Capítulo 8

A qué diablos se refería este sujeto cuando me dijo eso. Lo miro confundido, él me sonríe, tuve un presentimiento. Se me hizo un nudo en la garganta y no pude contestarle nada en ese momento. Miro a Lisa que estaba preparando la bandeja con las tazas de café.

— ¿Qué fue lo que dijiste? —Le susurro.

—Él me mira y sonríe—. Yo dije...

—Por favor, tomen una taza —llega Liza parándose al lado de los dos.

Él toma una y se la lleva a su boca mientras me mira fijamente. Yo tomo la otra y también lo observo. Se siente la tensión en el ambiente, un aire pesado se siente en la atmosfera de la casa y todo esto era por el comentario que había hecho aquel aparecido que me daba muy mala espina. No toleraría otro comentario así porque les aseguro que lo golpearía, el solo hecho de imaginarme que este degenerado se sentía atraído por Lisa hacia que la sangre se me hirviera.

Todos tomamos asiento mientras bebíamos nuestro café.

—Y cuéntanos cómo son las personas de por aquí, aun no conozco a ninguna —dice Lisa llevando la taza hasta su boca.

— ¿Qué te puedo decir? —Dice con una sonrisa en sus labios.

Él tenía una sonrisa hermosa, sus labios gruesos y una dentadura casi perfecta que con unas cuantas visitas al dentista seria la imagen de la marca Colgate. Él hacía que Lisa pensara que ese moreno era atractivo.

—Bueno, los vecinos de por aquí no son de mucho compartir con los demás, pero son amigables, si necesitas algo te ayudaran, por lo menos el señor Jack que vive junto a mí. Él es muy colaborador y es muy bueno con la jardinería, él me ha ayudado a darle mantenimiento a mí patio y así...

—Y cuéntanos Anderson, estás casado, tienes esposa o hijos —interrumpe Lucas.

—Ahh... No, pues no —mira a Lisa.

Ella sonríe.

Lucas la mira y se da cuenta de que él está coqueteando con ella.

— ¿Por qué no? —Dice lanzándole una mirada amenazante.

—Pues, no he encontrado la chica indicada, pero algo me dice que la conoceré muy pronto.

Lisa mira a Lucas y como este reacciona a esa respuesta.

—Ok, se acabó el café —se pone de pie de golpe.

— ¿Qué? —Lisa no comprende su comportamiento.

—Bueno Lisa, tu café estuvo muy bueno —se pone de pie—. Ya me voy.

Lucas camina hasta la puerta.

—Pero, ¿por qué?—. Él le da un beso en la mejilla.

—Tengo cosas que hacer en casa —contesta mientras camina hasta la puerta donde lo esperaba Lucas.

—Bueno, está bien, ojalá vengas pronto —ella lo sigue.

—Claro que sí —dice con una mirada intrigante.

Lucas lo mira fijamente.

—Él sale de la casa—. Espero no haber molestado se gira y le dice a Lucas.

Él cierra la puerta de golpe frente la cara de Anderson.

Lucas camina hasta la cocina pensando en qué diablos quiere este tipo que apenas se sabe su nombre y solo tiene unas horas sabiendo de su existencia y ya logró que él perdiera la paciencia.

Lisa recoge las tazas y las pone sobre la bandeja: ella las lleva hasta la cocina.

— ¿Qué se supone que fue eso? —Pregunta ella poniendo la bandeja sobre la encimera.

—Lisa, ese tipo trama algo, él me insinuó que quiere estar contigo y te conoce a penas. Algo anda mal —él la mira.

—Lo que puedo ver que estas celoso, de que pueda llegar a interesarle a él, pero por ahora no quiero estar con nadie —apoya su cuerpo de la encimera.

—Bien lo has dicho, por ahora, luego pueda ser que sí. Ese tipo se te va a meter por los ojos Lisa, date cuenta de que ese sujeto pueda ser que te quiera molestar o arruinar tus planes.

—Lucas eso no va a pasar —asegura.

— ¿Eso crees? vi cómo te miraba, quería tragarte por los ojos, la conozco, conozco esa mirada: soy hombre, sé de esas miradas y como sé que significan te puedo asegurar de que lo que él quiere no será lo que buscas.

— ¿De qué hablas? ¿Crees que me terminaría acostando con él? —Pregunta indignada.

—No, no tanto eso, él te podría meter en grandes problemas sino descubres quien es antes de pensar en que te interesa. Solo te digo, ten los ojos abiertos, no veo que sea una persona de fiar, no digo que sea malo, pero nunca afirmé que fuera bueno.