-... Courtney Walter, ¿aceptas ser mi esposa?- se que mi propuesta de matrimonio la tomo por sorpresa al igual que a todos.
-Si- dijo con lagrimas en sus ojos, estaba feliz y eso me hizo sentir bien- Si quiero.
-No- esa era la voz de Ann- Ustedes no se pueden casar.
-Ann, no estés celosa, yo se que mi hermano te lo pedirá tarde o temprano- dije con algo de rencor, esta mal de mi parte, pero es lo que merece- Ahora, por favor, festejemos que hoy se celebra triple.
Ann comenzó a hablar con su padre, mas bien a hacerle una rabieta haciendo que este se avergonzara por el mal comportamiento que ella estaba teniendo, los berrinches de Ann eran muy común para mi, era una niña mimada y eso nadie se lo quitaba, demasiado acostumbrada a tener todo lo que quiera porque su padre se lo da, esta vez es diferente. Todos continuamos festejando el cumpleaños tanto de la empresa como del fundador de esta, asi como también el ahora compromiso de Courtney y yo.
Ella y yo nos dirijimos hasta su familia para poder platicar un rato con ellos, era obvio que ellos estaba muy felices de que ella y yo estuviéramos comprometidos, estoy seguro de que la madre de mi ahora prometida le avisara a la mía, son muy amigas y ella quería parentar con mi madre, se le esta cumpliendo el deseo de su vida. Por una parte veo que todo esto sea bueno, por otro lado me parecerá una pesadilla el que mi hermano estará metido en mi vida nuevamente y eso es lo ultimo que quiero.
Mire a Courtney de reojo, es como un sueño estar a su lado, me siento soñar en este instante. Me acostumbre a estar a su lado, me acostumbre a complacerla cuando esta estresada o cuando esta cansada, ahora que seré su esposo se que las cosas van a cambiar ya que ahora incluiría masajes en los pies y en la espalda. Muchas personas creen que es fácil manejar una empresa como la de ella, lo que nadie puede ver es que ella maneja mucho mas que la empresa, maneja el pago de los empleados, maneja los eventos de sus hermanos ya que ella es quien organiza las exposiciones de fotografías de Sebastian, las firmas de autógrafos de Carlo, las entrevistas de ambos entre otras cosas, yo solo estoy para ayudarla y hacer que todo se vea como si no fuera nada del otro mundo cuando en verdad lo es.
-Esperamos que te sepas hacer cargo de nuestra hija, Edmund- dijo el padre de Courtney en manera de broma- no es una tarea fácil.
-Se que no lo es- le seguí la corriente- pero le aseguro que voy a poder con ello, tengo paciencia suficiente para ello.
-Es una suerte que ustedes por fin se den una oportunidad, me alegra tanto- dijo la madre haciendo que yo riera un poco- por fin cumplirán mis sueños.
-Si, ahora solo faltara su primer hijo, espero que no se tomen tanto tiempo- dijo su abuelo, esto es algo que no decidiré yo.
-Ya luego veremos sobre eso, su nieta esta en la cúspide de su carrera y la verdad es que no se si ella quiera tener hijos ahora, es algo que tienen que preguntarle a ella- dije con una sonrisa.
-¿Tu no quieres hijos?- esa es una buena pregunta, no pensé que nadie me la hiciera.
- Pues...
-Edmund, ¿podemos hablar?- vaya, esta chica no se da por vencida nunca- En privado- la exigencia en su voz me irritaba mas que su simple presencia.
-Lo siento, Ann, pero en este momento estoy ocupado- dije con voz fría, en verdad me dolía ser asi con ella, pero necesitaba mi tiempo para poder superar lo que ella hizo, crei que por lo menos podríamos ser amigos si terminábamos, pero la traición es algo que no se perdona de la noche a la mañana.
-Es importante- esto es molesto e irritante, en verdad que si.
-Y yo ya te dije que estoy ocupado- estaba comenzando a enojarme ya que ella no entiende que un no es un no.
-Estoy embarazada- la mire con una ceja alzada, ¿a quien cree que va a engañar con ese viejo truco?, un hijo no amarra a nadie.
-¿De cuanto tiempo?- pregunto la señora Juliana.
-El tiempo no importa, lo importante es que el sepa que va a ser padre- ella en verdad creía que yo era estúpido, yo se que ella tomaba píldoras para no embarazarse y yo siempre usaba condones- ¿No es eso lo que querías, una familia conmigo?
-Responde la pregunta que se te hizo y yo te contestare la tuya- yo se que Ann esta mintiendo, esto no es mas que una de sus estrategias para que yo vuelva con ella.
-Mi hija tiene un mes y medio de embarazo- esto tiene que ser una broma, tal parece que ellas no saben hacer cálculos.
-Te felicito, Ann, en verdad me da mucho gusto por ti- en verdad me sentía feliz por ella y por mi hermano, iban a ser papas- pero tu y yo terminamos hace dos meses y medio... y desde ese entonces yo me he negado a verte, y súmale al hecho de que me pasaba la mayor parte del tiempo con Courtney o con William y Sebastian.
-Es cierto, Edmund siempre estaba con nosotros, además de que también se la pasaba ocupado trabajando o para mi hermana o para mi, sin contar de que también se la ha pasado haciendo algunos contratos para un negocio que le propuso mi padre- la verdad la hizo enojar un poco el hecho de que yo me burlaba de su mal calculo- Aparte de que ya todo el mundo sabe que ellos salían desde hace tiempo, como amigos, pero salían.
-Ustedes no se pueden casar... el no te amara como me ama a mi, Courtney- esto ya era el colmo, Ann estaba hablando de como me siento y de como no, como si ella en verdad se hubiera tomado el tiempo para conocerme.
-Tienes razón... no la amare como te ame a ti, el amor que le daré será mil veces mejor- sentí la mirada de Courtney sobre mi- Yo no sentía amor del todo, Ann, lo que yo sentía por ti era costumbre, una que se fue poco a poco gracias a la compañía de alguien mas, alguien que me impulso a seguir adelante que sabe mis sueños.
Nadie dijo nada, eso me tranquilizaba, no me gustaba que las personas tomaran decisiones que solo a mi me correspondían tomar, Ann no era el amor de mi vida, ella solo era la novia que tuve desde la adolescencia, nunca nadie se había preocupado por mi de la misma manera en la que Courtney lo hacia, pero sobre todo, nadie se preocuparía tanto por mi como yo tenia que hacerlo, un gran paso a todo esto fue mudarme de mi antiguo departamento a un lugar que era mas hermoso y que en verdad me gustaba, un lugar al que yo llamara hogar.