Al día siguiente volvemos a entrar a la ciudad para cumplir con nuestra primera misión dentro del Gremio, a mi lado Erina, una joven guerrera y apoyo de elemento me acompaña.
Mientras caminamos a través de la calle principal, los ojos de las personas que recorren el lugar, se desvían curiosos, temerosos, hasta inclusive de admiración. Pero no les doy importancia y continúo mi camino.
Aunque por el lado de Erina, no le está haciendo nada bien, su rostro se torna muy rojo y sus pasos se vuelven muy lentos. Al darme cuenta del efecto negativo de esas miradas, entro en actitud de pandillero y me volteo a mirar a los acosadores.
Inmediatamente las miradas llegan a mí, pero luego por la intimidación se voltean a mirar a otro lado evitando el intercambio de miradas conmigo.
Muy agradecida, Erina me dice con un rostro tan angelical que pareciera un episodio de anime con una prota extremadamente pura, exclama:
Erina: “Meri, muchas gracias por lo que acabas de hacer, y lamento las molestias que te estoy provocando”
Al ver su expresión, giro mi cabeza, entre llantos y brillo en mis ojos, exclamo en voz baja:
Meridithia: “¡¡Maldición, es tan pura!!” — muerdo mi dedo índice, imposible no soportar tal alma llena de pureza— “¡¡Hay que proteger esa sonrisa!!”
Ciertamente Erina no estaba acostumbrada a tales tratos, es decir, hace unos días estaba hablando con goblins, sin miedo ni prejuicio, y ahora somos compañeras y amigas. Por alguna razón ella está sola y aunque no quiero meterme en asuntos ajenos, me intriga demasiado, así que le pregunto, pero con delicadeza:
Meridithia: “Oye Eri, dime algo… ¿porque eres aventurera?”
En vez de responder como lo haría cualquier persona, Erina cambia de tema sin llegar a responder la pregunta:
Erina: “¿Qué clase de misión nos darán? Estoy muy emocionada”
El percatarme de esto, respeto su decisión y no le pregunto de nuevo:
Meridithia: “Ya, quien sabe. Solo espero probar mis habilidades de Luz”
Erina: “Pero Meri, ¿no has…bueno…creado ningún ataque?”
Después de que Erina me diga eso, las alarmas en mi cabeza se encendieron, como si algo me estuviera faltando, algo en relación a mi elemento de Luz, así que le respondo con una sonrisa orgullosa y extendiendo mi mano:
Meridithia: “Pues, solo golpeo y ya… ¿no?” — sonrío, creyendo que acerté con mi respuesta
Erina lanza un suspiro, y con un tono suave pero firme exclama:
Erina: “Muy bien Meri, cuando recojamos nuestra primera misión vamos a practicar, ¿de acuerdo?”
Meridithia: “Por supuesto Eri— le respondo emocionado”
***PARTE II***
Al llegar al gremio, cruzamos la puerta y nos encontramos con una atmosfera tensa y desanimada, como si fuera la de un funeral.
Entonces nos acercamos a la barra de atención, y llamamos a la mujer que nos había atendido ayer, pero en su lugar una mujer de cabello corto y rojo, ojos verdes, atuendo por demás revelador, y una voz estricta se nos aparece.
Perplejo ante tal belleza y sensualidad, golpeo mis mejillas con fuerza y le pregunto a la mujer:
Meridithia: “Disculpe, Señorita…”
Ashley: “Ashley…llámame Ashley pequeña, ¿qué sucede?”
Al escuchar a la mujer llamarme Pequeña, hizo que la sangre me hierva, pero por respeto a su hermosura decidí no hacer un escándalo con tal nimiedad y comportarme como una niña buena.
Con la voz más dulce que puedo le pregunto sonriente:
Meridithia: “Señorita Ashley, ¿qué sucede que el gremio está en silencio y muy depresivo? ¿Y la otra señorita?”
Ashley: “Oh, buena pregunta. Mi compañera esta de descanso, así que fue a visitar a unos familiares en la ciudad próxima aquí, y por lo del gremio…”
En ese momento Ashley mira de un lado hacia el otro, con ciertas dudas, pero se acerca a mí y con un gesto me pide que me acercara.
Así que doy un salto sobre la silla y acerco mi rostro hacia la señorita, que indudablemente es muy atractiva.
Ashley me susurra al oído:
#5937 en Fantasía
#6901 en Otros
#1063 en Humor
isekai o reencarnación en otro mundo, parodia actualidad, reencarnacion aventura
Editado: 26.10.2023