Dos meses, dos maravillosos meses en los que me he ido enamorando poco a poco de mi jefa, dos meses en los que la he invitado a salir y ella ha aceptado... desde que la bese no puedo verla como amiga y menos como jefa, a pesar de todo eso no dejo que nada sea incomodo, me gusta su compañía y me agrada que seamos amigos.
Como sea, hoy era viernes y la verdad es que ella se esta estresando mucho y a ninguno de nosotros nos conviene, mañana será el aniversario de la empresa y me gustaría que ella se relajara, a nadie le gusta un jefe o jefa que sea gruñón/na. Yo me había puesto en contacto con su madre para poder ser cómplices para darle a Courtney un día completamente libre de trabajo, yo me haría cargo de toda la decoración, yo la supervisaría.
Su madre me había dicho que ella no tenia su vestido ni los zapatos por lo que decidí darle un pequeño regalo para que no se estrese aun mas de lo que ya estaba, ayer le había comprado un vestido y unos zapatos, había llevado a William conmigo para que me ayudo a elegir el vestido perfecto para ella, el no fue de gran ayuda, pero por lo menos no estuve solo haciendo compras, no fui el único que se llevo miradas pervertidas y menos comentarios poco convencedores... ahora entiendo lo que muchas chicas pasan, el acoso no es nada lindo.
Toque el timbre de la casa de mi jefa para poder entregarle una caja a alguien que viva o trabaje en la casa, una de las sirvientas abrió la puerta.
-¿En que le ayudo?- dijo la chica de unos treinta años... era una mujer, su mirada me estaba poniendo incomodo.
-Quisiera hablar con la señora de la casa- dije mirándola extrañado, no me gusta cuando las mujeres se ponen asi de hormonal, me hacen sentir acosado y eso no esta bien para nadie- por favor.
-...-
-¿Quien esta en la puerta?- escuche la voz de la madre de Courtney.
-Juliana, buenos días, ¿Cómo esta?- dije al verla, estaba aliviado de que ella apareciera ya que es a la persona que quería ver.
-Buenos días, Edmund, estoy bien, ¿Qué tal estas tu?- contesto ella- Retírate.
-Gracias- dije en un tono bajo- Yo también estoy bien, venia solo para dejar esto para Courtney y también para decirle que hay una reservación en el spa que siempre frecuenta, cortesía de los empleados, la reservación es para mañana.
-Eso es maravilloso, Edmund, es muy amable de parte de todos ustedes darle un día de descanso a Courtney- es agradable que ella tenga un día completa de descanso, quiero que ella este relajada en el único día del año que la estresa tanto.
-Gracias por hacer esto, yo se que ella se estresara mucho al no tener un vestido- dije antes de mirar mi reloj, se me hacia un poco tarde para ir al trabajo- me tengo que ir, la veré mañana en la fiesta.
-Hasta mañana, Edmund- la escuche decir mientras caminaba hasta mi auto.
Hace cinco minutos llegue al trabajo y algunos chicos ya me están volviendo loco con quejas de algunos manuscritos, se supone que ellos deben hablar con Carlo sobre esto ya que el es quien se encarga de estas cosas, pero el todavía no llega y eso me esta volviendo loco.
Tuve un momento en el que pude tomarme un descanso, de ellos y fue cuando volví al elevador, salí de la empresa y camine un poco para poder relajarme un poco, en una cafetería que había cerca entre para comprar un café bien cargado para llevar un poco mejor el día. Regrese a la oficina y los chicos volvieron a atacarme, había comprado algo de café para ellos, para que también puedan despertar un poco y poder hacer su trabajo un poco mejor, me agradecieron por ello.
-Edmund- dice la voz de Juliana, la madre de Courtney, luego de que contesto mi celular, estaba vibrando en mi chaqueta- Courtney ya tiene su vestido.
-Es bueno saberlo, solo falta que el día de mañana llegue para que ella tenga un día relajante para ella y para usted- dije con una sonrisa de satisfacción- bueno, ya voy a regresar al trabajo, tenga un lindo resto del día.
Colgué mi celular y volví a lo que iba a lidiar con un poco mas del drama que se sufre en la empresa.
Luego que el drama pasara y que los editores tuvieran las ordenes del día, entre a la oficina de Courtney y deje los boletos para el spa en su escritorio, se que ella lo vera inmediatamente ya que ella siempre mira lo que sea que haya en su escritorio, es bueno saber si hay papeleo que checar o firmar, se supone que muchos trabajos estén terminados para el día de hoy y es por ello que yo estoy ayudando a la mayoría de los editores dándoles algunas ideas, me estoy quedando sin ellas, por cierto.
Carlo había llegado a la oficina, un verdadero respiro para mi, por lo que los editores comenzaron a atacarlo a el mas de lo que me atacaron a mi con preguntas y sobre las dudas que tenían sobre algunas portadas de algunos libros, Sebastian también había llegado para platicar sobre algunos asuntos del hotel por lo que lo lleve hacia la sala de juntas y asi poder platicar en paz y sin tanto ruido, si habrán algunas personas entrando y saliendo para checar algunas cosas conmigo, pero no será tan ruidoso.
Unos minutos mas pasaron, la conversación, mas bien las dudas de Sebastian, habían terminado por lo que regrese a mi lugar de trabajo, y comienzo a revisar algunos informes que tenia que entregarle a Courtney el Lunes, los que le entregaría hoy se los di la noche anterior, Courtney llego a la empresa y la verdad es que no se veía con humor para nadie, tal parece que hoy despertó con el pie izquierdo, solo espero que no se haya molestado conmigo por haber comprado el vestido para ella, y los zapatos, y el spa.
Ella entro a su oficina solo por unos segundos, creo que soy el único que se encuentra que esta hora se esta yendo demasiado lenta. Como sea, Courtney salió de su oficina unos segundos después de entrar, seguía sin verse tan contenta, en su mano derecha traía el boleto de spa que deje en su escritorio, eso me hizo sonreír un poco.