Sueños

5.- Amigas

Marianella

La gente no siempre muestra su verdadera cara, en todos los años de soledad que viví, me di cuenta de ello, la gente demuestra lo que quiere que los demás vean, demuestras una parte de si mismo que no existe, es por eso, que me cuesta tanto confiar. Antes, confiaba en cualquier persona que se me acercara, todos podían ser mis amigos, pero, eso era antes, ahora ya nada es igual, aquellos que alguna vez fueron mis amigos hoy, son sólo "conocidos", estoy nuevamente sola, o quizás me acompañan pero... A la distancia.

-¡Mar baja ya!- gritó mi mamá desde la cocina, cada día ella se esforzaba para sacarme adelante, a mí y a mis hermanos.
Nunca le pedía ayuda en la tarea, nunca le decía como me había ido, nunca le contaba lo que me pasaba, pero no era su culpa, era la mía, yo debería ser más comprensiva, ella, sola, con 3 hijos, ¿mi papá? Ni idea, hace 11 años fue a "trabajar" y nunca volvió, solo recuerdo sus falsas promesas, papá nunca se inmutó en saber cómo estaba, papá nunca quiso estar conmigo, ¿saben que es lo peor? Todo era mi culpa.- ¡Alan despiértate!- le gritó a mi hermano mayor, Alan, era algo así como el "hombre de la casa" su trabajo consistía cuidar el campo de mi Abuelo, lo bueno, era que mientras más temprano saliera, más temprano llegaría, y así, como siempre haría sus exquisitas comidas, lo mejor de tener hermanos es eso, te cocinan cosas ricas, son atentos contigo y me cuidan, ser la única mujer aparte de la hermana menor, sirve.

-Mamá, ¿a qué hora llegarás?- Preguntó mi hermano, él siempre fue el más "correcto" para hablar, aunque, al ser tan correcto cargaba con 2 hijas, Alai la mayor, de 6 años y Maia de 5, sí casi la misma edad, pero cabe destacar que Alai está de cumpleaños en Octubre y Maia en diciembre.

-No sé hijo, pero puedes llamar a alguna de mis colegas.- dijo ella, mi mamá, hace algunos años sufrió un cáncer terrible, perdió todo el seno izquierdo, pero aún así ella logró salir para cuidarnos, mi mamá es mi heroína, siempre tiene solución para los problemas, siempre tiene una respuesta para el caso de mis sobrinas, siempre tiene una sonrisa con mis buenas(y malas) notas, siempre está cuando Fabián llega a media noche, siempre, por eso ella es mi referente, es la que me inspira a seguir, antes, quizás diría que es mi abuelo, mi tata, como le decía, pero no siempre las personas duran hasta cuándo uno las necesita, desde la partida de mi tata, ya nada es igual, no se escuchan sus gritos, no sienten sus pasos, él era como mi Papá, y perder a un papá 2 veces, no es para nada lindo, es como perder una misma parte dos veces.

Horas más tarde.

Hay veces en las que es necesario decir “estoy bien” y afirmarlo repetidas veces en un tono de voz fuerte, porque en esos momentos el orgullo ataca, se enoja y quiere gritar, quiere decir “basta” quiere dejar de sentir esa soledad que probablemente no existe, quiere dejar de extrañar a alguien que lo dejó solo, el orgullo quiere y necesita un “todo va a estar bien” aunque sea mentira, pero es necesario escucharlo, es en esos momentos donde uno necesita que nadie le crea el “estoy bien”, quiere un abrazo, un abrazo de una amiga o de la persona que ni la hora le da, pero todos se alejan aunque sepan que esas dos palabras son mentira, porque nadie es capaz de ver ese al a rota que necesita un padre, un hombre que le sonría en las mañanas y la espere en las tardes y no su hermano, es donde quiere sentir que le importa a alguien, aunque no sea así, en esos momento es donde uno más paz necesita y mucho amor, pero nadie está.

Hay momentos en que las lagrimas caen y no pueden parar, pero en esos momentos nadie está, nunca hay alguien que te apoyen de verdad, las amigas pasan a ser desconocidas que están solo en las buenas; pero nunca, en las peores.

-Mar, oye, enana.- dijo una de mis grandes amigas, tan gran de que es 20 cm más alta… sí, soy enana pero, ¡Odio que me diga así!

-¡enana tu abuela!- grité, no sé si han escuchado la frase esa que dice “chiquititas pero poderosas” o quizás el dicho “el veneno viene en frasco chico” pero eso no quiere decir que yo sea mala, al contrario, soy un pan de dios… no eso si es mentira.

-¡Bruta!- gritó mi gran amiga golpeándome… digamos que somos un poco “salvajes”.

Tiempo después.

Una vez me preguntaron que era la amistad, yo simplemente respondí “es algo difícil de conseguir pero muy fácil de perder” y es así, en mis 14 años de vida, nunca tuve un amigo de verdad, hasta que las Conocí, nunca pensé que unas personas que están a millas de Chile me cambiaran en menos de un mes, un 11 de diciembre llegué a ellas o quizás ellas llegaron a mí, su amor me cambio, Luci, mi hija, la que siempre está para su madre y para la que su madre siempre está, Vir, mi esposa, con ella me casé un mes después de conocerla, Wandi, mi hija menor, con ella casi nunca hablo pero aun así es importante, M y Jaz, la mexicana o niña bonita como suelo llamarla, ellas fueron y son, un antes y un después en mi vida, son eso, mi vida, mi esposa, mi hija, mi casi mejor amiga, lo son todo, son mi familia, son mi hogar, son ellas. Muchas veces me hablaron sobre los peligros de conocer y confiar en gente a la distancia, pero nunca hice caso y creo que no me equivoqué, hoy en día, estoy segura de que la amistad verdadera nunca está cerca, quizás es necesario desobedecer para encontrar una familia, lo único que sé es que con ellas cada día soy mejor.



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En el texto hay: magia romance misterios, amistad a la distancia

Editado: 14.06.2018

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