gustaría ser mamá la verdad pero ¿No crees que es demasiado pronto? Nos conocimos hace unas semanas.

–No para mí no es demasiado pronto para nada y menos si se trata de ti

–Es que—. Me puse muy roja por lo que iba a decir—. Y-yo no sé nada de ese soy… virgen.

–¿Enserio? Bueno pues no me molestaría enseñarte la verdad.

Lo empuje roja de la vergüenza por lo que acababa de decir—. ¡Andrew no digas eso!

El se rio y me agarró las manos y me puso debajo de el, si, como escucharon debajo de el, están arriba de mi y no me podía mover por qué mis manos las tenía arriba de mi cabeza.

–Te vez muy bonita así, toda acorralada.

Dicho esto me beso, pero este beso era más intenso que el anterior, su legua me pidió permiso para entrar a lo que yo muy gustosa accedí y abrí mi boca, sus manos ahora me recorrían mi cintura por debajo de mi jersey, las yemas de sus dedos se sentían frías contra mi piel movía sus manos de arriba para abajo, mientras mis manos estaba en su nuca y mis dedos jugaban con su cabello.