Ya dentro puedo sentirme más tranquilo, no creo que un lobo sea tan tonto para entrar aquí; pero y si trae a todos sus amigos lobos y nos matan a todos nosotros. Aunque tampoco tendrían razón por la cual hacerlo, ya que no hemos entrado en su territorio, y no somos una amenaza para ellos, ¿o sí?...
Mejor y ya dejo de pensar en estas cosas, quizás sea cierto lo que dijo mi Padre, de que esto solo es una mala jugada de mi imaginación, y este empezando a volverme paranoico. Así que mejor me tranquilizo y comienzo a concentrarme en lo que sí importa, llegar temprano a clases. Así que, rápido avanzo hasta mi casillero y tomo los libros que voy a necesitar las primeras horas de clase, siendo la primera matemáticas, materia que más me gusta, o que me gustaba. Esto es por el maestro Pierre, es lo más odioso que hay, y ni siquiera sabe explicar bien sus clases; bueno que me se librar solo y no necesito de el para eso, pero si para que me ponga mi nota, lo cual siempre me preocupa.
Termino de tomar mis libros, y de dejar lo que es para más tarde, cierro mi casillero y me encamino entre los pocos estudiantes que hay en el pasillo hasta el salón de matemáticas, el cual está casi al final del pasillo. Pero exactamente, faltándome solo unos pocos metros para llegar, veo a la persona que menos quería encontrarme.
−Vincent… −lo digo tan bajo que es casi como un susurro, y aun mas con el bullicio de las personas que se encuentran en el pasillo.
Después de mis padres, él era en quien yo más confiaba y admiraba, era mi mejor amigo. Ahora el solo es la persona la cual me ignora y me hace la vida imposible indirectamente. Es el capitán del equipo de Basquetbol, uno de los preferidos de los maestros, el más amado por las chicas; ósea el más popular de toda la universidad.
El controla la universidad a su antojo, y no le gustan los “bichos raros” como yo. Todos los días manda a tres o cuatro de sus compañeros de equipo a hacerme a alguna maldad, siempre son bromas de mal gusto o quieren que les haga las tareas, hasta algunas veces me quitan el poco dinero que llevo. Muy pocas veces me han golpeado, aun puedo contarlas con los dedos de las manos, pero aún me quedan unos años para salir de aquí, así que eso puede cambiar a más.
Mejor y me doy prisa para entrar, en breves sonara el timbre y no quiero que el maestro Pierre me encuentre fuera. Así que avanzo lo poco que me quedaba para llegar al aula, y sé que Vicent me ha visto, ya que siento una mirada sobre mi persona. Pero aun así continuo mi camino hasta llegar a la puerta y pasar por esta.
Ya dentro del salón de clases, saco el aire que tenía retenido en mis pulmones dando un suspiro, no sabía que estaba conteniendo la respiración, pero sé que la cosa estará bien por ahora. Entonces miro el lugar, precisamente buscando lugares disponibles en las primeras dos filas, ya que me gusta estar siempre más de cerca y así comprender mejor los temas; veo que el asiento junto a la ventana está vacío, así que no espero, me acerco tomo asiento y ahora a esperar la llegada del maestro.
Mientras espero, decido avanzar en la lectura de un libro que hace poco me compro mi Madre. Así que comienzo a leer por donde me quede, iba bien, pero no contaba con que dos simples palabras me hicieran recordar lo de hace rato en el auto. Ojos amarillos y eso que solo me estaban describiendo a un gato, pero hizo que me recordara del lobo, el cual ya no se si es real o no.
Pero ya no me dio tiempo a pensar más sobre eso, ya que había llegado el maestro. −Buen día −dijo como siempre en un tono de amargado, como si estuviera aburrido de la vida.
Todos lo que estaban parados, se sentaron cada uno en sus puestos, y otros se quejaron por su llegada. Yo por mi parte guardo mi libro y lo remplazo por el cuaderno y el libro de su materia. Pero al final ni los voy a usar.
−Alumnos, hoy les tengo un examen sorpresa −dice sacando, lo que serían los exámenes, de su maletín.
Muchos se quejan, aun mas, y yo solo puedo suspirar. Este día ve empeorando de mal a peor, ya ni sé que esperarme, que el lobo aparezca en el colegio y que solo yo lo pueda ver, o si sea real y nos mate a todos nosotros. Voy a quedar loco…
***
Como puede ser posible que en todo el día no he podido olvidarme de esos hermosos ojos amarillos, ya hasta llegue a aceptar que son hermosos y que pensar en ellos me tranquiliza, y no sé por qué y eso me está carcomiendo la cabeza. Y no quiero aceptarlo, sé que esto es de suicidas, pero…
−Quiero volver a verle −digo en voz alta, pensando en esos ojos amarillos casi ámbar, en ese pelaje tan oscuro como una noche sin estrellas. Espera cuando me volví tan cursi.
−¿A quién quieres volver a ver, rarito? −oigo que menciona alguien junto a mí, muy cerca de mi cara −Tu novia quizás.
−Eso ya quisiera el −dice otro chico, a lo que ambos se ríen, en tanto el pasa uno de sus brazos por sobre mis hombros acercándome a él.
−Ho-hola, chicos −ya pensaba que hoy no vendrían a por mí, que Vicent no los mandaría, pero era muy bueno para ser verdad. −Que hacen por aquí aun, no deberían estar yéndose a sus casas.
−La verdad es que si, pero teníamos algo que hacer aun, ¿Verdad Marcus?
−Cierto, Lucke −juntándome más a él, me dice −y te estábamos buscando para poder terminar eso que nos faltaba y poder irnos a nuestras casas…
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Editado: 09.02.2021