Capítulo VIII
Su voz de Alpha era realmente intimidante y hacía que muy en el fondo la parte sumisa que tenía saliera, agaché mi cabeza un poco mirando mis pies, pero como la gran bocazas que soy le conteste, no me quedaría callada.... algo aprendido por mi padre.
- Al cuarto, donde no pueda verte - hable.
- Estás loca, no oíste que te quiero - solto completamente desesperado - además te seguiré a donde vallas .
-Pues me voy a cualquier lado lejos de ti, no me interesa si me pierdo y muero -hable divertida.
Su mirada era furiosa, mis palabras hicieron un increible efecto en el, tomo mis manos girandome quedando cara a cara con la pared pegando su cuerpo al mío.
Sus manos que estaban en la pared pasaron a mi cintura, sentía su respiración en mi cuello, mi trasero por instinto pego con su parte baja haciéndome soltar un jadeo.
- ¿ Nam que haces ? - nerviosa y a la vez excitada.
- ¿ Dime de verdad quieres morir ? - pregunto - yo puedo hacerlo de una forma deliciosa y única.
En su voz se podía apreciar excitación.
- No, no deseo morir aún - respondí.
- ¿ Entonces por qué te ibas ? - para estos momentos Nam ya tenía la voz ronca.
-Porque estaba gastandote una broma
Senti como comenzó a besar mi cuello dejando besos húmedos, en cada beso me hacía estremecer. Tenía una forma única de torturarme.
- ¿ De verdad me quieres ? - pregunté - ¿Me amas?
- Te amo con toda mi alma, con cada fibra de mi, con todo mi ser, nunca más en tu vida lo dudes.
Solte un gemido involuntario debido a el olorque desprendia Nam. Para ese entonces él tenía sus pupilas dilatadas. De pronto un olor a pino y tierra húmeda inundó el lugar su celo había llegado.
Este se alejo arrodillandose y sus manos ahora se encontraban en su cabeza.
Otro gemido salió de mi boca al sentir como su lobo nos llamaba necesitado tanto el como yo lo sentíamos. Su interior gritaba necesidad.
Me recoste a la pared sin poder aguantarlo más sería hoy, hoy sería suya. Nam parecía estar luchando por controlarce pero estaba muy equivocada.
- Jinna te necesito. Ahora - gruño.
- Yo igual -le hice saber.
-Te quiero sentir, quiero devorarte, necesito sentir como tu interior me acoge. ¿ Me dejaras devorarte ? - pidio con ansias - ¿ Dejarías que te corrompa ?
- Si - dije apenas audible.
Nam se levanto de donde estaba, sin retener más sus deseos para abrirle paso a la lujuria. Miró mis labios con deseo.
Se acerco a mi con una mirada oscura, intensa, pérdida en placer. Capturo mis labios en un beso salvaje y desesperado. Me levanto haciendo que por instinto mis piernas se enroscaran en su cintura para guiarnos a la habitación.
Al llegar me recosto contra la pared, mordio mi labio inferior dandole entrada a su exquisita lengua en mi boca.
Por la posición rose su parte baja, el ya estaba muy excitado, se notaba por su erección, yo por mi parte me encontraba empapada.
Estaba aún sobre Nam cuando me dejó en la cama y se posiciono encima de mi. Bajo sus besos por mi cuello dejando algunas marcas en esa zona, me encantaba esa sensación, todo el lo hacía. El solto un gruñido y se separó de mi arrancando mi blusa no sin antes ser rasgada... estaba fuera de si, al dirigirse al sujetador realizo el mismo procedimiento anterior. Dirigió su boca a uno de mis pechos empezando a jugar con mi pezon , mientras que con su mano masajeaba y apretaba el otro de una forma única.
Estuvo un rato haci, hasta que se aparto sacándose la camisa y tuve la más hermosa vista del mundo.
Dirigió sus manos a mi short quitandolo junto con mis bragas, para después empezar a masajear mi intimidad, haciendome soltar gemidos y jadeos.
- Jinna estás empapada - hablo con voz ronca, estaba perdido en la lujuria.
Sin aviso alguno metió un dedo en mi haciendome gemir.
- Vamos quiero oírte grmir, no te contengas, quiero escuchar que te doy placer. Quiero escuchar que grites mi nombre, saber que eres mía.
Metio otro dedo más aumentando los movimientos.
- Ohhh Nam más - rogue.
Empecé a soltar gemidos, me encontraba sin control alguno. Realmente me encontraba excitada.
- Nam me voy a correrme.
- Hazlo córrete para mi.
Bajo su cabeza a mi sexo y empezó a lamer mi clitoris mientras seguía moviendo sus dedos en mi interior. Sentí mis piernas temblar y en ese mismo instante me corrí en su boca.
- Creo que estas más que lista - comento.
- Para ti lo estare siempre - hable recuperando el aliento.
Retiro sus pantalones a una velocidad impresionante, estaba algo desesperado se podía notar. Su erección estaba totalmente erguida.
Mi mente se quedo en blanco cuando sentí como mis muslos eran tomados para ser abiertos, acomodándose entre mis piernas, sin dejar de mirarme un segundo esperando mi respuesta a lo cual asenti.
Entro lentamente haciendome sentir dolor y placer, mi interior quemaba, sentía su glande en mis paredes.
Empezó un baiben con sus caderas de manera lenta, pero sus movimientos se hicieron fuertes y rudos, el dolor que sentía se fue convirtiendo en placer. En la habitación solo se escuchaban gemidos, jadeos y gruñidos por parte de Nam, lo que más se escuchaba era el chocar de nuestros cuerpos.
La cama parecía que en cualquier momento se romperia. Nam estando en celo era una bomba humana. Senti nuevamente como mis paredes se contraían, él también estaba a punto de terminar ya que aceleró sus movimientos dando tres estocadas más para terminar llegando ambos al clímax.
Deposito un tierno beso en mis labios para después bajar su boca a mi cuello, donde abrió su boca y clavo sus caninos marcandome.
- Al fin eres mía - dijo recuperando el aliento.
- Solo tuya lobito.
Después de esas palabras caímos rendidos, no sin antes abrazarme.
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Editado: 24.02.2022