Capítulo 37

La lengua se me hace un nudo, ni siquiera sé por qué se me hace tan difícil contarle qué ocurre a Jason, pero aún no encontraba la palabra correcta para empezar la conversación.

Él nota que estoy extraño, es mi mejor amigo, sabe cómo soy y como me pongo cuando no estoy seguro de algo.

—Anderson ¿Qué ocurre? —Pregunta él sin quitarme los ojos de encima.

 Giro mi cabeza y miro por encima de mi hombro para ver si alguien venia.

—Anderson, ¿Y bien? ¿Qué está pasando?

Él nota que estoy tenso, froto mis manos y no paro de temblar mi pierna.

—Algo ocurrió —contesto con la voz quebrada.

— ¿Qué? ¿Qué es lo que ocurre? —Se acerca a mí.

—Cuando te fuiste—. Trago saliva—. Una chica se mudó frente a mi casa.

— ¿Te gusta? —Me interrumpe.

—Sí, pero no es eso. Ella vive con su mejor amigo…

—Ohh… No, no, no te metas en eso que donde hay un hombre y una mujer bajo un mismo techo pasan dos cosas y tú sabes cuales son —se echa hacia atrás vagamente.

—No, no es eso. Ellos- ellos desaparecieron —tartamudeo con un hilo de miedo en mis palabras.

— ¡¿Qué?! ¿De qué hablas? —Pregunta sorprendido.

—A ella se le ocurrió ponerlo celoso y me metió en medio. Tuvieron una discusión, ella fue detrás de él y ahora no sé dónde están. Jason, esto me preocupa, la policía puede culparme de algo y yo no hice nada, no sé dónde diablos están, me la he pasado buscándolos y no los encuentro. Fui al trabajo de ella y no la han visto, casi cumplirán las 48 horas y esto me aterra. ¿Y si murieron? ¿Si tuvieron un accidente? O no sé.

—Cálmate, llamemos a la policía…

—No, no lo haré más tarde, y no puedes estar, no quiero que te vayan a meter en medio si ni siquiera tienes nada que ver con todo esto.

— ¿Estás seguro de que eso es lo que quieres? —Le gusta mientras se acomoda.

—Sí —respondo aterrado de lo que les pudo haber pasado.

Él me mira fijamente, claramente se dio cuenta de que estoy preocupado.

—Todo estará bien, hermano —me dice como palabra de aliento.

—Eso deseo, la chica me agradaba, aunque su amigo era un tipejo bien pesado, siempre pensó que le haría algo a su amiga, aunque yo tengo la culpa de eso —digo en una carcajada—. Debo de admitir de que es mi culpa.

—Él se ríe a carcajada —¿Qué hiciste?

—Será qué no hice. El pobre iba a quedar loco y mucho más con el plan que hizo la chica.

— ¿Cuál era el plan? —sonríe.

—Ella quería que saliéramos y que bueno yo fuera a verla, la llamara y cosas así, ella actuaría como inocente, haciéndole creer a su amigo que yo estaba interesado en ella, pero todo era solo para celar al tipejo ese. Ella lo quería, según ella, pero esas no son mis cuentas, yo solo quería estar con ella.

—Y dime, ¿Se acostaron alguna vez? —Pregunta.

—No, nunca, todo solo era un teatro montado delante de él, cuando desaparecía terminaba la actuación.

—Dios mío, pero por lo menos dime que la besaste.

—Sonríe…

—Ahhh… Amigo, ¿En serio? ¿Ni eso? —Pregunta decepcionado.

— ¿Qué parte de, actuación delante de él no comprendes? La chica no quería nada conmigo, yo no le intereso, ella solo quería jugar a ser actriz y poner celoso a su amigo y el tonto de Anderson que se joda Aunque, si no mal lo recuerdo la besé una vez.

—Perdóname amigo, pero si eres un tonto, ¿Sabes que le habría hecho? —Lo señala—. Le hubiera dado una nalga…

—Sí, sí —no lo deja terminar—. Ella no quería nada, ¿Crees que no lo intenté? Pero es que con ella no se podía. Nada de lo que hacía daba resultado, siempre era como ella quería.

— ¿Te digo por qué? Porque tú eras quién estaba enamorado, ella quizás lo notó y tú por menso te dejaste manipular de ella. Por esas cosas no me enamoro de nadie, tengo chicas con quien estar, las tengo todas las que quiero, les hago lo que quiero y como quiero porque al final ellas son las que me aman a mí, no yo a ella. Ella son las que me buscan, yo ni sus números tengo, porque no me interesa llamarlas, ellas toman el mío y me escriben. Cuando tengo un evento me busco a uno de mis bombones y las llevo, tengo mujeres disponibles a todas horas y les doy lo que quieren. Si me gusta les compro ropa,  joyería, sino les doy un cupón para que compren en el supermercado. Yo no sufro por mujeres, eso es lo que más hay en este mundo y a nosotros los hombres nos tocan de a muchas porque ella son mayoría.