Cap 1
|Dos magos sin filtro
Los plateados rayos de la hermosa luna que se alzaba arrogante aquella fría noche de invierno, se deslizaban con parsimonia por entre las alargadas grietas de las paredes del oscuro corredor de la casa de Ravenclaw.
El joven mago que se encontraba merodeando por allí, suspiró aburrido. Con su varita en mano, creaba pequeños destellos de colores que mientras avanzaba dejaban unas apenas visible lineas luminosas, con los cuales jugaba y moldeaba a su gusto hasta darles alguna forma.
Todo en un intento de matar al aburrimiento que no lo dejaba dormir.
Kim TaeHyung. Ese era el nombre de nuestro imperativo muchacho de Ravenclaw.
Al cruzar por delante de una de las pequeñas y algo estrechas ventanas, un destello en la lejanía que pego en su rostro captó su atención. Ahí, Justo de entre los arbustos del patio interno del castillo, un alumno con la capucha cubriendo su rostro, y la varita irradiando una potente luz, avanzaba sigilosamente hasta adentrarse a la otra parte del castillo.
Curioso... Muy curioso...
Acomodando su túnica y colocándose igualmente la capucha de la misa, se dirigió hacia la sala común. Siendo precavido con todos y cada uno de sus movimientos al salir. No quería ser descubierto merodeando por ahí a tales horas de la madrugada. Ya bastantes castigos había recibido gracias a los malditos cuadros que no sabían cerrar la boca y lo delataban con el jefe de casa.
Una vez hubo logrado salir, tomó aire, y entre rápidos pasos cruzó corriendo por entre todos los pasillos hasta llegar a dicho lugar en el que había visto aquella sombra.
Dando un vistazo a su alrededor, trato de visualizar a la luz de su varita.
"Nada..." susurro desganado, dando un paso hacia atrás para regresar a su habitación y poder dormir.
¡El juraba haber visto algo! O tal vez... El sueño ya estaba provocando que viera cosas que no... ¿Quién sabe?
Y fue entonces, cuando unas manos frías lo tomaron desprevenido en su huida para voltearlo bruscamente.
El Ravenclaw sintió su corazón latir fuertemente en su pecho. Pero lejos de ser miedo lo que sintió, un alivio tremendo fue lo que le recorrió al descubrir a aquellos ojos brillantes y sonrientes verlo con gracia y, tal vez una pizca de burla también.
Un golpe con su varita en las costillas del vasto para que lo soltara.
"Un hola creo que hubiese sido suficiente, ¿No crees?" Dijo con la mano en la zona golpeada y una mueca fingida de dolor al rubio.
"Me parece" comenzó a decir con el mentón en alto en un intento de intimidar a la otra persona junto a el "Que eso debería y más bien me corresponde a mi decirtelo Jeon"
Ambos soltaron una risa por lo bajo. La seriedad nunca sería impedimento para tontear un rato entre ellos.
El rubio le guiño un ojo a Jeon como acostumbraba a hacer sin razon aparente en si. Con los años que llevaban juntos, se había convertido en un hábito de Kim el guiñar en su dirección hasta en los momentos menos adecuados y de tensión. Era su "marca personal", según Jeon.
"Y ¿Que haces despierto a estas hor-?"
"No podía dormir" Dijo rápidamente interrumpiéndolo y volteando a ver hacia otro lado.
Un suspiro fue lo que salió de entre los labios de Jeon ante la esquivada cruel de Kim.
"¿Otra vez pesadillas o... Simplemente no tienes sueño?" insistió. Dando unos cuantos pasos hasta volver a estar cara a cara. Viéndose a los ojos.
TaeHyung tragó duro al sentir aquellos ojos puestos en el ¿Cómo le hacía para intimidarlo al punto de hacerle apartar la mirada?
"Creo que... Ambas..." respondió alzando los hombros en un intento de sonar desinteresado.
El silencio reino luego de aquellas palabras.
Jeon se mantuvo con la mirada fija en el rostro un tanto ojeroso de su amigo. Se le notaba muy cansado. Moribundo se atrevería a decir.
¿Estará durmiendo bien? Se preguntó una y otra vez con pesar.
Una idea de repente le ilumino. Sonriendo en grande susurro unas palabras que el Raven no alcanzo a oír por desgracia. Encendiendo así la punta de su varita en una poderosa fuente de luz, se dispuso a tomar de manera suave y no tan brusca como antes la mano del contrario, quien abrió los ojos en sorpresa al sentir el leve tirón de su brazo.
"¿¡Que estas haciendo?! ¡Nos pueden castigar si nos ven!" Dijo en un susurro, conteniendo así las ganas de gritar, y por igual las de volver a picarle las costillas con la varita.
"Ya veras, tu solo calla y sígueme Kim" respondió cantarin el azabache. Guiñando en su dirección.
Un sonrojo que le llegó hasta la punta de las orejas se apoderó del rostro del Raven, quien se dispuso a símplemente seguirlo con la mirada gacha.
"Si descubro que es otra de tus bromitas, créeme que no volverás a pegar el ojo en tu vida Jeon. Te lo juro"
El Gryffindor ni siquiera se inmuto ante aquella amenaza. Simplemente rodó los ojos y siguió por su camino.
...spooҡʏ ʟoνє...
"Un cuadro..." Dijo el rubio con una mueca de no entender a donde lo habían arrastrado "¿Me trajiste hasta acá ¿Para qué? ¿Para ver el cuadro de una mujer y ya? Jeon en serio, para esto me quedaba mejor charlando con el cuadro de Aimir Nim"
Una extraña carcajada le interrumpió descaradamente.
Editado: 30.01.2020