CHAPTER TWELVE
Y como era de esperarse, madre convenció delicadamente a Andy de llevarme a dar un paseo. Me obligo a bañarme y vestirme con algo decente para salir con ella, alegando que ella podría cuidarse perfectamente con el cachorro y Juliet.
Prácticamente, me tiró el agua, me obligo a entrar a la ducha y ella misma escogió mi ropa, para bajar las escaleras tras de mí y decirle a Andy: ya esta lista.
Empujarme fuera de la casa y cerrarme la puerta con una sonrisa diciendo— que se diviertan —
Andy y yo decidimos caminar, en silencio, con este frío nocturno, no pude evitar ver la casa de enfrente, el chico ya no estaba fuera, pero los camiones seguían ahí, seguramente tenían muchas cosas que sacar, suspire nerviosa y volví mi mirada a Andy.
— wao, creo que tendremos nuevos vecinos —
Sonreí— sí, será bueno ver a más personas por aquí —masculle no convencida.
— ¿has visto como son? —
Reprimí mis labios. Porque de hecho, no podía decir algo como: Sí, vi a uno que de hecho se parece mucho a Andrew, solo que claro, no es Andrew y que salvo a mi cachorro de casi morir atropellado, que prácticamente me asuste con él y retrocedí como tonta.
— no, la verdad —desvíe mi mirada.
Mentí.
Andy suspiro— solo espero que no sean odiosos —bromeó sacudiendo su cuerpo.
— sí —reí al tiempo que ella.
Un momento de silencio y ya habíamos cruzado uno de los parques de este lugar, uno donde solo había un estanque y unas cuantas sillas, pero no nos detuvimos ahí. Pero al cabo de unos minutos de silencio y sonrisas cada que nos mirábamos, Andy suspiró y dijo— ¿y Andrew? ¿como? ¿cómo vas con eso? —frunció su ceño y tosió levemente— he oído que no has estado nada bien —
Seguramente mi madre se lo contó. Suspire.
No quería hablar de ese tema, aunque era lo que día y noche andaba pensando en gran constancia.
Y realmente no sabía cómo responderle a Andy— yo… —la niebla que desprendía mi cuerpo, hacía ver el frío que hacía a estas horas, pero el ardor en mis ojos, me hacía entender lo que estaba a punto de suceder, suspire— nunca podré olvidar a Andrew —masculle sonriendo a medias, debía intentar a toda costa no lanzarme en lágrimas.
— de eso estoy segura, todos estamos seguros de eso —entonces me rodeo con su brazo, mis hombros, la mirada de Andy estaba sobre mí, sorbí mi nariz cuando sentía que estaba a punto de sollozar y la mire con ingenuidad, ella sonreía débilmente, como si tuviera compasión de mí— nunca nadie olvidará al gran Andrew —hizo un amago con sus labios— era un gran chico —y entonces dirigió su mirada al cielo— dejó mucho detrás de él —y cerrando sus ojos volvió a mi— pero, Alex, ¿Si Andrew estuviera aquí? ¿Le gustaría verte así? —me detuve al caminar, ya habíamos caminamos demasiado.
Y ahora permanecía en silencio.
¿Si Andrew estuviera aquí?
Ella despojo sus manos de mí y frente a mí guardó silencio.
Si Andrew estuviera aquí, yo no estaría así.
Trague fuerte y fruncí mi ceño— no es fácil olvidar a alguien, Andy —
— lo sé, sé que es más doloroso que romper con tu novio, pero… —se acercó a mí y puso sus manos en mis hombros, nuevamente— Andrew siempre fue como un ángel, Alex, Andrew no quiere que veas su despedida como una excusa para detenerte —
¿Excusa? Yo… yo no lo veía… como excusa.
Ella siguió hablando— sé muy bien que a Andrew le gustaría verte con una sonrisa en la cara, con el diploma en mano, con millones de regalos, graduada, con un título universitario, con tus sueños cumplidos, Alexa, él quiere eso para ti, sé bien que Andrew quiere la felicidad para ti —Andrew…
Pero él no estaba, no podía saber eso, ella, no podía…
— disfruta la vida, quiero que me atesores siempre en tu corazón —en el hospital, Andrew tomaba mi mano, recuerdo lo débil que estaba. Su sonrisa de lado, seguía siendo tan perfecta, su mirada había perdido el brillo, pero seguía siendo él.
Sentí como las lágrimas rodeaba mis mejillas.
— sé que eres fuerte Alexa y se bien que Andrew está orgulloso de ti y que te ama muchísimo —Andy acariciaba mis hombros— y que ahora es momento de seguir con tu vida —
Las lágrimas se desprendían de mis ojos.
Era difícil seguir sin Andrew, limpie mi nariz con la manga de mi abrigo.
Levanté mi vista para detener el fluido de lágrimas, pero era imposible, yo solo quería saber que lo que hacía estaba bien, que eso le gustaba a Andrew o que no le gustaba. Anhelaba ver a Andrew una vez más.
Pero sabía que eso no era posible.
— una sonrisa en tus labios es mejor —cada que me enojaba con alguien o que perdía mi paciencia, Andrew se encargaba de hacerme sonreír e inclusive cuando estaba triste, él se encargaba de hacerme feliz.
Era su trabajo.
El mío era hacerlo feliz a él.
— créeme que lo estoy intentando —masculle.
Y aunque Andy pensaba que se lo había dicho a ella, realmente no fue así, la voz de Andrew resonaba en mi cabeza. No podía evitar escucharlo.
Y estaba convenciéndome de que realmente estaba haciendo todo lo posible, por ser fuerte.
Realmente lo hacía Andrew.
— entonces seca esas lágrimas, querida —fue Andy la que trato mis lágrimas con cuidado, mientras sonreía— aún tenemos que deslumbrar a este mundo, Andrew dejó un legado que debemos seguir ¿No? —
Andrew durante los tres años me enseñó tantas cosas. Que por cada una de ellas lo amaba más.
— creo que…Tienes razón, Andy —sorbí mi nariz y sonreí de lado— a él no le gustaría —
Andrew siempre decía que alumbrará a este mundo sumergido en oscuridad. Que algún día tendría a alguien por el cual debería alumbrar.
Sin darme cuenta Andrew se volvió mi luz, me dió de su esencia cada día, hasta el momento de su partida y una vez que se fue, dejó esa llama en mi interior.
Dejo la llama para que yo alumbrará a alguien más, alguien que me necesitará, alguien que…