#8

DOS SEMANAS DESPUES.

Intento disfrutar por última vez el hermoso clima antes de que tengamos que volver a Corea, donde el resto de las grabaciones y actividades se estarían gravando, en donde nos estaríamos quedando una larga temporada hasta poder dar por terminado este proyecto, uno que ansiaba demasiado terminar para así poder regresar a Australia lo más antes posible.

—¡Hey! —Alan llama mi atención, regresándome a la realidad —Estas muy distraída, ¿Te pasa algo? —Indaga con verdadero interés al percatarse de mi falta de interés en las cosas que aún nos quedaba por hacer.

—Estoy bien —Respondo intentando restarle importancia al asunto, enfocando mi atención a la cámara frente a mi —Empecemos a grabar de una vez, ¿te parece? —Le pregunto antes de terminar de prepararla, recibiendo un dudoso asentimiento por parte de el —Comenzamos en 3, 2, 1 —Le doy la señal para que comience.

—¡Hoy es el último día de este grandioso viaje! —Grita con emoción en dirección a la cámara, siguiendo todos sus movimientos con precisión —El ultimo desafió de hoy es nada más y nada menos que encontrarme en los alrededores de la ciudad —Aplaude con entusiasmo antes de continuar —Obtendrán pistas a cambio de sinceridad total ante cualquier pregunta que se les pueda llegar a hacer —Les enseña una de las tantas esferas que habíamos preparado para esta actividad y que ya se encontraban repartidas en sus respectivos lugares —El que llegue primero tendrá la fortuna de escoger su atuendo antes que todos los demás —Señala a sus espaldas donde se puede observar la ropa que habíamos podido conseguir en el mercado esta mañana —¡Que comience este juego y que el mejor gane! —Sonríe antes de cortar el vídeo, el cual no tardó mucho en editar antes de enviarlo a James, quien se estaría encargando de iniciar la actividad en aproximadamente dos horas más.

No podía procesar el hecho de que ya había pasado un mes desde que me había vuelto a rencontrar con ellos, treinta días en los que había tenido que compartir todo con ellos como jamás lo habría podido imaginar desde que me había ido a vivir a Australia. Días difíciles en los que por más que me había esforzado en mantener mi distancia de ellos, o mejor dicho de él, no había siquiera podido sacarlo de mi mente por completo, demostrándome lo enamorada que aún seguía de él.

Sin ninguna idea clara de lo que haría durante los próximos meses en los que estaba más que obligada por un contrato a permanecer cerca de el por más que deseara no hacerlo.

Algo más parecía atarme a el de nuevo en esta vida.

—Tenemos que ir de compras antes de regresar a Corea —Me recuerda Alan por quinta vez desde que habíamos salido de la casa —Muero por comprar un par de cosas que están para morirse —Sonríe con bastante entusiasmo, mientras me ayuda a regresar todos los atuendos a la cajuela del auto con el cual podríamos trasportando sin problema alguno por toda la ciudad hasta el momento en que tengamos que embarcar al ferry, en cual había sido contratado exclusivamente para el transporte de los chicos y todo el equipo, al ser un viaje por mar de aproximadamente tres horas antes de volver a tierra firme, el cual se encargaría de llevarnos hasta Surabaya en donde estaríamos tomando nuestro respectivo vuelo.

—Me encanta —Intento sonar con la misma emoción que el terminando de meter todo lo que necesitamos correctamente dentro de la cajuela del auto, la estaba mayormente ocupada por nuestras maletas, bueno mi maletas junto a las tres enorme maletas del rubio a mi lado —Pero muero por comer algo, así que pasaremos a comer algo antes de ir de compras, ¿te parece? —Pregunto antes de subir al auto seguida por él, quien no tarda nada en conectar su celular al auto deleitándonos con sus excelentes gustos musicales.

—Es el mejor plan que se nos ha ocurrido —Suelta con dramatismo antes de subir el volumen, creando un excelente ambiente del que resulta difícil no contagiarse.

No desaprovecho la oportunidad de cantar, uno de mis grandes pasatiempos y en los que parecía no hacerlo tan mal según las veces que Alan, James y Young me había podido escuchar, a todo pulmón junto con el mientras manejo por la ciudad hasta el conocido centro, donde detenemos nuestra pequeña fiesta para poder comer y hacer nuestras respectivas compras antes de tener que continuar. Gracias al cielo somo capaces de decidir comer una de los tantos restaurantes a nuestro alrededor sin tardarnos más de veinte minutos en poder ponernos de acuerdo, algo que no solía suceder entre ambos con una vista impresionante del mar en el cual entramos para poder comer un poco de carne antes de tener que continuar,

—James me ha mandado un mensaje diciéndome que la mayoría de ellos apenas están desayunado —Me cuenta Alan mientras esperamos nuestra comida —Dice que cinco de siete han preguntado por ti, lo cual no me sorprende en nada, pues puedo apostar que le gustas a más de tres de ellos —Se ríe sin entender lo que dice.

—¿Qué diablos dice? —Rio más por obligación que porque me resulte divertido, conociendo perfectamente el estado actual de la mayoría de ellos.

Porque, aunque quisiera esconderlo ninguna broma relacionada con ella me hacía gracia, además sabía que más de cuatro de ellos tenía novia e incluso esposa.

—Digo que estoy segura que tú le gustas a más de tres de ellos, eso es lo que estoy diciendo, querida —Suelta con seguridad en voz alta llamando la atención de las pocas personas que al igual que nosotras se encuentras desayunando.

—Se que soy guapa pero tu querida...—Aprieto la tela del mantel por debajo de la mesa intentando mantener mis emociones a raya —Me estas calificando como irresistible, me subes un poco la autoestima —Respondo tal y como lo hubiera hecho en otro tipo de situación, una muy, muy diferente a esta.

—Tu autoestima ya está al tope de nuevo, no creo que pueda subir más —Le sonrió por cortesía sin ánimos de seguirle la corriente, no esta vez —Según mis increíbles deducciones le gustas a Tae, ese con el que pasas la mayoría de tiempo, Jin, eso con el que te la pasas haciendo tontería y media y Jungkook con quien intercambias todo tipo de miradas misteriosas que solo ustedes parecen entender —En cuando escucho el ultimo nombre mi sonrisa vuelve a desaparecer inmediatamente, derrumbado por completo mi mascara.