Al tercer año de esta jodida época;
entre el cuatro y seis de su séptimo mes,
una insignificante vida decidió
mostrarse frente a un mundo lleno de color.
Todo el bello lugar de negro se tornó.
Desde ese día, la suerte de sus padres
fue en descenso,
pues puros problemas nada más, el ángel, les trajo.
Arrepentidos están.
Perfección y pulcritud,
pobre nene, su reflejo no pudo encontrar.
Y a mis cinco años lejos me tuve que mudar.
Desearía nunca haber crecido
porque ya no queda nada de quién realmente era yo.
Amé a tanta gente que conmigo ya no está,
odiaba la soledad y hoy, la tuve que aceptar.
Limpié sus cenizas,
no pienso recordarlos más.
Mi corazón dañará.
Estoy cansado de sonreir a todo, oh
a nadie mostrar mi verdadero yo.
Creí que amigos seríamos hasta el fin
hasta que
de mi te aburriste y desechado fui por ti.
En tu corazón me enganché,
puse mi amor en él.
Engrandecí tu ego y de mi nombre me olvidé.
A levantarte te ayudé,
y siempre te idolatré.
Por ti, mi molde cambié,
y solo me usaste.
Con quince años,
de las diosas una cosa he aprendido,
alejarme de los de plástico he comprendido.
Espero con ansias alejarme de estos seres.
Volví a Treitorns, todo lo de ayer es diferente.
Redefiní mi forma de pensar y de sentir,
aprendí de los errores que mi ayer marcaron
La verdad y el pasado me carcomen de a poco,
acostumbrado estoy.
Estoy cansado de esconderme al mundo, oh
A todos les pediré su perdón.
Solo trataba ser alguien mejor para ti
pero ya no puedo seguir mintiéndome así.
En sus mierdas me enrolé
Puse mi amor en él.
Tratas de matar mi nombre escondiendo
lo que eres.
A gatear te enseñé
y al primer pasó, corriste.
Por ti, mi vida entregué
y moribundo me dejaste.
Estoy cansado de ser alguien que no soy.
Agradezco a todos de corazón.
Solo dañaste mi imagen para acercarme a ti,
pero ya no
podrás usarme porque a amarme aprendí.
26 de septiembre del 2020