Los días transcurren y se vuelven semanas, en las cuales no he vuelto a tener dichos sueños, y por menos a ver visto su presencia como la última vez. No es por que dejara de cavilar en ello, más bien es lo contrario, pienso más de lo debido y he empezado a investigar por mi cuenta sin levantar sospechas de sus familiares o las autoridades, ya que aún la investigación se encuentra en fiscalía, por lo tanto, el caso aún se encuentra abierto.
Nada sale de lo cotidiano hasta que el reloj marca las 5 pm, donde surge la doble vida que estoy llevando, donde ninguno sabe de lo que trato de indagar e descubrir. Todo surgió desde la última experiencia, especular si fue producto de mi mente o imaginación, no lose, pero algo en mi alberga la sensación de algo más que no puede ser percibido ante mis ojos, y tal vez pueda estar en lo cierto, quiero pensar eso.
Mi investigación comienza desde mi pequeña habitación del apartamento donde resido, investigar por internet desde un buscador incognito todo lo referente al caso, el expediente es algo que solo puede ser solicitado por las partes involucradas en el proceso, así que lo descarte desde un comienzo, por lo cual comienzo como toda una principiante, averiguando que logro conseguir en la web a través de sus redes sociales y todo lo referente a la chica cuando estuvo con vida.
Me tomo toda una semana lograr topar algo, lo cual me provoco un poco de inquietud, en sus redes sociales no había nada de lo normal, fotos de la chica, que al verlas me provocaba terribles escalofríos por todo el cuerpo, en cada una irradiaba una aura de felicidad, además de que era una chica muy hermosa y querida, me doy cuenta de ello porque en todas las imágenes publicadas, los comentarios eran muy positivos hacia ella. En una de las fotos más recientes, la fecha en si fue de dos meses antes de morir, era en la casa donde la veía siempre en los sueños, estaba en el umbral de la misma, sentada en las escaleras, el fondo era la vivienda que conmemoraba en los sueños, pero tan llena de vida en esta foto, con un hermoso toque del amanecer, la joven se disponía a tomar un café en la entrada y fue tomada la foto de forma desprovista sin que la misma se diera cuenta, por la forma en que fue capturada la imagen.
No recuerdo cuanto tiempo estuve observando la fotografía, detallando su expresión tan serena, una donde jamás se pensaría que tendría que pasar por todo el terror a posterior. Especificando el lugar, por la estructura es una morada de campo, y el lugar más cerca de nuestro Estado para un clima como ese es hacia la zona montañosa del sur conocido como “La Sierra”.
Luego de eso no he vuelto a topar algo más, no sé cómo adentrarme más a algo donde no tengo voz ni voto, tengo muchas cosas en mente, como utilizar mi trabajo y la influencia del mismo para obtener más información ¿Pero cómo hacerlo sin ser descubierta?
A sí que preferí no utilizar ese haz todavía, en las redes sociales de la joven pude encontrar cosas interesantes, como las personas más allegadas a ella, en su mayoría eran mujeres y casi siempre subía fotos con una en específico. Su nombre es Adriana Díaz, decidí enviarle la solicitud, la cual acepto dos días después de enviarla. En su momento no sabía cómo dirigirme a ella sin levantar sospechas o que me evitara y no lograr así lo que quería de ella.
El chat surgió de esta forma: