Capitulo 18

-Abel, ¿qué hacemos aquí? -dije girando a verlo.

-Ver la noche estrellada -comenzó a caminar hasta llegar a la mitad del lugar.

-Hoy no hay estrellas Abel, está nevando -dije caminando con cuidado hacia él, ya que el piso estaba resbaladizo por la nieve.

-Cierto, bueno, veré entonces a mi estrella favorita- decía viendo el cielo para luego verme -. Tú.

-Eres un cursi- dije llegando a él -. Ya en serio, ¿Qué hacemos aquí?, tengo frio -él me abrazo, tengo puesta mi pijama, dos sudaderas y una chamarra que abriga bien, pero amo estar entre sus brazos.

-No fue mi intención sacarte en pijama de tu casa, pero debía hacerlo oficial- sin soltarme con una de sus manos saco algo de su abrigo -. Lia, ¿quieres ser mi novia?

   Desperté en un cuarto blanco, había una ventana, un pequeño sillón, una puerta que supuse era para el baño, una televisión la cual estaba encendida pero no tenía sonido. Lo único que se escuchaba era la máquina que media mi ritmo cardiaco. Empezaba a tener recuerdos vagos de lo que había sucedido, todo parecía un feo deja vu.

   Poco a poco los recuerdos me azotaban, una camioneta, risas, un grito, personas corriendo, una sensación de estar bajo el agua mientras todo seguía su curso sin mí y su cuerpo, tan quieto.

-Lia -dijo la voz de Nick. -Al menos tu haz despertado.

-Está muerta -fue lo primero que pude decir -. Ella, vi su cuerpo antes de perder la conciencia, la vi, no había forma de que estuviera vida -dije con lágrimas en los ojos y la garganta muy reseca, él se acercó y me abrazo.

-No pudieron hacer nada, cuando llegaron las ambulancias su corazón había perdido la batalla minutos antes -decía mientras su voz también se cortaba.

-Era una chica increíble, siempre alegre a pesar de todo, siempre estaba dispuesta a todo por el equipo, Sam no lo merecía, no merecía una muerte así, Michael debe estar destrozado.

   Recordar su cuerpo sin vida fue un golpe bajo para mí, éramos compañeras y amigas, fue de las primeras en hacernos sentir parte de algo, era una chica llena de vida.

   Todo esto me hace recordar a la chica de hace un año, nunca la conocí es obvio, ni siquiera supe su nombre, pero algo me hace pensar que todo esto es mi culpa de alguna manera.

- Will, Nicol, ¿los demás?

-Will sigue inconsciente y Nicol despertó ayer, Tamara no sufrió mucho, al igual que Michael –me quedo pensando un momento, pero salgo de mi trance cuando escucho la puerta abrirse.

-Mi niña -les presento a mi madre preocupada, me gusta más la que le vale lo que le pase su hija, imagino que el accidente y el que yo iba ahí salió en las noticias o algo así.

-Cordelia -dijo mi padre. (¿no puedes cambiarte el nombre?, me recuerdas a la de cazadores de sombras), no, curiosamente no puedo porque yo solo soy el personaje, ahora cállate que debo terminar de contarles.

   Ambos se acercaron haciendo que Nick se fuera, dijo que iría a ver como estaban los demás, mi mamá me abrazo, y yo como buena hija lo acepte, no sabía cuánto lo necesitaba, no supe cuánto tiempo pasó, hasta que un hombre que conocía bien entro.

-Oficial Clare -dije con la voz rota.

-Hola Lia, me alegro que estés bien -dijo entrando con un oficial más joven, el cual era el mismo que me pareció lindo hace meses.

-Lia, debemos hablar -contesto mi padre en tono serio.

-No pueden terminar conmigo, son mis padres -mi madre soltó una risita, pero fue la única, (publico difícil) -. Bueno, ¿de qué quieren hablar?, porque me está doliendo la cabeza.

   Llamaron a una enfermera para que me revisara, y luego de que se fueran, comenzaron a hablar, iniciando con el oficial Clare.

- ¿Reconoces esto? -pregunto dándome un celular con una imagen en la pantalla, era la marca de Abel en lo que parecía una llanta.

- ¿Ahora me van a acusar del accidente? - respondí sería.

-No, aunque encontramos conversaciones un poco extrañas, a la vez que también había información encriptada en tu celular -dijo el policía bonito.

-Esperen, ¿revisaron mi celular? - (wey los nudes), deja tu eso, tenemos las conversaciones con Oliver y Erick, pueden pensar que estamos implicados en lo de Abel.

-Era parte del protocolo -dijo mi padre rápidamente.

-Protocolo mis huevos, invadieron mi privacidad sin una orden -mi voz salió exaltada -. Aun así, yo no tengo ni la menor idea de cómo encriptar cosas.

   Termine de decir cruzándome de brazos, (Eso mamona, demuéstrales quien manda), ellos, ellos mandan y cállate que ni te entiendo.

-Les dije que Lia no pudo haber hecho eso, no es una hacker- contesto mi madre.

-Es por ello, y la cantidad de tiempo que nos costó entrar a eso, que hemos llegado a algo.

-Al principio pensamos que Abel estaba detrás de todo esto de alguna manera, no confiábamos totalmente, toda esta investigación inicio desde el incendio, pero dio un giro total cuando tú y él se encontraron en diciembre, nos pareció curioso que lo acusaras de enviarte regalos, cuando nunca los llegaste a mencionar, por lo que empezamos a investigar.