CAPITULO 2

CAPITULO 2

“SALVACION”

Hizo un pequeño movimiento de manos para que el punzón que estaba encima del mapa de HolyLand, el punzón rojo se detuvo en un pequeño distrito, Moonbeach, luego cogió el punzón y lo puso en el mapa de Moonbeach, hizo el mismo procedimiento, recito unas palabras y movió sus manos, esta vez el punzón salto del mapa de la capital de HolyLand para posarse en un folleto  que había en su pequeña mesa de noche.

–Si sigues así terminaras en este internado–leyó en voz alta lo que estaba escrito una pequeña nota con la inconfundible caligrafía de su madre, Magot retiro esa nota y observo el folleto– Internado de ColdTime, servimos a la enseñanza y desarrollo de sus hijos, –leyó el nombre y el lema.

Salió de su habitación y se dirigió al despacho de su padre, donde estaría toda su familia reunida.

– ¿Qué es esto?-levanto su mano mostrando el folleto– ¿Qué significa?

–Significa, Magot, que el viernes te iras a un internado en ColdTime–dijo su madre, la señora Cast era una mujer de un carácter y temperamento fuerte, se podía decir que era por ella por quien su padre estaba donde estaba, ella era la cabeza de la familia.

–No pueden hacerme esto, un día después de mi cumpleaños, ¿en serio?

–en serio

Magot observo a su prima la cual estaba con la cabeza gacha y la envidio, por un momento envidio el hecho de que ella solo tendría que irse a un retiro espiritual en un barco por el mar mediterráneo, envidio el hecho de tener como mama a Eliste, un mujer des complicada, alegre, llena de vida y amor, ni la muerte de su esposo la había dañado hasta el punto de ser como su madre.

Según su tía, la madre de Magot se había convertido en lo que era por la muerte de su madre, y por el arrebatamiento de sus bienes.

Salió del despacho dando un portazo y sonriendo para sí misma.

Los eventos a los que asistirían la familia Cast fueron cancelados, dejando solo la cena con los socios de su padre.

Su día fue simplemente horrible, su padre la hizo estudiar la historia de HolyLand.

En la década de 1500, fue colonizada por los españoles, tomando el nombre de Colonia del Imperio Español, se consolida como estado desde el Virreinato de la Corona Español, en 1810 se independizan y sesenta y cinco años más tarde toma el nombre de Republica de Colombia, en 1980 los franceses querían volver a tomarse América Latina, por lo cual nació la unión entre Colombia, Venezuela, Ecuador, Panamá y Perú, derrocando a los franceses y tomando el nombre de HolyLand, en español nativo, Tierra Santa.

Se decía que estos países…

La puerta de su habitación se abrió dando pasó a su madre, Sancah la observaba con enojo, Magot le dio una sonrisa a boca cerrada: -Dime, ¿que necesitas, mami?

-Hoy, necesito que te comportes, muestra la mejor sonrisa que tengas-fue hacia su armario y comenzó a rebuscar- vístete de la mejor forma, recibiremos de forma oficial a los hermanos Lancrog, y tu padre quiere que hagas una buena amistad con Kiliam- saco un vestido negro valentino–te pondrás este –suspiro y rebusco con sus ojos en el estante de los zapatos– con los rojos de allí– suspiro, dejo todo en la cama al lado de su hija y salió.

Las horas se pasaron entre ducharse, organizar bien su peinado, vestirse y maquillarse.

Cuando llegaron a la recepción, todo era espectacular, en el techo de la sala habían pintados ángeles y demonios divididos por tres destellos, Magot sabía lo que era esto, Las tres piedras, el cuarzo azul, que representaba a la tierra, la amatista, que representaba a los Escrov y el ónix negro, que representaba a su raza.

Se había quedado apreciando por mucho tiempo las pinturas, hasta que escucho la voz de alguien, una chica, la chica que ella más odiaba en el mundo, Xina Lancrog estaba a su lado con una copa de vino en su mano, observaba la pintura al tiempo que sonreía y daba un sorbo a su champan.

–Hermosa ¿no? – había preguntado la chica recién llegada, su hermano llego a su lado, estaba sudando, le susurro algo al oído y esto hizo que Xina abriera tanto los ojos que Magot pensó se le iban a salir de sus cuencos, la chica siguiera a su hermano fuera del salón y aumentara la curiosidad por saber que escondían los hermanos Lancrog.

Habían leyendas sobre esa familia,

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–Eras tú y yo no me había dado cuenta- repetía Milenia paseándose de un lado a otro en el baño, había puesto su mano sobre la perilla de la puerta, haciendo que esta soltara un chasquido y quedara trabada, Zenda aún estaba en shock por…por todo, primero su madre se encontraba en una camilla canalizada, y ahora esto, parecer un monstruo, estaba segura que eso era un castigo que Dios le daba por estar alejada de él, solo que no sabía que eso no era un castigo, es un don.

– ¿Soy qué?-susurro-un monstruo…eso quieres decir, que soy un monstruo-dijo ahora en tono de voz más alto, era frustrante eso.