Capitulo 2

A sus diecisiete años, Amanda, ya había aprendido a lidiar con el cansancio que sus pesadillas le otorgan, pero eso no hacía que dejar la cama cada mañana fuera más placentero.

A pesar de sus pesadillas Amanda era una chica “común” dentro de lo que cabe, y eso no es solo por el hecho de que se lastima gravemente en sueños o que se tele transporta mientras duerme, ¡claro que no!.

Esa mañana la lluvia era fuerte y caía a chorros fuera de la ventana, las clases de esa mañana eran aburridas y el cansancio de Amanda hacía estragos en ella, apenas eran las 8:00 am y el sueño la estaba venciendo.

• Señorita Wood, ¡Despierte! – los gritos de su profesor de historia la hicieron despertar, valla que ese hombre era un verdadero dolor de cabeza – si tiene tanto sueño ¿por qué no se va a dormir afuera?
• Lo siento señor Monroe, no volverá a suceder
• ¿No volverá a suceder? Eso señorita Wood, es lo que me viene diciendo ¡desde que inicio el año! Y como si escuchar ese sermón no fuera lo suficientemente malo, todos se soltaron a reír, sí por que ellos no se habían pasado la noche corriendo por sus vidas huyendo de un loco con hacha – ¿es que acaso no duerme por las noches señorita, Wood? o ¿tengo que hacer un reporte por abuso?
• No es nada de eso señor Monroe
• Entonces, ¿qué pasa? Por que ¡nunca tuve un alumno tan cansado en mi clase!... o ¿es solo que mi clase le parece muy aburrida? – dios este hombre era difícil, el profesor más intuitivo, las clases de historia normalmente son aburridas, pero no las de él, las de él son interactivas, y por eso nunca un alumno se dormía en ellas
• No, claro que no, solo… ¡creo que no duermo lo suficiente! - esta charla con su profesor de historia hubiese sido mas cómoda, si no hubiese sido frente a todo su curso, pero ahí estaba frente a toda su sección
• Bien… continuemos…- la clase concluyo, tan interactiva y dinámica como de costumbre, mientras Amanda luchaba por no dormirse de nuevo.

Pero Amanda no podía culpara a su profesor de historia por preguntar, Amanda siempre se dormía en sus clases, no solo en una ocasionalmente, Amanda siempre estaba cansada, no solo en ciertas épocas, ella estaba cansada ¡todo el año! Pero como culpar a Amanda por ello, después de todo nunca tubo una noche libre de carreras por que un loco la seguía, o huyendo de algo.

Pobre Amanda, sus noches eran exhaustivas, y sus días no le daban tregua, sin embargo, aunque fuera poco podía dormir durante el día sin sufrir pesadillas y conseguía descansar un poco.

Cuando sonó la campana Amanda suspiro, la clase había terminado y ella la sobrevivió despierta, bueno casi toda, por lo que con la poca energía que tenia levanto sus libros, y se encamino a la salida…

• Señorita Wood, espere un momento por favor – Oír esas palabras fueron una jodida tortura para una muy cansada Amanda que solo quería dormir
• Sí, señor Monroe – Amanda se giro sobre sus pies para mirar a su extrañamente joven profesor de historia, con 40 años y una apariencia de 30, trajes finos y un rostro atractivo y masculino, era la sensación entre la comunidad estudiantil femenina, pero Amanda solo pensaba en una cosa durante todo el día ¡en dormir!
• Me preocupa que una joven saludable de 17 años siempre este cansada, así que voy a solicitar que reciba terapia…
• ¿¡QUÉ!? ¡NO!
• ¡Señorita Wood! baje la voz y escuche, no es normal su eterno cansancio y esto podría ser una enfermedad grave, me preocupa, usted es una de mis mejores alumnas, y todos sus profesores estamos de acuerdo en que no es normal su cansancio eterno, por lo tanto, decidimos recomendar que reciba terapia, y nos gustaría hablar con sus padres, así que pídales que vengan mañana
• Sí señor Monroe… hasta mañana – Esa ciertamente no era la primera vez que la enviaban a terapia, pero eso no quitaba que Amanda odiaba la terapia
• Hasta mañana señorita Wood

Notificar a sus padres que nuevamente tenían que ir a hablar con sus profesores, porque ella se duerme en las clases no era algo que quisiera hacer, pero lo hiso, por que como toda niña que lucha contra locos con hacha ella era una niña muy valiente.