-Hace media hora llegamos y te perdiste otra vez... Estás algo rara ¿te pasa algo?- oh, si... que no dejó de ver cada detalle en ti... Como por ejemplo tus pestañas son... son... ¿ya ves? Es como si callese en el limbo cada que lo veo.
-Vamos- salgo de el auto y me dirijo hacia la puerta para luego abrirla. -Espérame en la sala- aviso y continúo a mi habitación.
Ush, ess un desastre hoy no pude arreglarla después de despertarme, observo e reloj de pared y... 7:25 p.m
Que rrápido h pasado esto, hace unas horas estaba aquí con un grano en el culo... eso es Ben en mi vida una molestia... creí que ya no lo volvería a ver o que se había ido para siempre pero estaba equivocada.
Retroceso...
-¡Mamá!- llamo pero no veo a nadie. -¡Pa! ¡Ma! ¡Matthew!- ¿a donde habrán ido? Bueno me prepararé un emparedado, saco de la nevera una tajada de queso y otra de jamón, el pan de la alacena y la mantequilla.
(Ruido extraño afuera) -¿Que mierda fue eso?- espera... salgo deprisa y le enfrento. -Tú- digo con desprecio a el chico que me ha estado acosando todo este semestre. -¿Qué mierda haces aquí? ¿Ahora me sigues hasta mi casa?- pregunto apuntandolo con el cuchillo de mesa.
-Tranquila, solo quería saber donde vive mi novia- comenta picaramente y hala mi mejilla.
-¡Ya basta Ben, ya no puedo más... No puedes seguir invadiendo mi espacio, no me gustas, nunca me gustarás... Yo sólo fuí amable contigo. Entiendelo por favor!- la frustración comienza a invadirme lntamente y el solamente sonríe.
-Bueno, déjame pasar a tomar un vaso de agua y me iré- propone y se cruza de brazos.
-¡No, vete ya Ben... hazlo!- me alejo y comienzo adirigirme hasta la entrada me ha invadido por completo la frustración, los nervios no tardan en llegar. -¡Ben que te vay...!- sin haberlo asimilado ni sospechado amarra un pañuelo al rededor de la boca.
-Yo me voy cuando lo desee preciosa-
Actualidad...
-Srta. Drake ¿Está bien?- ¿qué es lo que gotea en mi rostro? ¿acaso es sudor? No, no lo creo. -Oh... Dios- y me abrazó, me abrazó muy fuerte lo suficiente como para opacar los sollozos que venían de mí.
Sólo fue un maldito recuerdo, un recuerdo que no quiero volver a ver en mi cabeza, el acoso es algo horrible, muchos pueden decir que es algo fácil de superar y de olvidar quizás lo dicen quienes nunca han pasado por esa situación... las experiencias de acoso te dejan con un miedo interno de pensar que alguien te sigue o te observa en cada momento, lo puedes superar pero si vuelves a pasar por lo mismo vuelven esos miedos y no son agradables son tormentosos. -Ya... Ya... está bien, estoy aquí... todo está bien, llora todo lo que quieras- incluso el más idiota puede tener un lado tan amable y dulce, quiero contárselo papá a mamá o a Matthew pero aún no puedo hacerlo.
-Gracias- limpio alrededor de mis ojos y observo el hombro de su chaqueta el que está ya hecho un paño húmedo. -Lo siento- niega y limpia mi mejilla.
-No hay problemas, alguien también me consoló cierta vez- me regala una sonrisa y acomoda su peinado. Habla de aquella vez que llegó todo golpeado y tuve que consolarlo y sanar sus heridas... al parecer la pasó muy mal y no creo que hubiese sido los golpes creo que había otra razón