Capítulo 3

Blake: no creo que fue una buena idea haber venido al parque. Porque lo único en lo que tendré tiempo es buscar una esposa, nada más que mis padres me recuerdan todos los días que debo de casarme.

Alejandro: coincido con ellos en eso. Jamás me imagine que quisieras hacerlo tan pronto y por lo visto sabrás elegir a la perfección a tu futura esposa.

Dorian: debemos de dejar a nuestro amigo en paz. El solamente quiere tomar una sabia decisión, pero a nosotros nos va a llevar años hacerlo.

Blake: dudo que pase demasiado tiempo para que ustedes también se casen. Porque en su vida conocerán jóvenes que en realidad les interese.

Ellos siguen conversando, pero en otra parte del parque Isabela y sus hermanos habían bajado de su carruaje. Ellos estaban felices de convivir los tres juntos y Damien era demasiado sobreprotector con sus hermanas

Damien: no me gusta verte triste, Isabela. Además, tus ojos me lo dicen todo, aunque siempre intentas ocultarlo al darme una sonrisa, recuerda que soy tu hermano mayor y te conozco.

Isabela: tienes razón. Nada más que en algunas ocasiones no puedo evitar sentirme de esta manera, precisamente nuestro padre tiene la intención de casarme por eso hablo conmigo en su despacho.

Matilde: te verías tan hermosa con tu vestido de novia, hermanita. Solamente que el caballero que se casará contigo será demasiado afortunado y espero que algún día puedas enamorarte de él.

Isabela: agradezco tus buenos deseos de corazón. Sabemos que eso es imposible y no debemos de olvidar que los caballeros se casan con sus esposas perfectas y claramente no tengo ninguna cualidad de lo que ellos buscan al momento de hacerlo.

Damien: tienes demasiado cualidades que la mayoría de las jóvenes quisieran tener. Porque ellas se ocupan de su apariencia, además en ese sentido me parecen que son frívolas que lo único que les interesa es atrapan a un esposo con su belleza, solo que la mayoría de los hombres no buscamos belleza, sino a una persona especial.

Isabela: es lindo saber que se preocupan por mí. El destino me dio la oportunidad de tenerlos como hermanos, aunque mis padres nunca me quisieron como ustedes.

Matilde: ellos nos quieren por igual, hermanita. Solamente que nuestros padres son demasiados fríos y lo único que debemos de hacer es respetarlos.

Ellos siguen dando vueltas por el parque, hasta que se sentaron. Isabela siempre le gustaba estar con sus hermanos, porque la hacían sonreír, pero él de repente fijo su vista en donde estaban, Blake se le quedo viendo a las dos hermanas, nada más que la única que le llamo la atención fue la que no tenía belleza convencional. Él sonríe por primera vez y a sus amigos se les hizo demasiado extraño

Alejandro: quisiéramos saber qué tanto te llamo la atención para que pudieras sonreír y me puedo imaginar que eso lo hiciste por una joven.

Blake: exactamente así es, amigo. Pero, nunca los había visto y la razón es que en pocas ocasiones asisto a los bailes, porque siempre se me presenta algo que hacer en esos días y quisiera saber el nombre de ella.

Dorian: el único que te puede decir eso soy yo. Porque ellos son mis primos lejanos, eso sí que es una gran sorpresa y nunca pensé que te interesarías en algunas de mis primas.