CAPÍTULO 8- ¿Zombies verdes?
(Pov- Zei.)
Que sueño... Tengo mucho sueño... Esto es malo.
Debo prepararme para dormir. Sí o sí perderé la razón cuando me quede dormido. Kiasan estará a salvo por ser una niña zombie, pero no quiero hacerle daño a Mary ni a su hijo. El poder de la amistad no funcionará con mi yo zombie, mi yo zombie completo es un salvaje que solo quiere comer.
—Kiasan, no puedo controlar mi cuerpo. No puedo mantenerme despierto. Pase lo que pase, no dudes en hacer lo que te dije. Yo no te atacaré porque eres un zombie, pero tal vez intente atacar a Mary y Sato.
—S-sí.
—Buenas noches.
Abrí la cajuela de un auto y me metí.
Será incómodo, pero es lo mejor. Espero que mi yo zombie no sepa abrirlo.
Bueno, considerando que mi yo zombie es un idiota que persiguió a un conejo sin éxito, sí, mi yo zombie completo es un idiota. No creo que pueda abrirlo.
Me preocupa mi fuerza sobrehumana, pero para eso está el plan B, que consiste en que Kiasan me corte los brazos y piernas con la espada. Ya confirmamos que los zombies normales se regeneran incluso los brazos, ya hicimos algunas pruebas con algunos zombies. Mis brazos volverán a crecer en cuestión de minutos, pero para eso tengo a Kiasan, para evitar que me regenere por completo.
Sí, puedo irme a la cama sin preocupaciones... Quiero masturbarme.
Ah, esta abstinencia me está afectando. ¿Me volví adicto al sexo? Y yo que tanto me quejaba de mi ex novia ninfómana y me convertí en alguien como ella.
Pero Kiasan podría escucharme, m-mejor no lo hago.
—Ah, Hori, ¿seguirás con vida?
Nuestra relación tal vez no fue la mejor y solo nos la pasábamos teniendo sexo en lugar de tener citas o cosas románticas que hacen las parejas, y posiblemente me hayas engañado con otros hombres, pero... Pero...
—Mmm... Creo que no la extraño.
Solo me usabas como un juguete sexual. ¿Al menos me considerabas un novio? ¿Al menos te gustaba?
Ah, los únicos recuerdos que tengo de ti, son en la cama. Tu lindo trasero, tus grandes pechos y tu hermosa sonrisa... ¡Ahhhhhhhh! ¡Me quiero masturbar!
M-mejor ya no sigo pensando en ella. ¡A dormir!
La cerré y me quedé dormido inmediatamente.
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•
Unos minutos después, se comenzaron a escuchar pequeños golpes en la cajuela. Ligeros golpes, como de palmadas.
Zei ya se había vuelto salvaje y trataba de salir, pero no usaba mucha fuerza, como si no tuviera prisa por salir.
—Zei ya se convirtió por completo.- Pensó Kiasan.
Su voz interna, a diferencia de su voz normal, parece la de una chica adolescente, lo que confirma su verdadera edad.
Ella es básicamente una adolescente atrapada en el cuerpo de una niña pequeña, algo que le incomoda bastante, pero trata de acostumbrarse porque sabe perfectamente que ese será su cuerpo a partir de ahora.
Ser una pequeña niña de nuevo le resulta una experiencia rara e incomoda, pero es mejor que ser un fantasma que no puede salir del lugar en donde murió.
Tomó la espada con fuerza y se acercó a la cajuela, pues conoce a la perfección la fuerza sobrehumana que Zei tiene, no es difícil para él destruir la cajuela desde el interior para escapar.
—Debo estar alerta.- Pensó.
Mientras esperaba frente a la cajuela, comenzó a pensar acerca de su situación actual, sobre Zei y el apocalipsis zombie en general.
—Soy un zombie especial porque soy un fantasma controlando el cuerpo zombie de una pequeña niña, pero ¿por qué Zei es un zombie especial también? No hemos visto a más zombies como él, a excepción del zombie con un solo ojo. ¿Las mutaciones o zombies especiales son tan raros? Debe haber alguna explicación lógica detrás de este apocalipsis zombie. ¿Algún experimento científico salió mal...?- Pensó Kiasan, antes de ser interrumpida por risas.
Sí, risas. Risas maliciosas con oscuras intenciones.
Risas comenzaron a escucharse y Kiasan sintió escalofríos al escucharlas.
De los árboles y arbustos que había al lado de la carretera, comenzaron a salir pequeños animales raros.
Tenían el tamaño de un niño, eran verdes y tenían orejas puntiagudas. Sus apariencias eran horribles y apestaban. Grandes narices verdes con verrugas, grandes ojos amarillos con pupilas completamente negras de reptil, calvos y con enormes garras en sus manos.
Kiasan se dio cuenta de eso y se preocupó. Esos no eran zombies, eran otra cosa... Duendes.
Duendes de verdad. Los famosos violadores de mujeres en las historias de fantasía. Uno de los seres de fantasía más débiles, pero en grupo, son una gran amenaza para cualquier persona, especialmente una amenaza para las mujeres... incluyendo a Kiasan.
—¿Q-qué... son?
Y los Duendes no eran la única amenaza.
Una enorme cantidad de zombies comenzaron a salir del bosque y Kiasan despertó inmediatamente a Mary, porque sabe perfectamente que, aunque los zombies no le harán daño a ella, sí le harán daño a Mary.
—¡Z-zombies!
Mary se despertó inmediatamente al escuchar eso y tomó su arma.
Salió y sin dudarlo demasiado comenzó a disparar.
Su puntería es mala, pero al menos retrasa a los zombies, dándole tiempo a Kiasan de matarlos.
Kiasan se acercó a los zombies para matarlos, pensando que estaría bien y que no corre ningún peligro por ser un zombie también, pero uno de esos Duendes intentó atacarla con una navaja.
Kiasan logró esquivar el ataque y se alejó, confundida. Ella creyó que esos Duendes también eran zombies con mutaciones, pero la realidad es completamente diferente.
—¿No son zombies?- Pensó preocupada.
Sin darle tiempo de procesar lo que estaba pasando, los Duendes la atraparon y la tomaron de los brazos y piernas.
Ella intentó atacarlos, pero no tiene experiencia usando una espada y sus ataques eran demasiado amplios y predecibles para los Duendes.
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Editado: 12.11.2024