Realmente ya se sentía el ambiente pesado en la casa, ya no solo éramos nosotros dos, había un nuevo miento (para mí) en nuestro hogar porque Anderson se había apegado a nosotros. Ya la cosa se estaba tornando incomoda, pues, las llamadas, los mensajes, las salidas en las noches, las salidas del trabajo, todo, todo realmente las cosas que hacíamos ya no la hacíamos porque siempre estaba con él y realmente sentía como me alejaba lentamente conforme pasaba el tiempo, pero no sabía cómo volver a unir nuestra relación. Es triste pensar que este fue el inicio de todo, ahora que lo pienso bien desde ese momento las cosas iniciaron a tornarse raras entre nosotros y realmente no entendía por qué, pero ahora tiene sentido, pero bien, ya sé cuál era la intención que se escondía detrás de todo eso. La miro fijamente a los ojos tratando de explicarle con la mirada todo lo que me refería.
— ¿Hasta qué punto llegó a estar tan descompuesta tu relación?
—Estuvo bien chueca por un tiempo, realmente creí que ya al final las cosas estaban mejorando, pero nunca pensé que terminaría así.
— ¿Qué fue lo que más te dolió de todo esto? —Pregunta ella mirándome fijamente.
—Que nunca me dijo nada, podía hablar conmigo, pero nunca lo hizo.
Estaba esperando a que Lucas volviera a casa, pero no lo hacía, tampoco llegaba Anderson. Ella mira por la ventana y no ve a nadie en las afueras. Las calles estaban desoladas, no se veía una sola alma y esto empezaba a preocuparme. Lucas se había ido sin la camioneta, eso quería decir que no estaba muy lejos. Se le ocurrió ir tras de él, pero algo le impidió tomar las llaves y subirse a su camioneta. Él estaba enojado con ella y con razón, sabía que ella se había equivocado, pero él también le estaba ocultando que se iría para pasar tiempo con la loca de Hanna, eso le estaba destrozando el corazón y comiéndole el cerebro de tanto pensar.
Ya no aguantaba más, tenía que salir y buscar a Lucas. Ella toma las llaves del gancho y se sube a la camioneta. El motor ruje, ella saca el vehículo y recorre las calles del barrio, pero no lo ve. Ella teme lo peor,
—Lucas, ¿Dónde estás? —Pregunta ella mientras hace un giro hacia la derecha.
Ella parquea la camioneta y busca en su teléfono una foto de él. Ella camina por la acera y a todos los que ella veía les pregunta si lo había visto.
—Hola, por favor dime si has visto a este chico—. Preguntó desesperada.
—No, no —le pregunta a un joven robusto que estaba siendo acompañado por unos amigos.
Ella camina un poco más y ve a una señora.
— ¡Señora!, ¡Señora! Por favor ayúdeme. ¿Ha visto a este chico? —Preguntó acercándome a ella.
La señora niega con la cabeza.
Miro por todo mí alrededor: el sol me siega. La temperatura de mi cuerpo aumenta. Decido volver a la camioneta y llegar a casa.
Cuando parqueo la camioneta decepcionada de no haber encontrado a Lucas por las calles cierro la puerta de golpe.
Abro la puerta de la entrada y veo a Lucas sentado en el sillón, me sorprendo al verlo.
— ¿Dónde estabas? —Pregunto acalorada.
—Te dije que haría, llegue y encontré a Anderson tocando la puerta —dice él en tono serio.
Lisa suelta un suspiro, se dirige hacia él.
—Me imagino que te estaba buscando, porque a mí no era —continua él.
—Lucas, estoy con él sí, y no sé, me gustaría que estuviéramos bien.
—Lucas suelta un suspiro y acaricia su cabellera—. Lisa, sabes lo que pienso de él, ese tipo no me gusta para nada.
—Para eso estas, protégeme —pide.
—Eso hago, pero no estaré aquí todo el tiempo y quiero asegurarme de que estarás bien cuando me vaya.
— ¿Cuándo te vas? —Pregunta ella esperando a que él le dijera.
Lucas se da cuenta de que esta era la oportunidad de decirle, este era el momento.
—Lisa, tenemos que hablar sobre eso —dice él mirando sus manos.
— ¿Qué ocurre? —Pregunta ella impactada al darse cuenta de que él le dirá.
—Lo que pasa es que —hace una pausa—. Hanna me llamó.
—Lucas, ¿Qué ocurre? Me estas asustando —se acerca hacia él.
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en el texto hay romance, en el texto hay crimenes, en el texto hay corazones rotos
Editado: 25.07.2018