CHAPTER TWENTY SEVEN
Pero, la realidad es que jamás había subido a otro auto que no fuera el de Saber, Andrew o mamá. Y aunque este auto olía extremadamente a menta y se hallaba nítido, la presencia de Liam si que era algo… diferente a otras.
Liam mantenía su ceño fruncido, con su mirada directa en el camino, sus manos aferradas al timón y esa sensación de que presentía que algo malo sucedía, al menos eso mostraba su rostro.
Era una locura cómo podía parecerse tanto a Andrew, aunque el cabello de Andrew era más enfilado y largo, él de Liam era corto y recto, todo en él era tan formal y derecho.
Pero, ahora mismo era extraño está mirando a un chico que apenas estaba conociendo, así que derive de desviar mi mirada y centrar en el coche de Asher que estaba por dar un giro, cinco segundos después, Liam también terminó haciéndolo, era increíble como en este auto no se podía sentir nada de la carretera y era tan cómodo.
Tuve la osadía de apoyar mi cabeza en el respaldar y cerrar mis ojos, apreciando la suavidad del auto.
En verano, Andrew recorrió la playa de Georgia, North Beach, era la primera vez que iba a una playa y fue solo porque Clary se convenció en hacerlo, en ir en grupo con los chicos y nosotras dos, si me convencía a mí era un sí asegurado de que Andrew también iría.
El aire pegaba con sutileza en mi rostro a medida que podía divisar la playa de North, estaba emocionada de poder pasar una semana de vacaciones con Andrew, eso me hacía feliz.
El ponía la música, manejaba, Clary dormía en la parte de atrás y los chicos iban en el auto de al frente, Asher venía atrás con el equipaje, decía que era mejor que un montón de monos en su auto -se refería a los chicos-
Pero, ahora, abría los ojos y me daba cuenta que no estaba en el auto de Andrew camino a North, sino en un auto nuevo con un nuevo chico que se parecía a Andrew, su nombre era Liam y era tan misterioso, pero era enigmático como siempre lograba captar mi mirada y es que aunque su rostro se pareciera a Andrew, sus ojos no podían mentirme, los ojos de Andrew eran celestinos y tenían un aura angelical, pero los de Liam me hacían sentir que posiblemente mataría a alguien o que no soportará la presencia de alguien, era enigmático y esmeralda, algo que sinceramente era lo contrario de Andrew.
— las calles son muy tranquilas aquí —y ahora me estaba hablando y estaba mirándolo, ¿Por qué volví mi mirada? La desvíe de inmediato.
Cerré mis ojos y los volví a abrir mirando la ventana, suspirando para calmar mis nervios, podía con esto, solo era una conversación, además quería enmendar las cosas con él.
— Ryan me dijo que son de Nueva York ¿Es tan pésimo el tránsito? —
— digamos que los carros son como cadenas en las calles —
— ¿Cadenas? —sus refranes eran extraños.
— según investigaciones, Nueva York es uno de los lugares más transitados, es por eso que casi siempre estará tan obstruido —su forma de hablar era tan… elocuente.
Asentí con lentitud, tratando de captar todas sus palabras, había usado palabras tan poco comunes en tan pocos segundos.
Pero hasta los vidrios polarizados de este auto eran inevitables para el sonido que representaba la fiesta de Asher, pues a unas cuantas casas era claro el sonido, las luces también y el montón de autos en la entrada.
Una llamada apareció en el celular en mi mano, era Asher.
— ¿Hola? —
— dile a tu amigo que se estacione tras el arbusto de mi casa, todo está lleno —
— entiendo —
— te espero en la entrada Alex —
Fin de la llamada.
Habíamos llegado a la fiesta y nuevamente la duda me invadió, como tormenta, tal vez las personas lo confunden con Andrew y era lo que menos quería ahora, verme entrar con él. Crearían polémicas, demasiada para ser necesaria y sería el centro de atención en segundos.
Respire hondo—dice Asher que puedes estacionarte tras el arbusto de su casa —
— bien, no es necesario ser un genio para saber cuál es su casa —
Y aunque hiciera frío fuera y la calefacción estuviera considerable, no podía evitar no sentir un calor intenso por los nervios que me estaban atacando ahora.
Esto no lo veía venir, es decir, claro que lo veía venir, no puedo ser tan estúpida como para no haberlo pensado antes. Tal vez si era buena idea que no viniera.
— te ves mal —y Liam era demasiado sincero.
Le miré con mis cejas doblegadas y mis dientes apretados— ¿El vestido me queda mal? Lo sé, es solo que mi mamá… —
— no, no hablaba de eso, parece como si estuvieras asustada —
— oh —
Asustada, tal vez. Por él, por la impresión, por ser la primera vez en una fiesta.
— tal vez —masculle relajando mi rostro.
Liam ya se había estacionado en el arbusto de la casa de Asher, un poco lejos de la entrada, pero estábamos aquí.
— pueden ser muchas cosas, tal vez un ex en la fiesta, una amiga que no quieres ver, un… —
— nunca he venido a una fiesta —admitía que no quería escuchar su repertorio, por lo que una verdad salió a la luz.
Pero, no oí la respuesta de Liam, así que volví mi mirada a él y su rostro de confusión estaba plasmado frente a mí. Era claro que una chica de mi edad ya debería ir al menos a cinco fiestas por mes.
Bufé— ¿Que? Adelante, dilo, es absurdo —
— no diré eso —
Tome mi rostro en mi cara y bufé de nuevo— nunca he sido de venir a fiestas —
El celular volvió a sonar, era Asher, seguro estaba esperando.
— entonces ¿Vienes obligada? —
Hice un amago con mis labios— algo así —y terminé por abrir la puerta y salir del auto.
Un salto al exterior y el sonido se escuchaba aún más, la música estaba muy estrepitosa.
Pero apenas pude escuchar como Liam también salía de su lugar y frente a mí Asher con Andy, ambos alzando sus brazos desde el inicio de la vereda a la casa de Asher, mientras otras personas eran bienvenidas por Asher y entraban.