Una mañana realmente mala, angustiada y al borde de llorar, descubrí lo que hoy llamó "Mi lugar favorito", quizás ese día espantoso me hizo encontrar la belleza del lugar, de aquel tesoro que pude descubrir. Cada mañana, corría hacia allí, era un espacio verde, que me daba una lujosa vista al amanecer o atardecer. Era muy afortunada de poder tener algo que lo había convertido mío, llevaba mis auriculares, algo para una especie de picnic y bailaba sola, solo me soltaba y me encantaba.
Quizás se pregunten porque hablo en pasado con respecto a "Mi lugar favorito", me di cuenta de que no necesito un lugar fijo que frecuente. La última vez que fui recuerdo que era un amanecer muy bello, llevé un frasco vacío, corrí y lo llevé en la mano intentando que le entre un poco del aroma que tanto me hizo sentir cómoda, luego lo tape y me marché a casa, feliz. Tengo una repisa, con frascos diferentes, tal vez es un poco obsesivo, pero cada vez que tengo un día malo, abro uno, y siento como si fuera "Mi lugar".