Capítulo VIII

Después de cambiar mi pijama por uno jeans y mi blusa de Micky Mousse por una un poco más presentable, bajé las escaleras. Jordan estaba en la sala con una expresión no tan alegre.

—Está allá afuera. Lo invité a pasar pero no quiere hacerlo —dijo.

Aún sin saber de quién se trataba salí de la casa. Me topé con esos lindos ojos avellana que tenía tanto tiempo sin ver.

—Ben... Creí que nunca vendrías a visitarme.

El sentimiento era confuso. Lo extrañaba demasiado y quería correr a abrazarlo, sin embargo peleamos muchas veces por la situación de Jordan, tantas que podía sentir que nuestra amistad se estaba desmoronando.

Él no dijo nada, tan sólo permanecimos mirándonos a distancia unos segundos hasta que el sentimiento me ganó y corrí a abrazarlo. Pude sentir como él también me abrazaba con fuerza.

—Me has hecho tanta falta, Ben. Necesitaba un hombro donde llorar y nadie podía entender mi sentir.

—¿Por qué lo hiciste, Hailey?

—¿De verdad me reclamarás ahora? Ya lo has hecho mil veces por teléfono, sólo déjame abrazarte y llorar.

Extendió sus brazos resignado esperando mi abrazo. En verdad me había hecho mucha falta tanto él como Amber al igual que el resto de los chicos de la banda.

—No tienes que estar aquí viviendo con él —susurró Ben mientras aún me abrazaba.

—La psiquiatra cree que es lo mejor.

—No lo amas, Hailey.

Noté como en verdad estaba molesto. Nunca antes lo había visto así, a pesar de que habíamos peleado varias veces por teléfono. Desde que conocía a Ben todo en él era amor hasta que Andrew murió.

—Ya te lo dije. Jordan ha sido el único que estuvo para mí cuando yo estaba destrozada. Cuando mi mundo estaba cayéndose en pedazos.

No pude retener más mis lágrimas. Quería sacarlas desde que desperté de ese sueño con Andrew y ver a Ben sólo alimentó esas ganas de llorar.

—¿Entonces yo qué? —habló con un nudo en la garganta — ¿No te sirvió de nada mi compañía?

—Te fuiste, Ben. Me dejaste igual que Andrew.

Para este punto mis ojos ya eran una cascada de nuevo y al parecer los de Ben también comenzaban a gotear.

—Estuve para ti el mayor tiempo que pude. Tenía que intentar sanar la herida también, Andrew era como mi hermano ¿cómo crees que me sentí cuando murió? Un mes después, Devin intentó suicidarse por la depresión. Todo se hizo un desastre y aún así estuve para ti. No necesitabas a Jordan y no lo necesitas ahora.

Solté un gran suspiro e intenté buscar las palabras adecuadas mientras observaba al cielo.

—Ben después de lo que pasó...

—Olvida lo de esa noche, fue un error. Y tú y yo acordamos en no volver a hablar de ello —susurró.

—Después de lo que pasó no podía verte sin sentirme la peor persona del mundo por hacerle eso a Andrew. Por eso me alejé unos meses, sin embargo tú te alejaste de mí por casi dos años.

Ben evadía mi mirada a toda costa. Tan sólo recordar lo que pasó lo ponía realmente nervioso.

—No me alejé. Te llamaba cada que podía.

—¡Sólo cuando te enteraste de que iba a mudarme con Jordan y fue para reclamarme! Entre todos ustedes me dieron la espalda en el momento que se enteraron de que estaba saliendo con Jordan y aún así los recibo con los brazos abiertos.

El sonido de mi voz se elevó a gritos. Mi sangre hervía, todo dentro de mí me decía que tenía que sacarlo o me consumiría el enojo por dentro. Sin darme cuenta, Ben también estaba gritando.

—¿Cómo pudiste hacerle eso a Andrew? ¡Jordan era su enemigo!

—¿Cómo pudiste hacerle tú eso a Andrew? Yo era su novia. ¿Cómo te pudiste enamorar de la ex novia de tu mejor amigo que acababa de morir unos meses atrás?